Nunca me han gustado los fondos
soberanos. Fondos de inversión a través de los cuales los Estados invierten en
distintos sectores de la economía del propio país o, más comúnmente, de otros.
Y no me gustan porque los intereses de los Estadospropietarios de esos fondosno
son rentabilizar el dinero, sino que suelen tener fines políticos y agendas
ocultas. Me explico. Si yo tengo unos ahorros y los invierto a través de un
fondo buscando una buena rentabilidad para mis ahorros, mi dinero acabará en
los sectores y empresas de la economía que puedan crear más riqueza y
prosperidad. Y si me equivoco en la elección del fondo y mi dinero no acaba
donde más riqueza y prosperidad puedan crear, lo pago yo, de mi bolsillo. Para
no equivocarme, dispongo, a golpe de muy pocos clicks, de información de los
mejores analistas del mundo sobre el riesgo, la rentabilidad y el equilibrio
entre ambos de cualquier fondo del mundo. En cambio, cuando un Estado invierte
el dinero que le sobra a largo plazo en un fondo de su propiedad, no busca la
rentabilidad como primer objetivo (a veces ésta no es ni siquiera un objetivo),
sino que busca objetivos políticos, a veces inconfesables, que no asignan los
recursos a donde más bienestar y prosperidad crean.
Además,
¿por qué demonios a un Estado le tiene que sobrar dinero a largo plazo? Estoy
absolutamente en contra de los déficits crónicos de los Estados financiados con
deuda, pero casi estoy más en contra de los superávits crónicos que generen
enormes excedentes que los Estados deben invertir. Soy un firme convencido de
que si el Estado tiene superávit debe, en primer lugar, reducir los impuestos y
si, a pesar de todo, sigue teniendo superávit, repartir entre sus ciudadanos
ese superávit. No me cabe duda de quesi el dinero que le sobra crónicamente al
Estado acaba en el bolsillo de los ciudadanos, éstos lo dedicarán a comprar los
bienes más necesarios para ellos y/o a invertirlo en donde mejor les convenga,
con las ventajas que se han visto anteriormente: el dinero fluirá a los
sectores y empresas que creen más riqueza y prosperidad. Pero, para después
devolvérselo, mejor que no se lo quite antes. Me parece indeseable lo que
realmente suelen hacer los Estados, a saber: incrementar los gastos
administrados por ellos. Y lo consideroindeseable porque lo es. El Estado debe
reducir sus gastos estrictamente a aquello que, en aplicación del principio de
subsidiariedad, no puedan hacer por sí mismos los ciudadanos. Pocos Estados, si
hay alguno, funcionan con esta filosofía, pero si los hubiera, serían, sin
duda, los más prósperos de todos. Pero a los políticos no les gusta estar fuera
del circuito de utilización del dinero porque ese circuito es para ellos fuente
de poder. También es, por supuesto, tentación de corrupción. Creo que no puedo
dejar más claro por qué no me gustan los fondos soberanos.Pero cuando estos
fondos soberanos son, además, propiedad de Estados totalitarios y/o corruptos,
entonces mi desagrado se eleva a una alta potencia.
¿Por
qué este rollo? Porque en la mañana del sábado 10 de Septiembre he leído en el
diario Expansión una noticia que casi hace que me siente mal el desayuno. En la
página 3 de dicho diario se explicaba como la red del gas en España era
controlada por Pekín.
En
efecto, se nos narra cómo a finales del 2011, la gigantescaempresa energética
china ThreeGorges, llegó a un acuerdo con el gobierno portugués para comprarle
el 21% de la empresa Electricidad de Portugal, EDP, y convertirse así en el
mayor accionista de la misma. ThreeGorges es una empresa controlada al 100% por
el Estado chino que explota la central eléctrica de las Tres Gargantas (de ahí
su nombre) pero que también sirve al Estado Chino para tener un brazo largo que
llegue a los sectores energéticos de otros países. Ocurre que EDP, además de ser
la mayor eléctrica portuguesa, en generación de electricidad, tanto
convencional como renovable, tiene también una importante operación en España:
controla la cuarta empresa eléctrica española; Hidrocantábrico. EDP también
controla Naturgas, uno de los más importantes distribuidores de gas en España.
