21 de mayo de 2018

¿Quién es el culpable de la masacre de Gaza de la semana pasada?


Empiezo por declarar abiertamente que en el conflicto israelí-palestino soy, con algunas sombras y reservas, claramente pro israelí. La masacre de Palestina de la semana pasada, con 62 muertos, uno de ellos un bebé, podría ser una de esas sombras y reservas. Pero, aunque estremecido por esa masacre, no altero ni un ápice mi pro israelismo. Y no lo hago, porque creo que hay un culpable fundamental de esas muertes y ese culpable se llama Hamas. Pero para explicar mi pro israelismo de base debo remontarme en el tiempo, porque si no se conocen los antecedentes de la historia próxima de una situación, es imposible formarse un criterio ni siquiera aproximadamente ajustado sobre el tema. Haré este recorrido en el tiempo lo más telegráficamente que sea capaz, en orden cronológico, dejando de lado los antecedentes bíblicos que en modo alguno me parece que puedan otorgar ningún derecho a los judíos. Pero también debo decir que jamás en la historia ha habido un estado palestino. El territorio que hoy se conoce como Palestina jamás ha sido un estado palestino. Cananeos, fenicios, judíos, babilonios, persas, griegos, romanos, omeyas, abasíes, turcos y británicos han dominado esa zona desde hace más de 4.000 años. Pero jamás los palestinos han tenido soberanía sobre esos territorios ni han tenido, ni pretendido tener, un estado asentado en ellos. Por tanto, ninguno de los dos, ni judíos ni palestinos, reivindican un derecho histórico. Sólo tras esta revisión cronológica, relativamente reciente desde la perspectiva histórica anterior, daré mi opinión.

Circa 1880: empieza la inmigración judía a Palestina. Palestina está bajo la dominación turca. Los judíos llegan huyendo de pogroms, en gran medida de Rusia, y compran tierras a los palestinos que las habitan, a unos precios que a éstos les parecen estúpidamente altos por parte de los judíos. Los palestinos hacen cola para vender sus tierras. Loa judíos que las compran las cultivan pacíficamente. Por primera vez son cultivadas esas tierras que sólo habían servido para pastos de una ganadería de pastoreo.

1915, se estima en unos 87.000 la población judía de Palestina, frente a unos 590.000 no judíos. No hay enfrentamientos serios entre ellos.

1917, Francia e Inglaterra empiezan a hablar vagamente del hogar nacional judío.

1921. Tras la 1ª Guerra Mundial, los británicos mantienen Palestina como un protectorado. En este año liberan a Amín al-Husayni, palestino nacido en Jerusalén, profundamente antisemita, que había luchado con los alemanes en la 1ª Guerra Mundial. Le nombran Gran Muftí de Jerusalén y es elegido como Presidente del Consejo Supremo Musulmán.

1929-36. Bajo el mando de Husayni se producen matanzas en masa de colonos judíos y se mata también a muchos palestinos moderados. Los británicos le expulsan de Palestina. Se va a Alemania, donde colabora con los nazis en la “solución final”.

1933-45. La persecución nazi contra los judíos provoca un éxodo masivo de éstos a Palestina. Su número alcanza los 600.000.

1929-48. Gran Bretaña, mientras que por una parte impulsa el reparto en dos estados, mantiene a los judíos atados de pies y manos y trata de impedir la inmigración de éstos a Palestina. Esto provoca la aparición de grupos terroristas radicales judíos como el Irgún y Stern. Su terrorismo iba dirigido, fundamentalmente, contra los británicos. El atentado más sonado fue la voladura del hotel King David en 1946, causando 92 muertos. La Haganá, que después será el ejército israelí, se opone abiertamente a los métodos de estas organizaciones terroristas judías.

