15 de marzo de 2018

Frases 15-III-2018

Ya sabéis por el nombre de mi blog que soy como una urraca que recoge todo lo que brilla para llevarlo a su nido. Desde hace años, tal vez desde más o menos 1998, he ido recopilando toda idea que me parecía brillante, viniese de donde viniese. Lo he hecho con el espíritu con que Odiseo lo hacía para no olvidarse de Ítaca y Penélope, o de Penélope tejiendo y destejiendo su manto para no olvidar a Odiseo. Cuando las brumas de la flor del loto de lo cotidiano enturbian mi recuerdo de lo que merece la pena en la vida, de cuál es la forma adecuada de vivirla, doy un paseo aleatorio por estas ideas, me rescato del olvido y recupero la consciencia. Son para mí como un elixir contra la anestesia paralizante del olvido y evitan que Circe me convierta en cerdo. Espero que también tengan este efecto benéfico para vosotros. Por eso empiezo a publicar una a la semana a partir del 13 de Enero del 2010.

El amor es la alegría más profunda, la que nace siempre del alma, y sólo después nos deja saborear ese bienestar físico, ese equilibrio de los sentidos que gana toda nuestra persona y que dispensa no sé qué seguridad sólida e inatacable. ningún placer puede compararse con el placer que es como una sombra de la alegría del alma y que, nacido de ella, la duplica. Este placer es el que, en el amor, funde a dos seres en uno, cuando es el término, no el origen, del amor mismo. [...] El alma sólo puede ofrecerse entonces bajo las especies del corazón; la pasión aparece aquí bajo los rasgos de la ternura, la más pura de las pasiones que existen en este mundo, de la cual nos dan una imagen la música de Chausson, la pintura de Giorgione o ciertos versos de Keats: entonces, los sentidos mismos, dotados de una vida interior que les es propia... operan la encarnación del alma y la espiritualización de los sentidos. [...] Por el contrario, cuando el placer es el origen del amor, se sufre la dura ley que obliga a los amantes a buscar sus almas a través del placer: “Mediis in voluptatibus surgit amare aliquid”; “en medio de los placeres surge algo amargo”, canta Lucrecio. Entonces, cada uno de los dos recobra la soledad íntima, la imposibilidad de comunicarse interiormente, soledad acrecentada y más consciente después de la armonización física momentánea.

Charles du Bos. Mezcla entre aproximaciones y extracto de un diario.

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