En 2015, el fondo soberano chino SAFE, compró el grupo Madrileña Red de Gas,
también en la distribución de gas. Ahora,el mayor fondo chino, CIC, está
negociando una operación para comprar una parte importante de la empresa
Redixis que empata con la citada Madrileña Red de Gas en el tercer puesto de la
distribución de gas en España. Es decir, los tentáculos del Estado chino
parecen ceñir una parte importante de la producción eléctrica y de la
distribución de gas de España y Portugal.
Pero
esto que salió el 10 de Septiembre en Expansión es sólo la punta del iceberg.
Estas operaciones que he citado suman tan sólo unos cuantos miles de millones
de €. Pero los fondos soberanos chinos, incluido Hong Kong, suman unos 1,8
Billones de $. Billones; millones de millones. Y si a esto sumamos los 2,6
Billones de $ controlados por países musulmanes suníes productores de petróleo
más los “sólo” 74.000 millones de $ de los chiíes y los 210.000 millones de $
de Rusia, la cosa empieza a dar un poco de escalofríos. Sólo Arabia Saudí, que
como es bien sabido, es un país que financia una buena parte de la expansión
del Islamwahabista radical, por no decir del yihadismo, tiene el fondo SAMA con
un monto de casi 750.000 millones de $. Pero eso no lo completa todo. Muchas
inversiones de estos países se canalizan, no a través de fondos, sino a través
de empresas controladas por sus respectivos estados, como es el caso de la
inversión antes mencionada de ThreeGorges. No sé si es posible, para mí es
totalmente imposible, saber cuánto de los distintos sectores económicos de los
países occidentales está en manos de estos fondos o empresas públicas de países
poco fiables, pero tal vez unas cifras nos puedan dar una referencia. Mientras
los fondos soberanos (sin contar las empresas públicas) de esos países suman
4,7 Billones de $, las reservas invertidas de todos los Bancos Centrales del
mundo ascienden a 13 Billones de $ y el PIB mundial alcanza 90 Billones de $.
Es decir, el volumen de estos fondos soberanos supone el 36% de las reservas de
los Bancos centrales de todo el mundo y algo más del 5% del PIB mundial. No sé
qué os produce esto a vosotros, pero a mí me dan escalofríos.
No
tengo un ápice de nacionalista económico. Que una empresa privada inglesa o que
un fondo de inversión americano, por decir algo, invierta en comprar empresas
en España, en cualquier sector, no sólo no me parece mal, sino que me parece
que es enormemente beneficioso para la economía española. Si cerrásemos las
fronteras inversoras a empresas y fondos de otros países acabaríamos en la
miseria. De hecho, el despegue económico de España en los 60´s o de Irlanda en
los 80´s o de Corea del Sur, o de tantos países, ha sido iniciado por la
inversión extranjera. Y si los países pobres quieren salir de la pobreza, sólo
lo harán dando seguridad jurídica para que acuda a ellos la inversión
extranjera. Pero una cosa es la inversión privada en busca de rentabilidad –que,
como he dicho antes, acaba en las empresas que más riqueza y prosperidad
generan– y otra muy distinta la inversión de fondos soberanos de países con
intenciones ocultas de las que me fío menos que de una piraña en mi bañera,
empleados en meter la patita en sectores estratégicos del mundo occidental.
Dicen que un paranoico es alguien bien informado. No sé si ese dicho será
verdad, pero con lo poquísimo de información que he rascado tras leer el
artículo de expansión, me temo que me está dando un ataque de ese tipo de
paranoia. ¿No estaremos viviendo en la ciudad alegre y confiada? Buen fin de
semana.Por si queréis un poco más de información os adjunto una hoja Excell con
los fondos más importantes y sus volúmenes.
