Sé
que hoy, a los pocos días de la sentencia del caso Gürtel, hablar de corrupción
y de mociones de censura es como meterse en aguas turbulentas. No obstante,
como nunca me ha dado miedo el agua, voy a intentar construir un puente sobre
esas aguas turbulentas: “a bridge over troubled water”, como dice la canción de
Simon y Garfunkel. Si se derrumba y me caigo al agua, intentaré no ahogarme en
sus remolinos.
Verdaderamente,
la situación política española le lleva a uno a taparse con fuerza la nariz
para intentar, vanamente, que el olor a mierda no le produzca náuseas. Dicho
esto, me atrevo a decir –y aquí es donde empiezo a construir mi puente sobre
aguas turbulentas– que, hoy, a mediados de 2018, España es un país casi libre
de corrupción. El olor nauseabundo viene de épocas pasadas. En la cloaca por la
que circulaban las aguas negras se ha puesto un filtro muy estrecho –al final
veremos cómo y juzgaremos sus efectos sobre la vida política española– que ha
creado un enorme atasco de mierda, que es la que produce el hedor. Esta
limpieza no proviene, por desgracia, de un aumento en el nivel ético de los
actores de la vida pública. Desgraciadamente, procede del miedo. Los políticos
corruptos se han dado cuenta de la existencia de ese filtro y el miedo a ser
atrapados en él les ha hecho moderar –incluso casi suspender– sus conductas
corruptas. Triste, la causa, eficaz el resultado, aunque con importantes
costes, como diré al final. Pero, como decían en una película magnífica llamada
Magnolia, “tal vez tú hayas acabado con
el pasado, pero el pasado no ha acabado contigo”. En estas cosas no vale
empezar tarde a ser “bueno”. Los actos pasados tienen que pasar por el tamiz de
la justicia. Y no se puede hablar de prescripción porque, aunque pase mucho
tiempo desde la comisión del delito, los procesos de enjuiciamiento de la
corrupción que ahora vemos empezaron antes de su prescripción. Así pues, ¡que
cada uno aguante su chaparrón!
Ciertamente,
los partidos que no tienen pasado no han tenido oportunidades de actuar de
forma corrupta y, por lo tanto, están limpios. Tal es el caso de C’s, aunque no
el de Podemos. El argumento de: “si hubiesen tenido oportunidad, hubiesen sido
igual de corruptos”, no pasa de ser un futurible y los futuribles no tienen
ninguna validez. Es posible que hubiese podido ser así, porque la corrupción
forma parte de la naturaleza humana –los cristianos le llamamos pecado
original– y sólo los que luchan en su fuero interno denodadamente contra ella,
por motivos realmente éticos, pueden vencerla. Y me temo que el porcentaje de
personas que mantienen o no mantienen esa lucha ética interna contra la
corrupción es muy similar para todos los partidos. Pero el hecho, sea como sea,
es que C’s está prácticamente libre de corrupción. Lo que deberían haber hecho,
y no han hecho, ninguno de los partidos antiguos de los que han tocado el poder
y han abusado de él, es haber entrado con el hacha para limpiar todo lo que
pudieran el pasado. Ni el PP ni el PSOE lo han hecho. Ciertamente, ambos han
ido a remolque de los acontecimientos judiciales para apartar, de cargos o de
militancia, a los imputados. Pero como dice el dicho popular, “¡a buenas horas
mangas verdes!”. Y, así, claro, les siguen saliendo, a los dos, cosas de ese
pasado que no perdona si no se hace una drástica catarsis. El Gürtel valenciano
del PSOE o Zaplana del PP son ejemplos recientes. Y, me temo, ¡lo que te
rondaré morena! Porque sospecho que todavía vienen por la cloaca aguas negras
no catarsizadas que serán retenidas en el filtro estrecho, manteniendo el
hedor.
