16 de diciembre de 2015

Ante las Elecciones Generales del 20-D

Antes y después de las últimas elecciones autonómicas y municipales de este pasado mes de marzo publiqué dos posts (11 de Febrero: Explico algunas cosas; 9 de Abril: A raíz de las elecciones andaluzas) sobre las perspectivas que se presentaban para las generales que tenemos en puertas. Ahora no puedo dejar de hacer lo mismo de volver sobre el tema.

Lo primero que quiero decir es que estamos en unas elecciones históricas por varios motivos.

1ª Es evidente que son el fin del bipartidismo y que, por tanto, la gobernabilidad de España –y por tanto su futuro –se jugará en la capacidad para formar coaliciones.
2ª Es un momento extraordinariamente delicado para la economía. Trabajosamente estamos saliendo de la crisis, pero hay muchas cosas que indican que esta recuperación es todavía frágil y precaria y necesita ser apuntalada. Y los argumentos coreados por la prensa de “ya está bien de economía” me parecen absurdos. La economía sana son familias con trabajo. La economía sana supone menos parados y, por tanto más ingresos, menos gastos y, por tanto, más dinero para sanidad y educación. ¡Claro que la economía importa!
3ª No es ni mucho menos descartable que podamos encontrarnos con un tripartito –así lo propone el PSOE y no he oído rechazos tajantes de nadie– de PSOE, C’s y Podemos, tal vez con la tranquilizadora incorporación de IU. Según la encuesta que publicó El Mundo hace unos días, si estos tres partidos estuviesen en la parte alta de la horquilla, obtendrían 210 diputados  (81 PSOE, 69 C`s, 60 Podemos) a los que, si se sumasen los 11 de  IU llegarían a 221, es decir, en cualquier caso, una amplia mayoría. Ciertamente, si PP y C`s obtuviesen su máxima horquilla, sumarían 119 y 69, lo que daría 188 diputados, también suficientes para gobernar con holgura. Es decir, las espadas están en alto y me caben pocas dudas de que con un tripartito o cuatripartito como ese, España se iría al garete. O, aunque sea más ordinario, a la mierda, que es más descriptivo.

Así que, en estas elecciones, experimentos, con gaseosa, por favor. Pero ya me están llegando cosas en las que se sigue hablando, despectivamente, del voto útil, del voto del miedo, del voto del mal menor y no sé qué otras cosas más. Y, la verdad, estoy harto de ese tono despectivo. Ya lo dije en las anteriores elecciones. ¿Voto útil? ¡Claro! ¿O es más racional el voto inútil? ¿Voto del miedo? ¿Por qué se empeñan en llamar miedo a la sensatez? Si alguien me dijese que negarme a intentar llegar en 4 horas a Barcelona con un supercochazo es miedo, le miraría con estupor. ¿Miedo? ¿No será que tú eres un tanto insensato? ¿Voto del mal menor? Por supuesto. Prefiero el mal menor al mayor cuando otra cosa es un sueño irrealizable. Y esto es sana doctrina moral. Se van a enterar de lo que vale un peine los que creen que el mal mayor no es para tanto. Claro que también me han llegado cosas más peregrinas, como el deseo de la catarsis que, supuestamente, traería una coalición del tri o cuatri partito anterior. De las supuestas catarsis se habla con alegría cuando no se viven. Pero cuando se viven, entonces viene el llanto, el paro, el máximo deterioro moral, etc. Sobre todo si tales catarsis son falsas. ¿Alguien cree que una pasadita por el tri/cuatri partito va a producir alguna regeneración moral o de cualquier tipo? Más bien al contrario, nos hundiremos todavía más en el buenismo inmoral. Por favor la patada en el culo de esa catarsis inútil prefiero que no me la den en el mío y, además, me temo que los que hoy cantan a la luna de esa falsa catarsis, cuando ésta llegase gritarían: ¡No era eso, no era eso! Pero acordarse de santa Bárbara cuando truena no sirve para nada. Las rogativas a santa Bárbara –con el mazo dando– hay que hacerlas antes del diluvio. Pero, ¡ay!, si llegamos a la catarsis, nadie me preguntará a quién he votado para ver si me patea el culo. Así que los que votan pensando en la bondad de una catarsis me están perjudicando.

