Fuerzas aliadas de EEUU, Reino Unido y Francia han
bombardeado Siria esta madrugada. Por supuesto, Assad es un asesino sanguinario
y no me merece más que repugnancia. Pero tras la guerra de Irak, en la que
equivocadamente yo creía, llegué a la conclusión de que existe una ecología
geopolítica como existe una ecología en la naturaleza. Si alguien, con muy
buena intención, intenta cambiar el equilibrio natural en las especies de un
entorno, es casi seguro que generará desequilibrios indeseados que harán mucho
peor el remedio que la enfermedad. Eliminar a otro ser despreciable como fue
Sadam Hussein, trajo la situación que ahora vivimos, Daesh incluido. Por si
fuera poco, en la guerra de Irak no había una potencia potencialmente
beligerante como Rusia. Por eso, este bombardeo, me produce un terrible
malestar y una inmensa preocupación.
Veremos si no se lo ponemos todavía más difícil al Señor de
la Historia que, por algún designio misterioso, ha dejado el mundo en manos de
nuestra libertad. Rezo por que ilumine a los actores de este drama y actúe por
la puerta de atrás de esa libertad.
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