Volviendo
a la limpieza de los partidos recién llegados. No es este el caso de Podemos. En
su poco tiempo de capacidad de gobernar o de tener cargos de cierta influencia,
Podemos ha demostrado que no hace ascos a obtener ventajas de sus posibilidades
políticas. Ahí está el caso de Errejón, cobrando de la Universidad de Málaga
sin pisarla ni hacer ni una sola de las cosas que tenía que hacer para cobrar
ese dinero. O el de José Ramón Espinar, niño de papá político del PSOE y
consejero de Bankia inmerso en las black, que usa las influencias de papá para
obtener una vivienda de protección oficial en Alcobendas, sin ser vecino de
Alcobendas, a precio subvencionado, para venderla muy poco tiempo después
ganando 30.000€ sobre un valor de la vivienda de 146.000€. Nada que objetar a
la operación en sí, si no fuera porque el precio de compra estaba subvencionado
y obtuvo la vivienda por enchufe. Como tampoco tengo nada que decir del hecho
de que la parejita de Podemos se compre un chalé del precio que le de la gana.
A menos que sea verdad –y tiene visos de serlo– que la Caja de Ingenieros le
dio el préstamo en unas condiciones mucho mejores que las de mercado y que el
dinero de Podemos estaba depositado en esa Caja y que esto segundo pueda ser la
causa de lo primero. No pasa nada. La izquierda es ética por antonomasia, con independencia
de los hechos. Y esa limpieza ética intrínseca, le da el cinismo de, tras todas
estas cosas, repartir certificados de limpieza corruptiva y convertirse en los
torquemadas de la política, azote de corruptos. ¡Por favor!
Pero,
basta ya de disquisiciones y vayamos a la situación política de actualidad. El
PSOE, indignado por la corrupción –innegable– del PP se lanza a la regeneración
de la política española, obligado por su pureza, lanzando una moción de
censura. Luego hablaré de las posibilidades y pertinencia de esta moción. De
momento, voy a hacer algunas comparaciones. Por supuesto, el hecho de que un
partido sea más corrupto que otro, no hace bueno, ni mucho menos, al menos
corrupto. Pero es que en este caso, se produce un empate técnico en corrupción
entre los dos partidos PP y PSOE. Últimamente he recibido reiteradamente por
WhatsApp un gráfico que pretende ser comparativo de la corrupción de los
distintos partidos. En él, el PSOE sale mucho peor parado que el PP. No lo he
reenviado ni una sola vez, porque no me ofrecía ninguna credibilidad y porque,
como acabo de decir, esta no es una carrera en la que el que tenga menos
corrupción gane. No obstante, sí que tenía interés en saber, de forma lo más
fidedigna posible, la comparativa entre estos dos partidos. Y, buscando en san
Google, he encontrado algo que al menos merece el beneficio de la duda de ser
veraz. Es una página web que se llama
Parece
estrictamente independiente, tiene un bajísimo presupuesto que, según dicen, cubren
íntegramente con donaciones particulares. El nombre no responde a que piense
que los casos de corrupción son casos aislados, sino que afirma que hay una
trama detrás de ellos. El nombre debe ser, por tanto, irónico. Actualizada de
forma continua, presenta toda la lista de casos de corrupción, diciendo a qué
partido son achacables –algunos de ellos no son de partidos, sino puramente
empresariales– y estipulando la cantidad involucrada. Son muchísimos. Van desde
los de varios miles de millones de Euros hasta uno que lleva el nombre de
Carmelitas de 40.000€. Algunos hay que quitarlos de la lista porque no son
casos de corrupción o no son achacables a ningún partido y en la lista sí lo
están. Tal es el caso del rescate a las cajas de ahorros, o de la corrupción de
sus directivos, o de las amnistías fiscales. Pero en conjunto, mi impresión es
que es una web bastante fiable. Quitados estos casos, me he tomado la molestia
de ver, para el PP y el PSOE, a cuanto ascienden las corrupciones de cada uno
de ellos para todos sus casos, grandes y pequeños. El PP obtiene 10.772
millones de € y el PSOE 10.592. Así que, empate técnico de la vergüenza. Entre
los dos suman 21.364. En algún momento, se establece una comparación entre esta
cifra y la de determinadas partidas de los Presupuestos del Estado. Por
supuesto, cada uno es libre de comparar cualquier pareja de cifras, pero creo
que es relevante decir que la comparación es poco significativa. Lo sería si
esas cifras afectasen a los ingresos o gastos del estado, pero no todas –ni
creo que la mayoría– lo hacen. En general son cifras de financiación
fraudulenta a través de empresas que buscan un trato de favor. Por supuesto que
también hay casos que sí afectan a los ingresos o gastos del estado, pero no me
atrevo a hacer semejante desglose.