El otro día en el debate a cuatro me puse muy nervioso (No hablo del cara a cara Rajoy-Sánchez porque fue una vergüenza nacional). Entiendo que un político sensato no puede decir lo que yo diría en ese debate a cuatro –o tal vez si lo dijese arrasaba, que nunca se sabe y la gente está muy harta y quiere las cosas claras y el chocolate espeso–, pero metodológicamente lo voy a expresar ahora. Primero diré lo que hubiese dicho a los otros tres si fuese Soraya (Si yo fuese Bruto y Bruto Antonio, como decía Shakespeare) y luego seré yo mismo quien me dirija a la vicepresidenta o, incluso al presidente.

***

Usted, señor Iglesias, debería tener vergüenza de hablar aquí. Porque usted ha sido asesor y ha cobrado del señor Maduro en Venezuela y, aunque la mona se vista de seda, todos sabemos que bajo ese disfraz de seda hay un populista antisistema y gramsciano que busca un paraíso como el venezolano para España. Y cuando habla de corrupción se le debería caer la cara de vergüenza, porque antes de tocar poder ya hay gente manchada en su partido, como el señor Monedero, que se permitió no declarar los ingresos de Venezuela, o la juez canaria Victoria Rosell que parece gravemente sospechosa de cohecho y va la primera de la lista por Las Palmas y dice usted que la nombrará ministra de Justicia si gana las elecciones. Así que, señor Iglesias, no le voy a dedicar ni un minuto más, usted no puede ser interlocutor, ¡váyase del debate!

Usted, señor Sanchez, parece que no se acuerda que su partido ha llevado dos veces a España al borde de la ruina económica. Dos de dos, porque eso ha ocurrido siempre que han gobernado. Es decir, en el 100% de las ocasiones. ¿Pretende hacerlo la tercera vez? Me temo que sí, porque sus políticas económicas serían repetición de las de su inefable y admirado José Luis Rodríguez Zapatero. De corrupción, señor Sánchez usted no debería atreverse a decir una sola palabra. Creo que no necesito referirme a los ERE’s. Ciertamente en el PP ha habido clamorosos casos de corrupción que lamentamos profundamente. Pero le recuerdo que el señor Rato y el señor Bárcenas están ambos procesados y el segundo está en la cárcel. ¿Cuándo va a pasar algo parecido con sus dirigentes pringados hasta las orejas? Lo único que su partido ha traído a España es una disolución moral que ustedes revisten de progresismo y que, por desgracia, ha calado tanto en la sociedad que también el PP se ha contagiado de ella. Pero, casi peor aún, usted, con su imaginación enfermiza, cuya falta achaca a otros, ha ideado un mixto de jilguero y pardillo que se llama estado federal asimétrico, que nadie, ni siquiera usted, sabe lo que es pero que lo que sí es seguro es que es un paso más en el camino de la ruptura de España. Y, lo que es peor, un paso dado con insensatez, creyendo que se va por el buen camino. Porque estado federal, se llame como se llame, ya lo somos. Tal vez demasiado. Pero es que, además, federalismo viene de fe. Los países con un sano federalismo tienen fe en su nación. Los Estados Unidos de América o los también de América Estados Unidos Mexicanos o la europea República Federal de Alemania son países que tienen fe en ellos mismos y que se organizan federalmente para lograr una mayor eficiencia en la administración de los recursos. Nada de eso hay aquí, el federalismo es visto como un paso a la separación y como una carta verde al despilfarro. ¿De verdad cree que es bueno para España ahondar a la aventura irreflexiva en esa línea? Bastantes lodos trajo ya el señor Zapatero auspiciando un Estatuto como el que ahora tiene Cataluña. Más bien habría que recuperar competencias en cosas como educación para que los niños catalanes o vascos no se eduquen en la mentira de que España es una potencia extranjera que les ha robado sus derechos. O que el Llobregat es el río más importante de Cataluña, porque el Ebro, es español de nacimiento y no cuenta. Así que, con usted tampoco voy a gastar un minuto más de mi tiempo. Pero que les quede claro a los españoles, usted es la ruina. Económica, moral y de unidad de España.

