Bueno, pues ha ganado Trump. Pero si alguien piensa que dada
mi tímida conversión al trumpismo de la semana pasada estoy contento, le tengo
que decir que no. Tengo graves mixfeelings. Si en las pasadas elecciones USA
hubiese ganado Mitt Romney a Obama (tengo que reconocer que he tenido que
recurrir a san Google para acordarme de quien fue el oponente de Obama hace
cuatro años), hubiese dado saltos de alegría. Hoy, no.
Me alegra mucho que Hillary, a quien detesto cordialmente,
se haya quedado con dos palmos de narices. Definitivamente, es una loser, y me
alegro, porque con su derrota (unida a la de ambas cámaras) van a retroceder
políticas abortistas y otras “maravillas” progres. También me alegra porque
como dije en el último post, se van a abrir las ventanas de una
economía encerrada y asfixiada. Pero me da un miedo bastante grande que se por el proteccionismo se cierre otra ventana, la del comercio internacional, y el efecto que esto pueda tener en la economía mundial en general y en la de los países en desarrollo en particular y, más en particular en la de México. No obstante
confío mucho en la sabia democracia americana, llena de checks and balances que
es muy posible que no le perita llevar a cabo estas medidas proteccionistas.
Máxime cuando en las cámaras hay una mayoría de republicanos sensatos que no
comulgan con las barbaridades proteccionistas de Trump.
No puedo evitar echar la vista atrás y tirar de mi memoria.
Recuerdo perfectamente las barbaridades que se decían contra Reagan antes de su
elección. Recuerdo cuando vino a España, en mayo de 1985, después de su
reelección. Ese día fui a cenar a casa de un amigo que vivía cerca del la
Ópera. Cruzar la Puerta del Sol fue terrible. Cubos de basura volcados y
banderas de los EEUU ardiendo. Por si alguien no me cree, ahí va un vídeo (por
cierto, que añoranza me produce ver a Felipe González y compararlo con el PSOE
de hoy). Por supuesto, no digo que Trump sea como Reagan. ¡Ojalá! Porque, para
mí, Reagan fue uno de los mejores presidentes de los EEUU. Lo que digo es que
wait and see. EEUU es la primera democracia del mundo, basada en una enorme
dosis de sentido común, que sabe filtrar. Pero, con eso y todo, reconozco que
tengo miedo.
Creo que ha pasado lo que decía un titular de periódico de
hace unos días: “Que pierda el peor”. Creo que así ha sido. Pero, tiempo al
tiempo, tranquilidad, serenidad y, sobre todo, al menos yo, rezar al Señor de
la historia.
Ahora bien, la Bolsa se va a dar un batacazo espectacular.
Y, por otro lado, espero que las encuestas políticas dejen de atormentarnos,
porque no dan una.(Esta última frase la escribí el miércoles por la mañana temprano. La realidad la ha desmentido. Las bolsas casi ni se han inmutado)
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