Por
supuesto, respeto absolutamente la moción de censura como figura, establecida
en la Constitución para desplazar a un gobierno e investir a un nuevo candidato
en un mismo acto si éste gana. Pero ahora la pregunta: ¿Hay o puede haber
cinismo e hipocresía mayores que el hecho de que el PSOE tenga la desvergüenza
de plantear una moción de censura por la vergüenza patriótica que le da la
corrupción del PP? ¡Por favor! Miren la viga de su ojo antes de ver la
–también– viga del ajeno.
Hay
un aspecto de la sentencia de Gürtel en la que se apoya el PSOE para erigirse
en azote de la corrupción. Es el hecho de que en esta sentencia el PP –como
partido, no los acusados penales a título personal– haya sido condenado como
“responsable civil a título lucrativo”. “El PP es –clama el PSOE– una trama de
delincuencia organizada, como reconoce la sentencia”. He hecho algunas
averiguaciones sobre lo que supone esto de “responsable civil a título
lucrativo”. No soy jurista, pero me he asesorado con juristas. A pesar de todo,
es muy posible que algunos sutiles matices se me hayan escapado. Pero acepto
cualquier aclaración al respecto. Lo primero es hacer una distinción, tal vez
innecesaria por obvia, entre una condena penal y una civil. La penal implica la
comisión de un delito. La civil implica tener una responsabilidad y, por tanto,
una obligación, frente a otra persona o institución o frente a la sociedad en
general. Pero sin delito. Bien, esta figura del “responsable civil a título
lucrativo” que aparece en los artículos 121 y 122 del Código Panal es de las
segundas. He aquí lo que dice el Código Panal:
Artículo 121.
El Estado, la Comunidad
Autónoma, la provincia, la isla, el municipio y demás entes públicos, según los
casos, responden subsidiariamente de los daños causados por los penalmente
responsables de los delitos dolosos o culposos, cuando éstos sean autoridad,
agentes y contratados de la misma o funcionarios públicos en el ejercicio de
sus cargos o funciones siempre que la lesión sea consecuencia directa del
funcionamiento de los servicios públicos que les estuvieren confiados, sin
perjuicio de la responsabilidad patrimonial derivada del funcionamiento normal
o anormal de dichos servicios exigible conforme a las normas de procedimiento
administrativo, y sin que, en ningún caso, pueda darse una duplicidad
indemnizatoria.
Si se exigiera en el
proceso penal la responsabilidad civil de la autoridad, agentes y contratados
de la misma o funcionarios públicos, la pretensión deberá dirigirse
simultáneamente contra la Administración o ente público presuntamente
responsable civil subsidiario.
Artículo 122.
El que por título
lucrativo hubiere participado de los efectos de un delito o falta, está
obligado a la restitución de la cosa o al resarcimiento del daño hasta la
cuantía de su participación.
La
verdad es que esto no me aclara mucho. Así que he recurrido a quien pueda
aclararmelo. Además de aclaraciones personales que me han dado juristas que
considero altamente solventes, he recurrido a internet para buscar opiniones
autorizadas. He visto unas cinco. Todas vienen a coincidir. Pongo un link a la
que me ha parecido más clara:
Por
si alguno no quiere ir a leer este texto, expongo lo que yo he podido concluir
de las informaciones que he recabado.
1º
Ser “responsable civil a título lucrativo” no significa haber cometido ningún
delito. Tiene que haber un delito precedente, pero el “responsable civil a
título lucrativo” no lo ha cometido.