1948. La ONU establece la creación de dos estados en Palestina, uno judío y otro árabe palestino. Las fronteras entre ambos están diseñadas como un puzle sin sentido. Israel, con un tercio de la población tiene el 54% de la superficie, pero un 80% de la misma es el desierto del Negueb. Jerusalén queda como un enclave en territorio palestino, bajo la autoridad de la ONU. Israel acepta la partición. Pero los palestinos no lo hacen y, aliados con Siria, Egipto, Jordania, Líbano y otros estados árabes, están convencidos de que echarán a los judíos al mar. Los británicos entorpecen todo lo que pueden la preparación de la defensa de los israelíes. Tan pronto como el último soldado británico sale de Palestina empieza el ataque de los árabes. Es mi opinión que el plan de los británicos era precisamente que ocurriese eso. Ellos lavaban su conciencia con la creación del Estado de Israel y, si luego los palestinos y el resto de los países árabes les echaban, un problema menos. Contra todo pronóstico, Israel gana la guerra y se anexiona el territorio palestino, menos la Cisjordania que, junto con Jerusalén, se la quedó Jordania y la franja de Gaza, que se la quedó Egipto. En la guerra, la ONU abandona Jerusalén e Israel se queda con una parte de la ciudad, y un corredor que la unía con sus territorios. Así pues, la Nakba, el Desastre, la Tragedia, no fue sólo obra del estado de Israel, sino también de Egipto y Jordania que se cobraron a buen precio su ayuda en la fallida guerra. Y, por parte de Israel no fue un acto gratuito, fue consecuencia de una guerra iniciada por los palestinos y los países árabes circundantes, para acabar con su existencia.

1952. Los palestinos que decidieron quedarse en el Estado de Israel, cerca de un millón y medio y del 20% de la población, gozan de la nacionalidad israelí y, aunque en muchas ocasiones sus derechos civiles no son respetados, sus derechos políticos sí lo son. Pueden formar partidos políticos, votar, tienen representación en el Parlamento israelí (Knesset), etc. No hay un solo palestino con nacionalidad israelí que desee renunciar a ella. Los palestinos que se quedaron en las zonas ocupadas por Egipto o por Jordania fueron confinados en campos de concentración y posteriormente expulsados. La mayoría acabaron por refugiarse en el Líbano.

1956. Nasser se alía con Siria y Jordania, cierra el paso al puerto de Israel en el golfo de Accaba, en el mar rojo y toma el canal de Suez con el fin de estrangular el comercio de Israel. Israel inicia una guerra que gana, conquistando la franja de Gaza y la península del Sinaí. La ONU para la guerra consiguiendo un pacto con Israel para que éste devuelva a Egipto la franja de Gaza y permita que el Sinaí, quede bajo la custodia de la ONU.

1967. Nasser vuelve a cerrar el paso de Israel al mar rojo y expulsa a las fuerzas de la ONU de la península del Sinaí. Israel inicia la guerra de los 6 días y toma otra vez la franja de Gaza y el Sinaí, así como Cisjordania y los altos del Golán a Siria. Esta vez no los devuelven y empiezan a fundar colonias judías en estos territorios conquistados. En estos momentos hay más de medio millón de colonos judíos y unos 125 asentamientos en los territorios ocupados.

1973. Tropas egipcias, sirias, irakíes y jordanas atacan a Israel el día del Yom Kippur (6 de Octubre). El servicio secreto israelí (El Mossad) conocía el ataque, pero deja que se produzca para que no se le pueda acusar de haber iniciado la guerra, como en las dos guerras anteriores. Comete un error de cálculo y está a punto de perderla. Pero pronto reacciona y la retirada inicial se transforma en un contraataque. Llegaron a 40 Km de Damasco, reconquistaron el Sinaí y cruzaron el canal de Suez, entrando en Egipto y embolsando al Tercer Ejército egipcio. El 26 de Octubre, Israel, presionado por EEUU y la Unión Soviética, para la ofensiva y abandona los territorios de Egipto y Siria en los que había penetrado, con excepción del Sinaí y los altos del Golán. Golda Meir afirmaría más tarde que los países árabes podían permitirse muchas derrotas, pero Israel no podía permitirse ninguna. La del Yom Kippur estuvo a punto de ser la primera, la última y la definitiva derrota de Israel, y la desaparición de su estado.

1978. Camp David I. Israel y Egipto firman la paz. Egipto reconoce el estado de Israel. Israel devuelve el Sinaí desmantelando las colonias instaladas allí y se elabora una hoja de ruta para establecer una Autoridad Nacional Palestina en Gaza y Cisjordania, si bien, bajo la supervisión israelí y en territorio considerado como suyo. Al Fatah renuncia formalmente al terrorismo y se convierte en el interlocutor por parte de la Autoridad Nacional Palestina.

