Ya sabéis por el nombre de mi
blog que soy como una urraca que recoge todo lo que brilla para llevarlo a su
nido. Desde hace años, tal vez desde más o menos 1998, he ido recopilando toda
idea que me parecía brillante, viniese de donde viniese. Lo he hecho con el
espíritu con que Odiseo lo hacía para no olvidarse de Ítaca y Penélope, o de
Penélope tejiendo y destejiendo su manto para no olvidar a Odiseo. Cuando las
brumas de la flor del loto de lo cotidiano enturbian mi recuerdo de lo que
merece la pena en la vida, de cuál es la forma adecuada de vivirla, doy un
paseo aleatorio por estas ideas, me rescato del olvido y recupero la
consciencia. Son para mí como un elixir contra la anestesia paralizante del
olvido y evitan que Circe me convierta en cerdo. Espero que también tengan este
efecto benéfico para vosotros. Por eso empiezo a publicar una a la semana a
partir del 13 de Enero del 2010.
Sentimos y
experimentamos que somos eternos. [...] ...hemos experimentado la eternidad
presente en el tiempo. Y pienso que detrás de la muerte tendremos una nueva
experiencia, la experiencia del tiempo todavía presente en la eternidad. [...]
Por tanto, ya en vida gozamos de la eternidad, y tras esta vida gozaremos de
nuevo del tiempo. [...] El tiempo es la eternidad ya comenzada. La eternidad es
el tiempo tras la muerte. [...] Pero Bergson me hizo entender que en el tiempo
había una especie de invención continua del futuro. [...] ...y sin embargo, al
final de mi vida yo entiendo el tiempo de una manera completamente diferente.
Jean Guitton.
Discurso “El ..., el héroe y el santo”, pronunciado en Madrid en 1995.
Veo que bebemos en muchas fuentes comunes!!
ResponderEliminarJuan
y ya que vamos de mismas fuentes, que te parece Chesterton?
ResponderEliminarAunque no venga al caso del post, mírate un poco su doctrina del Distributismo.
Abrazo
Juan
Hola Juan, soy Tomás:
ResponderEliminarAdmiro enormemente a Chesterton. Me parece un apologeta fantástico del cristianismo. Entre las cosas suyas que he leído, tengo un libro que se llama "El amor o la fuerza del sino", que es una recopilación suya de relatos breves que me parece impresionante. Pero cuando se pone a hablar de economía, creo que mete la pata, sencillamente porque habla de lo que no sabe. Concretamente el distributismo me parece una utopía, en el mal sentido de la palabra, falsa que de intentarse llevar a la práctica acabaría creando hambre, miseria y, al final, dictaduras y terror. Afortunadamente, nunca pasará de ser una elucubración de alguien que habla sin saber de lo que habla. Tengo un amigo que ha hecho su tesis doctoral sobre el distributismo y, al final, opina lo mismo que yo.
No obstante, mi admiración por Chesterton es casi ilimitada.
Un abrazo.
Tomás