2º
El “responsable civil a título lucrativo”, para poder ser tal tiene que
“ignorar la procedencia ilegal de
los mismos, pues si conociese o participase de ese origen criminal podría dar
lugar a responsabilidades penales y, por tanto, a la aplicación del artículo
116 del Código Penal en cuanto a la responsabilidad civil”[1], Es
decir si el “responsable civil a título lucrativo”, conociese que los fondos de los que se
lucra proviniesen de un delito, entonces no se podría acoger a esa figura y
sería cómplice o encubridor. Ignorar el origen delictivo de los fondos no
implica que no se conozca que esos fondos se han recibido. Por tanto, el hecho
de que el PP supiese del ingreso de esas cantidades no implica que se le pueda
imputar un delito, sino la condición de “responsable civil a título
lucrativo”[2].
Esto
es lo que da de sí la condena como “responsable civil a título lucrativo”.
¿Grave? Sin duda. ¿Banda de delincuentes organizada? No para el PP como partido
según esta sentencia.
Otra
cosa que llena la boca del PSOE es el hecho de que el tribunal haya dicho que
no concede credibilidad a la declaración de Rajoy. No sé si esta expresión es
muy afortunada. Si el tribunal cree que ha mentido, le puede acusar de
perjurio. El peso que el tribunal de en su sentencia a cualquier testimonio es
un asunto interno suyo y tiene todo el derecho a dar más o menos peso a un
testimonio u otro. Es una opinión respetable pero no forma parte de la
sentencia, por lo que no es más que una opinión. Por supuesto, creo que supiese
lo que supiese Rajoy sobre este asunto, su declaración habría sido la misma:
alegar desconocimiento. Cosa que, por otro lado, también están haciendo todos
los procesados de los ERE’s, del PSOE. Así que, ¡basta ya de presentarse como
los defensores del honor patrio! ¡Basta de cinismo e hipocresía! El único que,
con las salvaguardas apuntadas más arriba, podría hacerlo, sería C’s.
Y,
ahora, a la viabilidad de esta moción.
La
composición actual del Congreso es la siguiente:
Partido
Popular………….. 134 diputados
PSOE……………………. 84 diputados
Podemos
y otros socios…. 67 diputados
Ciudadanos…………….… 32 diputados
ERC……………………… 9 diputados
PNV……………………… 5 diputados
Grupo
Mixto
PDeCAT…………………. 8 diputados
Compromís………………. 4 diputados
UPN……………………… 2 diputados
EH
Bildu…………………. 2 diputados
Coalición
Canaria………… 1 diputado
Foro
Asturias……………... 1 diputado
Nueva
Canarias…………… 1 diputado
TOTAL………………….. 350 diputados
Los
votos con los que el PSOE podría contar en principio son los de Podemos y sus
socios, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís, EH Bildu y Nueva Canarias, es decir 180
diputados. Para obtener los 176 votos favorables necesarios sólo le podrían
fallar 4. Dicho de otra manera, no necesitara los votos de EH Bildu, pero sí,
inexcusablemente los de ERC, PNV y PDeCAT. Si efectivamente, como dice el PSOE,
no hay ningún acercamiento a estos partidos para que apoyen la moción de
censura, pero ellos la apoyan gratis et amore, nada tendría que objetar. Pero
realmente, se me antoja difícil creer que eso pueda ocurrir. De forma que no
creo que la moción tenga muchas posibilidades de salir adelante. Pero, si
saliese, pensemos en el día después. Por el hecho de ganarla, Pedro Sánchez
quedaría automáticamente investido presidente. Pero, a partir de ese día, ¿cómo
se gobierna con 84 diputados? Me sorprendió enormemente que Carmen Calvo, el La
Noche de 24h, donde fue a justificar la moción de censura, dijese que los
presupuestos, a los que su partido había votado NO como si se tratase de una
plaga, podían tener flexibilidad suficiente como para dar juego. ¿Flexibilidad
o manipulación? Podemos le ha dado al PSOE su apoyo incondicional e imaginemos
que también se lo diesen, igual de incondicional, los otros partidos que
necesite. ¿Seguirían siendo incondicionales sus apoyos para sacar leyes
concretas? Pablo Iglesias y sus compañeros no tendrían ninguna cartera en el
gobierno –han dicho– pero, ¿qué podría hacerse sin su placet? ¿Sería gratis
este placet? Evidentemente que no. Y lo mismo vale para los partidos
independentistas. No se me ocurre pensar en nada peor para España que un
gobierno así. Porque en la cabeza de Pedro Sánchez y en las palabras del PSOE
no hay nada que haga pensar que no vaya a querer gobernar así hasta el final de
la legislatura. Revocar la reforma laboral, “flexibilizar” los presupuestos,
volver a disparar el gasto, etc. En definitiva, volver a crear las condiciones
para que España entre a formar parte otra vez de los PIGS de los que tanto nos
costó salir.