1981. Anwar el Sadat es asesinado por radicales musulmanes por este acuerdo.

1982. Israel invade el Líbano desde donde los palestinos, con el apoyo de Siria, lanzan continuos ataques sobre el norte de Israel. Nacen las milicias de Hezbolá de inspiración chiita, mantenidas y armadas por Irán.

1987. Cuatro jóvenes palestinos mueren atropellados por un camión militar israelí. Empieza la primera intifada (rebelión)

1993. El tratado de Oslo pone fin a la primera intifada.

1994 Isaac Rabin firma la paz con Jordania.

1995 Isaac Rabin es asesinado por colonos judíos.

1995. El Congreso de los EEUU, bajo la presidencia de Bill Clinton, decreta que la embajada de su país en Israel se traslade a Jerusalén. Desde entonces, todos los presidentes de los EEUU, Clinton, Bush hijo y Obama, cada seis meses, han utilizado la exención presidencial para retrasar el cumplimiento de ese mandato del Congreso, aludiendo cuestiones de seguridad nacional.

2000. Israel se retira del Líbano. El sur de este país queda en manos de Hezbolá. Guerra civil en el Líbano.

2000. Camp David II. Yaser Arafat participa en representación palestina, aleccionado por el precedente del asesinato de Sadat. Israel, bajo la presión de EEUU va haciendo propuestas cada vez con más concesiones. Arafat las rechaza todas.  La última suponía la eventual creación de un estado palestino con toda la franja de Gaza, el 91% de Cisjordania, un corredor que uniese las dos partes y la división de Jerusalén en dos partes, con la tutela de la explanada de las mezquitas por la Autoridad Nacional Palestina. No se aceptaba el regreso inmediato de los palestinos del Líbano, pero se preveía una batería de medidas económicas para su inserción paulatina en el estado palestino cuando éste se estableciese tras una hoja de ruta. Arafat rechaza la propuesta indignado, sin hacer ninguna contrapropuesta. Camp David II fracasa.

Diciembre 2000. Ariel Sharon entra escoltado en la explanada de las mezquitas. Esto provoca la ira de los palestinos. Al día siguiente éstos, desde arriba, lanzan piedras a los creyentes judíos que rezaban en el muro de las lamentaciones. El ejército israelí abre fuego y mata a siete palestinos. Esto da inicio a la segunda intifada que causa más de 4000 muertos, 1000 de ellos israelíes.

2004 Sharon desmantela 17 asentamientos judíos de la franja de Gaza con 7500 colonos.

Diciembre de 2004. Muere Arafat.

2005. Abu Mazen, antiguo terrorista que se había convertido en moderado, es elegido presidente de la ANP. Junto con Sharon pacta el fin de la segunda intifada. Pocas horas después, Hamas, movimiento yihadista profundamente implantado en Gaza y catalogado como organización terrorista por países como la UE, los EEUU, Japón, Canadá o Australia, inicia u ataque con morteros sobre territorio israelí.

2006 Hamas gana con mayoría absoluta las elecciones de la ANP. Hezbolá intensifica sus ataques desde el sur del Líbano. Nueva invasión del Líbano por Israel. Israel cede el control del sur del Líbano a los cascos azules de la ONU.

2007. Abu Mazen, como presidente de la ANP convoca elecciones anticipadas. Hamás, dueña de Gaza, persigue y expulsa de allí a los de Fatah, el partido moderado de Abu Mazen. Éste se queda en Cisjordania y Hamás gobierna en Gaza sin oposición de ningún tipo. Israel inicia el bloqueo de Gaza. Pero Hamas recibe armamento de otros países árabes. Dispone de misiles que pueden alcanzar cualquier punto de Israel y perfora túneles por debajo de la frontera, desde donde lanza ataques por tierra a Israel. Sólo el que Israel posea escudos antimisil evita masacres.

2014. Tras sufrir varios ataques con misiles, Israel lanza un ataque masivo contra Hamás en Gaza para destruir estos misiles y cegar los túneles que atraviesan la frontera.

2018. Trump decide no usar la exención presidencial y dar curso al mandato del Congreso de llevar la embajada de los EEUU de Tel Aviv a Jerusalén.