***
En
cierta relación con lo anterior, estos días ha saltado la noticia de que se van
a duplicar los fondos del Plan Junker para intentar reactivar la economía de
Europa. Creo que esto no va a servir para nada y que, muy probablemente sea
contraproducente. Porque el dinero del Plan Junker no sale de la nada, sale del
bolsillo de los ciudadanos europeos o, peor aún, de la emisión de deuda que
soportarán nuestros hijos o nietos o, todavía peor, de la creación de dinero
ex-nihilo. Y, como he dicho unas líneas más arriba, el dinero en manos de los ciudadanos
acaba, bien porque compran los productos que necesitan o bien porque lo invierten
en lo que esperan les dé una buena rentabilidad, en los sectores y empresas que
más riqueza y prosperidad crean. En cambio, si ese mismo dinero lo administran
los burócratas europeos acabará donde “dios” les de a entender pero, a buen
seguro, no allí donde más útil pueda ser. Y, al final, como también he dicho
más arriba, aumentará el poder de estos burócratas y creará más oportunidades
de corrupción. No es una buena política para relanzar la economía sobrecargar
de impuestos y sobrerregulación asfixiante a las empresas y ciudadanos, que son,
respectivamente, el percherón que tira del carro y el pienso que les alimenta,
desincentivando su inversión y, después, pensar que se va a crear riqueza
cuando el dinero de esos impuestos,aplicados a beneficios menguantes,se inyecte
en vaya usted a saber dónde y siguiendo qué criterios. Es tan estúpido como si
alguien quisiera subir en el aire a base de tirarse de los pelos. No, peor.
Porque el que se tira de los pelos para subir, ni sube ni baja más por ello. En
cambio, dificultar el funcionamiento de las empresas, sobreordeñarlas y
disminuir el poder adquisitivo de los ciudadanos, para después invertir ese
dinero según le dé al burócrata de turno, tira hacia debajo de la economía. ¡Ay
Europa, Europa…!
***
Último,
lo juro, también relacionado con esto.
Leo
en “El confidencia”l un artículo de S. Mccoy que creo merece ser comentado y al
que pongo un link al final.
Habla
del lanzamiento de un fondo ético: Temperantia. Este fondo tiene dos
características (tiene más, pero el que quiera que lea el artículo). La primera
que se va a invertir en empresas que respeten en su proceder la Doctrina Social
de la Iglesia. La segunda, que sus promotores van a donar a obras de la Iglesia
un porcentaje de las comisiones que cobren y darán la opción voluntaria
–perdóneseme la redundancia– a que los inversores hagan lo propio. El hecho de
que este fondo, como otros muchos fondos éticos, pondere su inversión a
determinadas empresas según su comportamiento ético y deje fuera a algunas de
comportamientos poco éticos, no tiene por qué impactar negativamente en su
rentabilidad. De hecho, en el artículo se muestra que, desde 2008,las acciones
del S&P Catholic Values Index, han superado en un 2,74% anual acumulado la
rentabilidad del S&P 500[1].
Aplaudo
esta medida, y no únicamente porque al ser católico me parezcan bien los
criterios de inversión acordes con la Doctrina Social de la Iglesia, sino
también como liberal que soy. Alguien podría cuestionar cómo puede ser que,
como liberal que soy, me parezcan adecuados unos fondos que no tienen la
rentabilidad como único objetivo. ¿No es esto ir contra mis premisas anteriores
y contra la mano invisible? Y no me sirve para justificarlo el hecho, que en
principio puede parecer accidental, de que la rentabilidad de S&P CVI
supere al S&P 500[2].
La razón es más profunda y está enraizada en los principios más profundos del
libre mercado. En primer lugar, por la obvia razón de quelos que invierten en
estos valores lo hacen libremente y por sus convicciones y, previsiblemente, lo
harían aunque obtuviesen una rentabilidad menor que el S&P 500. Y el libre
mercado se basa, como su nombre indica, en la libertad de las personas para
tomar las decisiones que les parezcan oportunas. Pero hay más. Alguien podría
decir que, renunciando a una mayor rentabilidad, si ese fuese el caso, no
estarían canalizando los recursos hacia los sectores y empresas que crean más
riqueza y prosperidad, es decir, irían contra la mano invisible. Pero esto
tampoco es verdad. El libre mercado se basa en el hecho de que cada persona,
libremente, elige comprar aquello que cree, de manera tal vez subconsciente,
que así maximiza su “función de bienestar”. Pero en esta “función de bienestar”
que la gente quiere maximizar con el intercambio de productos, entran muchas
más cosas que el aspecto monetario, a poco que el producto impacte en la
calidad de vida de quien lo compra. Piénsese, por ejemplo, en la gente que
trabaja en un sitio en el que gana menos, porque el ambiente de trabajo es
mejor o porque lo que hace la empresa está más acorde con sus valores. O en la
gente que compra un producto alimenticio ecológico, aunque sea más caro, porque
le importa su salud o el medio ambiente. O en la gente que da dinero a una ONG,
sin recibir nada a cambio porque le hace sentirse satisfecho. O en quien compra
un coche eléctrico para contribuir menos al calentamiento global. Podría seguir
poniendo ejemplos. Cuando toda esta gente hace esto, aumenta su “función de
bienestar” y la “función de bienestar” es riqueza y prosperidad, aunque no sea
monetaria. Por tanto, la gente que invierte en acciones de empresas con un
comportamiento ético, aunque su rentabilidad fuese menor, estaría canalizando
los recursos hacia los sectores y empresas que crean mayor riqueza y bienestar.