Cabe
la otra posibilidad, aún no planteada, por lo menos hasta hoy. Una moción como
la que le gustaría a C’s con un presidente de trapo cuya única función fuese
convocar inmediatamente elecciones. ¿Alguien cree que una situación de
interinidad de trapo no haría feliz a los independentistas? Y, ¿alguien sabe
cuánto podría durar esa interinidad amorfa? ¿Cuántas elecciones habría que
hacer hasta formar un nuevo gobierno de España? Y, mientras tanto, los
independentistas entusiasmados. No gracias. Prefiero no abrir ese melón.
Si
ni Rajoy ni ninguno de los actuales ministros está implicado en ninguna causa
penal, si el PP no es un partido delincuente sino “responsable civil a título
lucrativo”, si las consecuencias de ambos tipos de moción de censura serían
cuanto menos inciertas y cuanto más catastróficas, ¿qué hace tan urgente
convocar nuevas elecciones? Me temo que lo único que hay es el ansia de
gobernar por gobernar de Pedro Sánchez, a como dé lugar, y la impaciencia de
ver materializados YA unos resultados que se les antojan positivos, por parte
de C’s.
Así
pues, hago votos para que la moción de censura presentada no prospere, para que
no se presente una segunda, para que esta legislatura se lleve hasta el final
y, cuando llegue el momento de las nuevas elecciones, que el electorado ponga a
cada uno en su sitio que sólo quedan dos años.
Ciertamente,
creo que España tiene mucho que agradecer a los medios de comunicación. Me
parece que sin ellos, la mayor parte de las corrupciones gravísimas que ha
habido, dormirían para siempre el sueño de los justos, los dirigentes no
tendrían el miedo en el cuerpo que les impide seguir con lo mismo y la actitud
de “manos fuera” que hoy practican por miedo muchos políticos, no existiría.
Pero eso no ha ocurrido sin coste. El arma arrojadiza de los casos de
corrupción con su inevitable amplificación, el cada día mayor desencanto de los
ciudadanos y, a menudo, los juicios mediáticos hacen un enorme daño a personas
e instituciones y, en definitiva, a la democracia. Y con cierta frecuencia, las
sentencias que salen años más tarde, exculpan a personas a las que ya se ha
crucificado. Además, si nosotros mismos nos consideramos los más corruptos del
mundo, ¿cómo nos verán desde fuera? Este es el coste. Con todo, creo que el
balance es positivo. Pero hay un peligro: que el poder judicial, siendo
independiente del ejecutivo, deje de serlo del cuarto poder. Esto sería un daño
terrible para la democracia y, en cierta medida, ya está ocurriendo.
Acabo
con un link a un magnífico artículo de Arcadi Espada de este Domingo en El
Mundo. No es sospechoso Espada de ser tolerante con la corrupción. Y sí me
parece interesado en que la justicia esté lo más alejada posible del
tremendismo periodístico. De ahí que aplauda su periodismo. Nos harían falta
muchos más periodistas así.
[1] Derivado de lo anterior se pueden extraer, entre otras,
algunas conclusiones: a) que es inexcusable la existencia de un delito
antecedente, sobre todo, para que puedan existir los “efectos de un
delito”. No basta cualquier delito sino tiene que ser uno que sea apto de
producir lucro; b) que el artículo 122 está reservado para quién participe
lucrativamente de los efectos ignorando la procedencia ilegal de los mismos,
pues si conociese o participase de ese origen criminal podría dar lugar a
responsabilidades penales y, por tanto, a la aplicación del artículo 116 del Código
Penal en cuanto a la responsabilidad civil. (De la página web citada más
arriba)
[2] 2) que el adquirente tenga meramente conocimiento de la
adquisición e ignore la existencia de la comisión delictiva de donde provienen
los efectos
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