Tras este recorrido cronológico a vuelo de pájaro, mi opinión. Como he dicho al principio, me declaro abiertamente pro israelí. Creo que, a la vista de la precedente cronología de los hechos, caben pocas dudas de por qué lo soy. Si alguien no lo ve, me siento incapaz de explicárselo en unas líneas. No me meteré a decir si la resolución de la ONU de 1948 sobre la creación de los dos estados fue justa o injusta o si estaba bien o mal implementada. Pero me caben pocas dudas de que si no hubiera sido por el radicalismo anti israelí por parte de los palestinos, el resto de países árabes e Irán, hace tiempo que el problema palestino estaría resuelto y que los palestinos vivirían infinitamente mejor de como lo hacen ahora.

Pero, vamos al asunto de la masacre de la pasada semana. No veo ninguna razón objetiva por la que un país democrático soberano no pueda llevar su embajada al lugar que le plazca dentro de otro estado soberano. Máxime cuando la decisión ha sido tomada por el Congreso de ese país hace 23 años. ¿No era el momento oportuno? ¿Cuándo es el momento oportuno? ¿Oportuno para quién? Por tanto, la ira desatada por ese motivo no tiene, a mi modo de ver, ninguna justificación. Esa ira está, además, inducida y envenenada por un grupo terrorista. Con esa excusa, Hamás ha lanzado desde Gaza hacia Israel a más de 40.000 personas, es decir, una auténtica marea humana desatada. Creo que un país tiene el derecho de defender sus fronteras contra una marea humana que las desborda con fines violentos. ¿Hasta dónde habría que haberles dejado llegar? ¿Hasta Jerusalén? ¿Cuál era el lugar en el que habría que detenerles? ¿Ninguno? Por otro lado, no es nuevo el hecho de que en las revueltas de los países árabes –y musulmanes en general– contra países occidentales, se utilicen escudos humanos o se ponga a mujeres y niños en la avanzadilla. ¿Alguien puede explicar qué hacían bebes en la avalancha que intentaba asaltar Israel? Sólo hay una explicación. Estaban ahí, enviados por los radicales y radicalizados para ver si morían y esto levantaba la indignación del mundo.

Puede pensarse que la tecnología militar y de orden público de las que dispone Israel, hace posible que se utilicen métodos suficientemente contundentes, pero no mortales. Puede pensarse, pero hay, sin embargo, un .. si pero…, y un si pero, muy importante a eso que puede pensarse. Las imágenes que se nos enseñan parecen indicar que entre los asaltantes de la frontera únicamente hay jóvenes armados con hondas y tiragomas que, por grandes y potentes que sean son sólo eso, hondas y tiragomas. Pero creo que es indudable que, entre esas imágenes, hay escondidos radicales que no llevan precisamente esas armas, sino otras de mucha mayor capacidad mortífera para las fuerzas israelíes. Y, como es habitual, estos radicales van debidamente mezclados y camuflados entre aquellos a los que inflaman con su radicalismo y mandan armados con hondas y tiragomas. Además de niños. Pero no se puede obviar un dato a mi modo de ver muy relevante. De las 62 víctimas mortales de la masacre 50 eran miembros de Hamás, es decir, terroristas, según la UE, los EEUU, Japón, Canadá y Australia, entre otros países. Ignoro qué proporción de terroristas había en la avalancha humana que intentó pasar la frontera, pero estoy seguro de que la relación era enormemente menor de 50 sobre 62. Lo que quiere decir que el ejército israelí no abrió fuego de forma indiscriminada, sino que tuvo buen cuidado de intentar matar sólo a terroristas. Es ciero, mataron a 12 civiles que no lo eran, un bebé entre ellos. Pero, ¿quién incitó a los civiles de Gaza a ese temerario asalto? ¿Y quién llevó a bebés a ese frente? La respuesta es evidente: Hamás. Por tanto, ¿quién es el responsable de esas muertes? ¿El ejército israelí que intentó, con bastante puntería, abatir selectivamente a los terroristas? ¿O los que lanzaron a jóvenes insensatos, con hondas y tiragomas, acompañados de niños, a un ataque suicida, mezclándose con ellos? Creo que la respuesta no admite muchas dudas. Un magnífico artículo del 23 de Julio de 2014 en El Mundo, en plena crisis de ese verano, firmado por Masha Gabriel, directora de la revista “Medio Oriente”, acababa con la pregunta: “¿Cómo se combate a un enemigo que busca tu muerte a través de la suya?”. Yo añadiría: … y la de sus hijos? Y respondo: No lo sé.

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