De usted, Señor Rivera admiro muchas cosas. Entre otra su valiente posición españolista en Cataluña, sin por eso dejar de sentirse catalán. Sí, señor, sombrero. Pero, ¿después de eso, sabe qué pasa? Qué su partido nunca ha hecho nada y, lo que es peor, sigue sin querer hacerlo y tiene usted una postura ambigua respecto al tripartito. Le he oído a usted decir que no apoyará al señor Rajoy, pero no le he oído en ningún momento desechar por descabellada la peregrina idea del tripartito. Y me temo que, más allá del españolismo en Cataluña, usted no es muy de fiar. Porque, según por dónde salga el sol, usted está siempre mirando al que más calienta y su transparencia deja bastante que desear. Además, me temo que sigue queriendo ver los toros desde la barrera. ¿Gobernar? ¡No, que me mancho el traje! Señor Rivera, eso se puede hacer cuando se tiene un partido con unos poquitos escaños que le hacen ser bisagra. Pero C’s no es un partido bisagra. C’s aspira a alcanzar entre 62 y 69 escaños. Con ese tamaño no se puede ser un partido bisagra que está al sol que más calienta. Con más de 60 escaños los españoles exigen de usted que se defina. ¿A quién va a apoyar? Al demencial tripartito que propugna el señor Sánchez o al partido que, según las encuestas, va a ser el más votado? Creo que los españoles merecen saberlo antes del 20-D. ¿Lo va a decir usted? En todo esto de no querer participar en el gobierno y de no enseñar sus cartas en tema tan importante, me parece que hay una fuerte dosis de irresponsabilidad. Pero voy a decir una cosa a los españoles que crean que usted se decidirá por la racionalidad en vez de por el disparate. En las elecciones andaluzas pasadas, a su partido le costó 39.600 votos cada escaño. Al PP le costó un asiento en el parlamento 31.100 votos. En Madrid, el mismo dato arrojaba 22.600 y 21.800 respectivamente. Sus escaños en Madrid no son tan caros como en Andalucía porque hay muchos más ciudadanos por escaño en Madrid que en Andalucía. Las circunscripciones provinciales de las Generales son mucho más pequeñas y, por lo tanto, su escaño será mucho más caro. Es decir, pasa como en las autonómicas de Cataluña, que al tener JPS concentrado el voto en los sitios en los que había menos habitantes por escaño, sin llegar a la mayoría de votos obtuvo la mayoría de escaños. Así es la ley de Hont y con ella debemos de contar si queremos usar bien el voto. Que entre el PP y su partido se llegue a tener mayoría de escaños –lo que sería importante si usted se decidiese por el sentido común– no es algo ni mucho menos asegurado, como ha quedado claro en el inicio de estas líneas. Así es que es bueno que los españoles sepan que el voto a su partido puede hacer que nos encontremos con el famoso tripartito que usted no ha desechado categóricamente. ¿Voto del útil? Ya lo he dicho antes. ¡toma claro! ¿Voto del miedo? De ninguna manera, voto de la sensatez basada en una sencilla aritmética. ¿Voto del mal menor? Mejor que el del mal mayor. Ahora bien, si en el PP se ha colado el deterioro moral instigado por el experimento social de Zapatero, en el suyo se ha colado todavía más. Sus posturas frente al aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, etc., son bastante más radicales que las del PP. Así que espero que los españoles que rechazan votar al PP por esos motivos, no vayan a caer en votarle a usted, porque sería como salir de la sartén para caer en el fuego. Pero, no obstante, señor Rivera, ojalá en el futuro podamos compartir responsabilidades de gobierno y puedan ir ustedes fogueándose en esto de asumir responsabilidades y puedan seguir teniendo las manos limpias después de muchos años de gobierno. Lo deseo con toda mi alma.

***

Así terminaría yo mi discurso si hubiese estado en el debate. No he cronometrado cuánto duraría esta alocución, pero después ya no diría ni una palabra más.

