Ya sabéis por el nombre de mi
blog que soy como una urraca que recoge todo lo que brilla para llevarlo a su
nido. Desde hace años, tal vez desde más o menos 1998, he ido recopilando toda
idea que me parecía brillante, viniese de donde viniese. Lo he hecho con el
espíritu con que Odiseo lo hacía para no olvidarse de Ítaca y Penélope, o de
Penélope tejiendo y destejiendo su manto para no olvidar a Odiseo. Cuando las
brumas de la flor del loto de lo cotidiano enturbian mi recuerdo de lo que
merece la pena en la vida, de cuál es la forma adecuada de vivirla, doy un
paseo aleatorio por estas ideas, me rescato del olvido y recupero la
consciencia. Son para mí como un elixir contra la anestesia paralizante del
olvido y evitan que Circe me convierta en cerdo. Espero que también tengan este
efecto benéfico para vosotros. Por eso empiezo a publicar una a la semana a
partir del 13 de Enero del 2010.
Nosotros, ganadores del premio Nobel, compartimos
con Alfred Nobel su preocupación por que la ciencia sea beneficiosa para la
humanidad.
La ciencia ha
proporcionado grandes bienes y nosotros esperamos que continúe
proporcionándolos en adelante.
Sin embargo, el
conocimiento científico se ha aplicado en ocasiones de forma absolutamente
indeseable, como en la guerra, por ejemplo, al tiempo que su utilización para
fines buenos puede tener efectos secundarios inesperados que no son deseables.
Además, la
soberbia intelectual que la ciencia ha proporcionado, ha cambiado la idea que
la humanidad tiene de sí misma y de su lugar en el universo, lo que ha llevado
a los seres humanos a un empobrecimiento espiritual y a un vacío moral.
Creemos que los
científicos deben tener una especial sensibilidad ética y estamos deseosos de
derribar la tradicional barrera –o incluso oposición– entre la ciencia y la
religión.
Las Iglesias,
sin duda, pueden desempeñar un papel importante en el intento por conseguir
este objetivo; y en particular reconocemos que la Iglesia católica está en una
situación única para aportar una orientación moral a escala mundial.
Por
consiguiente, acogemos muy gustosos la oportunidad que nos ha brindado Nova
Spes de reunirnos para estudiar la situación de la ciencia en nuestra cultura y
agradecemos vivamente la disponibilidad de Vuestra Santidad para tratar con
nosotros los problemas de la humanidad a la luz de la ciencia moderna.
Declaración de 12 premios
Nobel hecha en Roma el 22 de Diciembre de 1998
Nova spes es un
Movimiento Internacional para la promoción de los valores y del desarrollo
humano. Esta declaración la firman: J. Dausset, Nobel de Medicina, Francia. C.
de Duve, Nobel de Medicina, Bélgica. L. Eccles, Nobel de Medicina, Austria. F.
O. Fischer, Nobel de Química, Alemania. L. R. Klein, Nobel de Economía, U.S.A.
H. A. Krelos, Nobel de Medicina, Gran Bretaña. F. A. von Hayek, Nobel de
Economía, Gan Bretaña. S. Ochoa, Nobel de Medicina, España. I. Pricogine, Nobel
de Química, Bélgica. C. H. Townes, Nobel de Física, U.S.A. M. F. H. Wilkins,
Nobel de Medicina, Gran Bretaña. R. S. Yallow, Nobel de Medicina, U.S.A.
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