Y esto me lleva a pensar que el hecho de que las acciones del S&P CVI den
más rentabilidad que las del índice S&P 500 no es una pura cuestión
accidental. Tiene su razón de ser. Es puro libre mercado y pura mano invisible.
Así pues, por mis convicciones religiosas y por mis convicciones liberales, bienvenido
sea este fondo ético: Temperantia.
TODO en millones de $ | |||||||
Fondo | Vol 2016 | Bancos centales (2016) | |||||
Total | 7.000.000 | 13.000.000 | |||||
Noruega Gobernment Pensión Fund Global (NGPFG) | 855.400 | ||||||
Abu Dhabi Investment authority | 877.800 | PIB Mundial 2016 | |||||
SAMA Arabia Saudí | 745.920 | 90.000.000 | |||||
China Investment Corp. CIC | 615.440 | ||||||
Kuwait Investment Authority | 414.400 | China (Incliye Hong Kong) | 1.780.940 | 25% | |||
Hong Kong Monetary Authority | 410.620 | Países musulmanes Sunitas | 2.595.180 | 37% | |||
Gobernement of Singapur | 346.500 | Países musulmanes Chiítas (Irán y Azerbaijan) | 74.480 | 1% | |||
Temasek Holding Singapur | 220.080 | Rusia | 209.580 | 3% | |||
National Wealth Fund Rusia | 209.580 | Países "Occidentales"* | 1.242.780 | 18% | |||
National Social Security Fund China | 188.300 | Resto | 1.097.040 | 16% | |||
Qatar Investment Authority | 140.000 | TOTAL | 7.000.000 | 100% | |||
Australia Future Fund | 112.000 | * (Libre mercado)(Incluye Australia, Nueva Zelanda y Korea; excluye Rusia y Hong Kong) | |||||
Corporation of Dubai | 98.000 | ||||||
Libyan Investment Authority | 91.000 | China, países musulmanes y Rusia | 4.660.180 | 67% | |||
Kazakhistan National Fund | 81.480 | ||||||
International Petroleum Investment Compant Abu Dhabi | 81.200 | ||||||
Revenue Regulation Fund Argelia | 79.380 | ||||||
Mubadala Development Company Abu Dhabi | 67.480 | ||||||
Korea (del Sur) Investment Corp. | 60.200 | ||||||
Alaska Permanent Fund | 56.420 | ||||||
Khazanah National Malasia | 51.520 | ||||||
State Oil Fund Azerbaijan | 42.280 | ||||||
National Pension reserve Fund Irlanda | 42.000 | ||||||
Brunei Investment Agency | 42.000 | ||||||
Strategic Investment Fund Francia | 39.200 | ||||||
Texas Permanent Scool Fund | 34.160 | ||||||
Stabilization Fund Irán | 32.200 | ||||||
New Zeland Superannuation Fund | 22.260 | ||||||
Alberta´s Heritage Fund | 21.140 | ||||||
Otros | 922.040 | ||||||
7.000.000 |
[1] El Índice Standard & Poor´s
de Valores Católicos es un índice elaborado por esa firma, que toma como base
el índice S&P 500, es decir el de las acciones de las 500 mayores empresas
de la bolsa de Nueva York, del que eliminan las acciones de las empresas que no
se ajustan a las normas de inversión responsable establecidas por la
Conferencia de Obispos Católicos de los EEUU (USCCB).
[2] No parece que el hecho de
conseguir superarlo durante 8 años consecutivos sea meramente accidental.
¿Tendrá alguna explicación?
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