16 de abril de 2017

¡¡¡Feliz Pascua de Resurrección!!!

Supongo que ya os habréis enterado de la Buena Noticia, ¿no? ¡¡¡¡¡Cristo ha resucitado!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡EN VERDAD, HA RESUCITADO!!!!!!!

Os envío un maravilloso texto sobre la resurrección. No es mío. Me ha llegado en uno de esos WA que circulan anónimos por la red y me he permitido, tan sólo, hacerle algún pequeño añadido

¿POR QUÉ JESÚS DOBLÓ EL SUDARIO?

Esta es una historia que es necesario contar.

¿Por qué Jesús dobla el sudario de lino después de su Resurrección?

En el Evangelio de S. Juan 20, 7 nos dice que el sudario que se le colocó en el rostro a Jesús, tras la resurrección, no solo estaba a un lado junto a las vendas, sino doblado.

El Evangelio de S. Juan nos dice en un versículo que el sudario estaba bien doblado, y que se colocó en un lugar aparte (posiblemente en donde estuvo tendido).

“El primer día después del sábado, por la mañana, al rayar el alba, María Magdalena fue al sepulcro y encontró que la piedra había sido removida de la entrada. Se fue corriendo a contárselo a Simón Pedro y al otro discípulo, a quién Jesús amaba. Ella dijo: 'se han llevado el cuerpo del Señor del sepulcro, y no sabemos dónde lo han puesto'. Pedro y el otro discípulo salieron corriendo hacia el sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió mas que Pedro y llego antes que él. Asomándose vio los lienzos caídos, pero no entró. Pedro llegó detrás, y entró en el sepulcro y vio las vendas en el suelo. El sudario que había cubierto su cabeza no estaba junto a los lienzos, sino doblado en un lugar aparte”. (Jn 20, 1-7).

¿Es importante esto? ¡Por supuesto! ¿Es realmente importante? ¡Claro que sí!

Para comprender el significado del sudario (servilleta) doblado, hay que entender un poco acerca de la tradición hebrea en esa época. La servilleta doblada tenía que ver con el señor y el siervo, y todos los judíos conocían esta tradición.

Cuando el siervo ponía la mesa de la cena para el señor, se aseguraba de ponerla exactamente de la manera en que el señor quería. La mesa debía estar decorada a la perfección. Después el criado tenía que esperar fuera de la vista de los comensales, hasta que el señor había terminado de comer. El siervo no se atrevía a acercarse a la mesa, hasta que el señor no hubiese terminado. Ahora bien, si el señor había terminado de comer, se levantaba de la mesa, se limpiaba los dedos, la boca y la barba, hacia un nudo a la servilleta y la dejaba sobre la mesa. El siervo entendía entonces, que era el momento para limpiar la mesa. La costumbre de aquella época era que la servilleta arrugada significaba ya “he terminado”. Pero si el señor se levantaba de la mesa,  doblaba la servilleta y la ponía junto a su plato, el siervo entendía que no debía acercarse a la mesa. ¿Porqué? Porque la servilleta doblada significaba “no he terminado. iVolveré!”

Jesús había prometido en la última cena que volvería. El propio Juan lo repite hasta la saciedad: “Una vez que me haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que podáis estar donde voy a estar yo”. (Jn 14, 3); “No os dejaré huérfanos, volveré a estar con vosotros”.  (Jn 14, 18); “Ya habéis oído lo que dije, ‘me voy, pero volveré a vosotros’ […] Os lo he dicho antes de que suceda para que cuando suceda creáis. (Jn 14, 28-29); “Dentro de poco dejaréis de verme pero dentro de poco volveréis a verme”. (Jn 16, 16); “Pues lo mismo vosotros: de momento estáis tristes; pero volveré a veros y de nuevo os alegraréis con una alegría que nada ni nadie podrá arrebataros” (Jn 16, 22). Pero Jesús sabía que con su muerte todas estas cosas, por mucho que las hubiera repetido, se les iban a borrar. Por eso, el Domingo, al rayar el alba, quiso recordárselo, justo antes de que le volvieran a ver. Y el discípulo Juan entendió el símbolo del sudario doblado. ¡El Señor volverá! Por eso no entró. Pero vio… y creyó.

Jesús al doblar el sudario quería decir que Él regresaría con un mensaje de Resurrección, con un mensaje de Vida. Para decirnos, a ellos y a nosotros, que vendría a buscarnos al final de nuestra vida, que regresaría al altar en cada Misa para bendecir el Pan de vida eterna y la Bebida de salvación (Jn 6, 50-57). Por eso en cada celebración de la Misa, el sacerdote dobla el corporal. Porque Cristo volverá a hacerse presente en otra celebración, al final de nuestro tiempo y al final de los tiempos. “El que da testimonio de todo esto dice: 'Sí, estoy a punto de llegar’. ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!' Que la gracia de Jesús, el Señor, esté con todos” (fin del libro del Apocalipsis).


¡Ojalá os alcance hoy la Resurrección! ¡¡¡Feliz Pascua de Resurrección para todos!!!

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