10 de mayo de 2019

¿Cómo conseguir (tal vez) batir a la izquierda en el futuro sin limitar opciones de los votantes de Centro-Derecha


En estas líneas voy a analizar las implicaciones que tiene la ley de Hont en unas elecciones con tres partidos de centro derecha, dos de izquierda y una pléyade de partidos separatistas y regionalistas que acaban teniendo una gran influencia en la política española.

Para que nadie se rasgue las vestiduras, empiezo por decir que no voy a utilizar lo que aquí diga como arma arrojadiza para que un partido le diga al otro: “Ves, si tus votos se hubiesen acumulado a los míos, hubiésemos sacado x diputados más que dividiéndonos”. No tiene ningún sentido llorar por la leche derramada. Pero sí ver si se puede cambiar el diseño del cántaro o la forma de llevarlo para intentar que, en el futuro se derrame menos. Por eso, a lo que voy a dedicar estas líneas es a ver cómo, sin que ninguno de los tres partidos de centro derecha tenga que renunciar ni a su identidad ni a su programa, pueden colaborar, PREVIAMENTE a las elecciones, para conseguir que la división no sea un hándicap.

Todo este análisis empieza cuando un amigo mío me manda un mail de otro amigo suyo (que no quiere ser nombrado) en el que modeliza en una hoja Excel la regla de Hont. Conozco perfectamente cómo aplicar esa regla para obtener los diputados que se lleva cada partido político según los votos que haya sacado, pero es extremadamente pesada de aplicar y nunca fui capaz de modelizarla en Excel (El que quiera, puede leer, en el apéndice final de estas líneas, una descripción de la ley de Hont y su razón de ser). Hay un link en el que si se pone el número de escaños de una circunscripción y el número de votos que ha obtenido cada partido, te da inmediatamente el número de diputados de esa circunscripción. Indudablemente, esto hace la cosa más fácil, pero hay que hacerlo cada vez, provincia a provincia (50 más Ceuta y Melilla). Por lo tanto, hacer simulaciones de ver qué pasaría si tal o cual partido se presentasen juntos es, otra vez, impracticable. El tema era superior a mis fuerzas y me había resignado a no poder hacer nada. Por eso, cuando me llegó ese modelo de Excel vi el cielo abierto.

Con mi método rupestre hice unas cuantas catas para ver si el modelo era correcto y entendí la forma en que estaba hecho. ¡Era correcto! ¡Eureka!

Armado con esta herramienta, vi qué hubiera pasado si, en estas elecciones hubiese habido diferentes combinaciones de pactos a priori entre partidos. A riesgo de ser pesado, repetiré: no voy a utilizar lo que aquí diga como arma arrojadiza para que un partido le diga al otro: “Ves, si tus votos se hubiesen acumulado a los míos, hubiésemos sacado x diputados más que dividiéndonos”. Al revés, a lo que voy a dedicar estas líneas es de ver cómo, sin que ninguno de los tres partidos de centro derecha tenga que renunciar ni a su identidad ni a su programa, pueden colaborar, PREVIAMENTE a las elecciones, para conseguir que la división no sea un hándicap.

El discurso que voy a seguir es:

1º Voy a ver qué pasaría en unas elecciones futuras en las que los resultados de votos fuesen los mismos que en éstas, pero donde se hubiesen presentado listas conjuntas de determinadas combinaciones de partidos. En concreto he explorado las siguientes combinaciones:

a)      El Centro Derecha, CD, (PP, VOX y C’s) se presenta separado y la izquierda, I, junta.
b)      PP y VOX se presentan en “coalición” (más adelante veré qué significa esto de “coalición”, entre comillas) y el resto por su cuenta.
c)      PP y VOX se presentan en “coalición” y la I también.
d)      PP y C’s se presentan en “coalición” y el resto por su cuenta. Es lo que ha pasado en Navarra con Navarra Suma en el que han ido juntos PP, UPN y C’s.
e)      PP y C’s se presentan en “coalición y la I también
f)       PP, VOX y C’s se presentan en “coalición” y la I por separado.
g)      PP, VOX y C’s se presentan en “coalición” y la I también.
h)      No he considerado una “coalición” VOX-C’s sin PP porque me parecía poco plausible.

