22 de noviembre de 2019

Una experiencia esperanzadora y una noticia que me cabrea


Esta semana he estado en la República Dominicana. Por lo tanto, no he tenido tiempo de escribir nada, pero nada más llegar, ayer, me di cuenta de que podía contaros mi experiencia allí, que me llena de esperanza y, por otro lado, mi cabreo aquí al leer el periódico el jueves nada más llegar.

Por seguir el oren cronológico, empiezo por mi experiencia en República Dominicana y la esperanza que me despierta. Después iré al cabreo.

He estado en este país como patrono de la Fundación BBVA para las Microfinanzas. Cada año tenemos 4 patronatos, de los cuales uno tiene lugar en uno de los países en los que operamos. Este es el año número 11 y hemos ido por segunda vez a RD.  La FMFBBVA es una gota de agua en la lucha contra la pobreza, pero es una gota de agua de eficiencia. Claudio González, una de las personas que más sabe de microfinanzas, presidente durante años de la FMFBBVA, dice que “el camino de la filantropía o esta pavimentado de eficiencia o se lo lleva el viento”. Pues eso hacemos, o intentamos hacer en la Fundación. El 60% de los clientes de la fundación son mujeres. El 80% de ellos son personas que cuando empiezan su relación con la FMFBBVA están por debajo de la línea de vulnerabilidad, que se define como 3,5 veces el umbral de pobreza extrema, situado en unos ingresos promedios de 1,5US$/día (casi el 30% de los clientes tiene unos ingresos inferiores a 2$/día). Por tanto, la línea de vulnerabilidad está en poco más de 5US$ al día de promedio. Es importante resaltar lo de promedio, ya que éste se logra a base de que un día ganan 50$ y luego se pasan n días sin ganar nada. Y sin saber si van a encontrarse otra vez con la suerte de ganar unos dólares. De ahí que tan importante como asegurar y aumentar las ganancias es tener capacidad de ahorro seguro. El primer crédito que un emprendedor obtiene ronda alrededor de los 250US$. Con esto financia la compra de algún equipo que le sirve de base para empezar una actividad productiva. En un porcentaje superior al 95% devuelven ese crédito y pagan los intereses, que se reinvierten para poder llegar a más personas. Es normal que el ciclo se repita varios años y que al cabo de unos cuantos se mueva en préstamos de varios miles de $. Casi un 70% de los clientes salen de la pobreza tras 5 ciclos de financiación. Si sus necesidades aumentan, se les anima a que sigan financiándose en el sistema bancario tradicional para que la FMFBBVA pueda disponer de ese dinero que ya no se les presta para hacerlo a otros que empiezan. Nuestra misión es concentrarnos en los más pobres. Conviene notar que de los 5 países en los que opera la FMFBBVA (Colombia, Perú, República Dominicana, Panamá y Chile, sólo en 2 (Colombia y Perú) está el BBVA y en estos países, de ninguna manera se pretende que al pasarse al sistema bancario lo hagan al BBVA. No es ese el espíritu de la Fundación. Pero más allá de los números y las estadísticas, importan las personas.

Parte de la corta estancia en RD se dedica a ir  visitar emprendedores a los que ayudamos. En cada viaje vamos a ver a 2 o 3 clientes, por lo que ya habré visto a unos 20. Cada año me impresionan sus casos de vida. Merece la pena que cuente algo de dos de los tres que hemos visitado en este viaje.

La primera era una maestra que hace unos años pidió un préstamo de menos de 100$ para iniciar una pequeña escuela con unos pocos niños en un barrio pobre, aunque no de extrema pobreza, de los alrededores de Santo Domingo. Algo más de la mitad de los alumnos eran de pago y el resto iban gratuitamente. Actualmente tiene cerca de 100 alumnos de edades desde bebes a los que tienen mientras sus madres trabajan, hasta los 10 años más o menos. Sigue la misma proporción de pago y gratuitos. Les dan una formación basada en valores de honestidad, trabajo, curiosidad y afán de aprender y tolerancia. Me dio una inmensa sana envidia ver cómo al empezar la jornada escolar, a las 7,30h, se izaba la bandera de la RD mientras se cantaba el himno, mano en el pecho, y luego se hacía una oración, escrita cada día por un niño, en la que se le pide a Dios fuerza y ayuda. Se me saltaban las lágrimas. ¿Cómo sería España –me preguntaba– si en los últimos 40 años hubiésemos puesto letra al himno y cada día,  en cada escuela de cada rincón de España se hubiese hecho este ritual de izar la bandera, cantar el himno y rezar una breve oración? ¿Realmente es tan difícil? Me temo que sí lo es. Pero, ¿por qué tiene que serlo? No lo se.