Ahora, ya sin ser ni Bruto ni Antonio, siendo Tomás Alfaro, me dirijo a la Vicepresidenta del Gobierno o, mejor, al Presidente como candidato número uno del PP.

Señor candidato, su partido me ha decepcionado terriblemente. Le voy a votar en estas elecciones, por utilidad y sensatez, pero sepa que mi voto es prestado. No le tengo por un cínico y, por lo tanto, no voy a decir que se fuma usted un puro con eso del préstamo, aunque seguro que hay muchos en su partido que sí se lo fuman. Pero los que se fuman el puro se equivocan. No le voy a decir que sé lo que haría si estuviera en su lugar. Siempre me ha producido sarpullidos la gente que dice lo que haría sin asumir responsabilidad. Uno debería ser muy prudente al decir lo que haría si no tiene ninguna responsabilidad, pero sí puede decir lo que piensa, que es distinto. Desde hace años su partido se ha ido contagiando del deterioro moral que se va adueñando de la sociedad española. Hasta el punto de que la frontera entre su partido y el resto de los que tienen o pueden tener representación parlamentaria casi ha desaparecido. Y para muchos de los votantes de su partido desde que se fundó, esto les resulta doloroso. No sé si yo, en su pellejo, sería capaz de dar marcha atrás a ese deterioro, por lo que no le critico. El asunto no es un problema de un partido. Es un problema de una sociedad entera. Pero lo que sí se puede  hacer dentro de un partido es una mínima resistencia, una mínima oposición a ese deterioro, cosa que su partido no ha hecho. Jamás se me ocurriría decir que hay que depurar del partido a los que se apuntan a ese deterioro. Entre otras cosas porque se quedaría con demasiada poca gente. Pero es que en su partido se ha depurado a los que se resisten a ese contagio. Y eso sí que me parece lamentable. ¿Sabe qué pasa con el voto prestado? Que un día, vendrá un partido que: a) tenga probabilidades de sacar al menos 1 diputado y b) que sea el partido que esperan los que le prestan el voto. Y ese día se puede usted llevar un susto morrocotudo que lleve a su partido a la marginalidad. Porque sepa usted que gente como yo, que hace primar su razón sobre sus vísceras y les vota, aunque sea con las narices tapadas, hay muchísimos. Pero siga usted sin oponer resistencia al deterioro moral de su partido y acuérdese de santa Bárbara cuando truene, que ya será tarde.

***


Confieso que me gustaría poder votar a un partido como Vox. Lo hice en las últimas municipales de Pozuelo, donde sabía que no iba a ganar una coalición populista. No logré nada. No voté a Vox en las autonómicas, donde voté al PP. Tampoco les hubiese votado si mi municipio hubiese sido Madrid, porque la cosa estaba poco clara. Y me hubiese alegrado de no haberles votado si viviese en Madrid, ya que si los  votos que obtuvieron los de Vox hubieran ido al PP, no tendríamos a Carmena en el ayuntamiento. Algo que pronto lamentarán los que sí viven en Madrid. Y me ocurre que me siento muy de acuerdo con mi razón en vez de con mis tripas. Por supuesto, si un día hay un partido como Vox que tenga una seria posibilidad de ganar aunque sea un escaño, le votaré. Pero si alguien me dice que lo debo hacer antes de que exista esa posibilidad, le diré que no cuente conmigo, que experimentos inútiles, con gaseosa.

8 comentarios:

  1. Muy de acuerdo Tomás, pero mi conciencia que no mi razón, no me ha permitido prestar el voto al Sr. Rajoy, con otro candidato, quizá. Felices Fiestas y Año Nuevo.
    Juan.

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  2. Pues, querido Juan, cuando la conciencia no se rige por la razón acaba en sensiblería y buenísimo y, al final, acaba siendo una conciencia enferma. La Iglesia hace siglos que está contra el fideismo.

    Un abrazo

    Tomas

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  3. Perdona Juan, pero al intentar publicar tu comentario lo he eliminado sin querer. Podrías enviármelo de nuevo para publicarlo?

