Hoy he leído en “El Mundo” que el día 30 de Marzo murió un
MAESTRO: Fernando Pereira. No tuve el honor de tenerle como profesor de
contabilidad cuando hice el IESE, allá por el año 1977. Pero un discípulo suyo
(además de ser Phd por Harvard, Eduardo Ballarín (también fallecido), me abrió
los ojos a esa disciplina. Y “el Pereira”, por antonomasia fue el libro de
contabilidad que me enseñó, con sabiduría y sin vacua erudición, casi todo lo
poco que ahora pueda saber de esa materia. ¡Qué gran profesión la de “Maestro”,
en la que uno puede dejar huella en otras personas! Me daría con un canto en
los dientes si mi huella se acercase a la cuarta parte de la que ha dejado el
MAESTRO Fernando Pereira. Vaya para los dos, Fernando Pereira y Eduardo
Ballarín, mi recuerdo y mi homenaje. Descansen en paz.
6 de abril de 2018
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