La segunda era un joven de 30 años, casado, con tres hijos (1 chico y dos chicas), de 6 años el mayor, el chico. Tenía un pequeño taller de estructuras metálicas. Empezó de 0 cuando se encontró que en una empresa donde trabajaba y había aprendido el oficio, cerró. Pidió su primer crédito de algunos cientos de $. Ahora tiene 10 personas “fijas” que trabajan en el taller y unas 30 que están en las obras en las que se instalan las estructuras y que trabajan en función de las obras que tenga. Se lamentaba de las dificultades que le presentan los trámites burocráticos que tenía que hacer para todo. Pero no era una queja amarga. Es más, la veía como una oportunidad para aprender a resolver problemas y desarrollar la paciencia laboriosa. Decía que Dios le ayudaba en eso. Nos contó sus sueños de seguir creciendo, aunque le daba pena tener que ir al sistema bancario normal, ya que había llegado al límite de la FMFBBVA. Le preguntamos, a él y a su mujer, cual era el sueño para sus hijos. Sin dudar, nos dijeron que harían todos los esfuerzos necesarios para que fuesen grandes profesionales, ingenieros, contables, etc. El padre nos dijo que le gustaría que tras esos estudios se quedasen con él en el negocio, pero que lo más importante era que hiciesen lo que quisieran, médicos o maestros, dijo, siempre siendo hombres y mujeres trabajadores y honestos. Todo un ejemplo.

La FMFBBVA tiene en los países en los que opera, casi 2,2 millones de clientes y cada año este número crece. De un año a otro, la alegría y la esperanza de ver una ínfima parte del fruto de todo esto se va empañando por el olvido. Y cada año, en cada viaje, se renueva y se acrecienta. Una gota de agua en el océano de la pobreza, pero una gota de agua de eficiencia, que se trata de ir aumentando cada año. Científicamente, se trata de detectar la tipología de las personas que tienen más probabilidades de salir de la pobreza para concentrarnos en ellas y aumentar nuestro porcentaje de éxito.

Ahora el cabreo. Nada más llegar me puse delante del Expansión del jueves. Desde la portada, un dirigente español del BCE decía: “El BCE alerta del alto riesgo de los fondos de pensiones” y el subtítulo: “Los tipos de interés negativos hacen que estas inversiones sean menos seguras”. ¡Hay que fastidiarse! –la espuma de rabia empezó a salirme de entre los dientes apretados. Y, ¿quién coño se empeña en que los tipos de interés estén en negativo? Por supuesto, el mismísimo BCE. ¡Es fantástico! En un momento en el que si hay una salida que pueda salvar el sistema de pensiones, ésta pasa únicamente por las pensiones de autoahorro, se condena a los ahorradores a conformarse con rentabilidad negativa o, si se quiere evitar eso y sacar una mínima rentabilidad, a asumir riesgos que en circunstancias normales no se debieran asumir. ¡Inaudito! Y, ¿todo esto para qué? Pues para que los estados puedan financiar sus inmensas deudas, con bajos costes. O, incluso, ¿por qué no?, endeudarse más. El mismo periódico, en su página 31, mostraba un titulas que decía: “Sánchez promete ‘disciplina fiscal’ pero mantiene sus planes de gasto”. Bertolt Berch, en un poema titulado “a los hombres futuros” escribe: “Cuando el pintor de brocha gorda (Se refiere a Hitler) grita paz desde los altavoces, el pueblo llano sabe que habrá guerra”. Parafraseo: “Cuando el mentiroso compulsivo grita disciplina fiscal desde la prensa, la gente lista sabe que el gasto se disparará”. Y los impuestos, y el déficit, y la deuda. El mentiroso compulsivo piensa seguir gastando más e incrementando los impuestos y la deuda porque, al fin y al cabo, ¡los “ricos” son tan “ricos” y tan tontos y la deuda es tan barata! Todo esto, se salpimenta con mensajes cargados de paternalismo consentidor del BCE que, de forma habitual, mientras mantiene los intereses negativos, pide, o más bien, suplica, a los estados, que sean buenos y que no se endeuden. Increíble postura de ¡SOOOO! y ¡ARREEEEEEE! Es como un padre que le dijese a un hijo adolescente. “No gastes mucho Pedrito, pero si necesitas dinero, ya sabes que está en mi mesita de noche”. En fin, ya veremos qué pasa cuando estalle el globo de mierda de la deuda soberana. Porque la pregunta no es si estallará o no, sino cuándo.

En fin, que ayer por la mañana casi me ahogo con la actividad de mis espumosas glándulas salivares. No merece la pena, me quedo con lo de República Dominicana.

1 comentario:

  1. Un gusto,
    Desde hace casi ocho años trabajo en una microfinanciera que da créditos grupales al estilo de los que creo Muhamad Yunus en India. Y me he percatado de lo esperanzador que es realmente está labor. Somos pequeños pero hemos ido creciendo y queremos crecer más, dando incluso más que solo créditos, buscamos mejorar la calidad de vida se nuestras clientas. Enhorabuena por la coincidencia!

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