    Gracias

    Tomas

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  4. Afortunadamente lo he encontrado

    Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Ante las Elecciones Generales del 20-D":

    No se que te diga querido Tomás.
    la Gaudium et Spes es clara, "En lo más profundo de su conciencia descubre el hombre la existencia de una ley que él no se dicta a sí mismo, pero a la cual debe obedecer, y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, advirtiéndole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal...Porque el hombre tiene una ley escrita por Dios en su corazón, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual será juzgado personalmente..(el problema) es cuando el hombre se despreocupa de buscar la verdad y el bien y la conciencia se va progresivamente entenebreciendo por el hábito del pecado".
    La moral que propugna el PP no me parece en conciencia, buena.
    Por utilitarismo si es posible que pudiera votar al PP, pero solo por eso. De momento el utilitarismo no es prioritario ante lo que me dicta moralmente mi conciencia.
    Saludos
    Juan

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  5. Querido Juan. Creo firmemente en la ley natural que está inscrita en nuestras consciencias. Pero esta ley no puede ir contra la razón. El magisterio de la Iglesia, que no hay que leerlo fragmentariamente sino en conjunto es claro en un principio fundamental. NO HAY DOS VERDADES. Y, junto con la conciencia moral, Dios nos ha dado la razón para buscar esa única verdad. Pero con el pecado original nuestra capacidad para leer nuestra conciencia y para usar la razón han quedado, ambas, defectuosas. Por eso es IMPRESCINDIBLE que ambas nos digan lo mismo. Si se contradicen, algo falla. Ciertamente, ambas pueden estar de acuerdo en el error. Por eso debemos ponernos con AMBAS ante Dios para purificarlas. Yo lo hago cada día y ambas me coinciden. Por supuesto, no tengo la certidumbre al 100%, pero el hecho de que puesto honestamente delante de Dios ambas coincidas me da una pZ inmensa y La Paz es un fruto del Espíritu. En una entrada inmediata te doy más argumentos de razón.

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  6. Como podrás ver en el link adjunto, desde que en diciembre de 2011 el PP llegó al poder, las cifras de abortos en España empezaron a bajar. Si supusiésemos que de haber seguido el PSOE se hubiesen mantenido a nivel de 2011 (hipótesis optimista) la aritmética os dice que se han salvado unas 38000 víctimas en 3 años. Casualidad? No. El "abortista" PP, que no tuvo el valor de dar más ha atrás la ley Aido, a la chita callando apoyo a muchos movimientos provida (mi mujer, madrina de la Fundación Madrina lo atestigua) además de no impulsar directamente al aborto en las oficinas de planificación familiar. 38000 vidas!!!! Yo quiero que en los próximos años se salven otras tantas o más. Y para eso SOLO TENGO UNA OPCIÓN, votar al "abortista" PP. con este voto pongo mi granito de arena para salvar 38000 vidas. Con el voto a VOX o con la abstención, mi conciencia se quedaría erróneamente satisfecha, pero no aportaría mi granito de arena a salvar vidas. Mi conciencia y mi razón me dicen lo mismo. Vota al PP, tanto si te gusta como si no. Pero es que además, están en juego la eutanasia, la educación cristiana de niños y jóvenes en centros concertados, el concordato, el IBI a la Iglesia, etc, etc, etc. Mi conciencia vía y mi razón gritan al unísono: por amor a los inocentes, a los jóvenes y a la Iglesia, vota al PP, tanto si te gusta como si no, y convence a cuantos puedas para que hagan lo mismo!!!!!!!!

    Un abrazo

    Tomás

    http://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/embarazo/tablas_figuras.htm

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  7. Todo lo mejor para el Nuevo Año 2016!
    Que fortalezcamos nuestro sentido de comunidad, cuna de nuestra fe, que es donde el hombre mejor se perfecciona para poder ir mejorando este mundo.
    Abrazo
    Juan

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  8. Lo mismo te deseo Juan, un muy feliz 2016. Que Dios oiga lo que pides y nos lo conceda. Rezo por ello.
    Un fuerte abrazo
    Tomad

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