Tomás Alfaro Drake
Ya sabéis por el nombre de mi blog que soy como una urraca que recoge todo lo que brilla para llevarlo a su nido. Desde hace años, tal vez desde más o menos 1998, he ido recopilando toda idea que me parecía brillante, viniese de donde viniese. Lo he hecho con el espíritu con que Odiseo lo hacía para no olvidarse de Ítaca y Penélope, o de Penélope tejiendo y destejiendo su manto para no olvidar a Odiseo. Cuando las brumas de la flor del loto de lo cotidiano enturbian mi recuerdo de lo que merece la pena en la vida, de cuál es la forma adecuada de vivirla, doy un paseo aleatorio por estas ideas, me rescato del olvido y recupero la consciencia. Son para mí como un elixir contra la anestesia paralizante del olvido y evitan que Circe me convierta en cerdo. Espero que también tengan este efecto benéfico para vosotros. Por eso empiezo a publicar una a la semana a partir del 13 de Enero del 2010.
En los ojos de mis hijos hay esplendor de alegría y de vida; saltan y brincan, beben luz y aire. En ellos vivo y en ellos revivo. Ahora que abren los ojos al mundo y descubren cada día algo, lo descubro yo con ellos; estoy rehaciendo mi mundo. Y me parece resucitar mi niñez, y que todo es nuevo bajo el sol, y que es mi existencia una creación continua.
Miguel de Unamuno
Yo también, como Unamuno, sigo descubriendo el mundo a través de mis hijos, de todos ellos, aunque ya son adultos. Lo último es que mi hija Marta entró el pasado 2 de Octubre, con 32 años, pianista y empresaria, en el convento de las clarisas en Lerma/La Aguilera. Ella ha abierto los ojos a un nuevo mundo y está descubriendo cada día el apasionante amor esponsal con Cristo. Y yo lo descubro en ella, a través de ella –el domingo 10 de Octubre estuve allí un par de horas con ella–, y también mi mundo –con casi sesenta años– se está rehaciendo con una continua creación que no ha hecho más que empezar.
P.D. Lo que ayer, cuando preparé esta entrada era lo último, ya es lo penúltimo. Hoy, a mi hija María le han hecho contrato fijo en su empresa. Y la vida sigue, en gran medida, a través de los hijos.
13 de octubre de 2010
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Querido Tomás:
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena por la entrada de tu hija en el convento de las clarisas de Lerma. Espero que confirme su vocación esponsal con Cristo día a día. En Lerma ha sido la primera vez en la que he sentido envidia -si alguna vez puede ser sana- por la belleza de quienes han recibido esa llamada. Creo que el convento de las Clarisas de Lerma es uno de los sitios más llenos de Belleza que hay en el Mundo por la fuerza con la que está soplando el Espíritu de Dios. Mi quinta hija nació el 16 de septiembre y se llama Clara.
Un abrazo de Juan Antonio Montero
Hola Juan Antonio, soy Tomás.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu enhorabuena. Verdaderamente es cierto todo lo que dices sobre lo que se ve y se palpa en el convento de las clarisas de La Aguilera. Por allí circula el viento del Espíritu Santo. Doy gracias a Dios con toda mi alma por haberse fijado en mi hija marta y haberla elegido para él. Reza para que efectivamente, confirme su unión con Cristo día a día. Reza también por todas las clarisas para que sepan ver lo que el Espíritu Santo quiere de ellas. Porque cuando el el Espíritu Santo sopla con esa fuerza, rompe muchos esquemas y no es evidente que pide de ellas ni qué caminos seguir. Además de su soplo, necesitan su luz.
Un fuerte abrazo.
Tomás
Hola Tomas, Juan Antonio...que fuerte lo de las Clarisas eh!!... Soy javier y voy cada 30-40 dias...tengo un trocito de mi alli...se llama Aurora.."sor Aurora"..y tanto a mi, como a mi esposa y como no, a los 5 hijos mas que tenemos..nos llena de fuerza. Animo. Es un privilejio que no se puede contar en toda su amplitud. Llevo llendo tres años y cada dia salgo y regreso a Valencia mas impresionado...un abrazo
ResponderEliminarHola Javier, soy Tomás. Como tú dices, un privilegio impresionante. Estamos unidos en la oración de nuestras hijas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Tomás