2º Voy a ver qué significado le doy a eso de “coalición” entre comillas.
3º Voy a decir cómo deberían actuar con responsabilidad los partidos para llegar a esta “coalición” electoral.

1º Empiezo por la simulación de las siete combinaciones de coaliciones:

a)      CD separada I junta:

ESCAÑOS
ESCAÑOS
Variación
PSOE
123
PSOE+Podemos
180
PSOE+Podemos
15
PP*
68

PP*
64

PP*
-4
Incluye
C's
57

Vox
51

Vox
-6
Navarra+
VOX
24

C´s
22

C´s
-2
Podemos
42


Independentismo
32

Independentismo
30
Independentismo
-2
Compromís
1

Compromís
1
Compromís
0
PRC
1

PRC
1
PRC
0
CC
2

CC
1
CC
-1
TOTAL
350
350
0
Centro Derecha
149
137
-12
Izquierda
165
180
15
Izuierda+Indep**
198
211
13
** Incluye a Compromís

Es decir, la izquierda sola, sin el independentismo, obtendría mayoría absoluta.





b)      PP y VOX juntos (pero no revueltos) y la izquierda separada.

ESCAÑOS
ESCAÑOS
Diferencias
PSOE
123
PSOE
112
PSOE
-11
PP*
68

PP*+VOX
114

PP*+VOX
22
* Incluye
C's
57

C's
54

C's
-3
Navarra+
VOX
24





Podemos
42

PODEMOS
36
PODEMOS
-6
Independentismo
32

Independentismo
31
Independentismo
-1
Compromís
1

Compromís
1
Compromís
0
PRC
1

PRC
1
PRC
0
CC
2

CC
1
CC
-1
TOTAL
350
350
0
Centro Derecha
149
168
19
Izquierda
165
148
-17
Izuierda+Indep**
198
180
-18
** Incluye a Compromís

Aunque el CD obtendría más escaños que la izquierda, no alcanzaría la mayoría absoluta y C’s bajaría. Y la izquierda, apoyada por el independentismo, sí la obtendría.

c)      PP y VOX juntos (pero no revueltos) y la izquierda también junta:

ESCAÑOS
ESCAÑOS
Variación
PSOE
123
PSOE+Podemos
168
PSOE+Podemos
3
PP*
68

PP*+VOX
102

PP*+VOX
10
* Incluye
C's
57

C's
49

C's
-8
Navarra+
VOX
24





Podemos
42


Independentismo
32

Independentismo
29
Independentismo
-3
Compromís
1

Compromís
1
Compromís
0
PRC
1

PRC
0
PRC
-1
CC
2

CC
1
CC
-1
TOTAL
350
350
0
Centro Derecha
149
151
2
Izquierda
165
168
3
Izuierda+Indep**
198
198
0
** Incluye a Compromís

Aunque PP y VOX ganarían 10 escaños, C’s perdería 8 y el CD se quedaría por debajo de la izquierda y muy lejos de la mayoría absoluta que sería para la izquierda con el independentismo.


d)      PP y C’s juntos (pero no revueltos) y la izquierda separada

ESCAÑOS
ESCAÑOS
Variación
PSOE
123
PSOE
116
PSOE
-7
PP*
68

PP*+C's
140

PP*+C's
15
* Incluye
C's
57





Navarra+
VOX
24

VOX
22

VOX
-2
Podemos
42

Podemos
38
Podemos
-4
Independentismo
32

Independentismo
30
Independentismo
-2
Compromís
1

Compromís
1
Compromís
0
PRC
1

PRC
1
PRC
0
CC
2

CC
2
CC
0
TOTAL
350
350
0
Centro Derecha
149
162
13
Izquierda
165
154
-11
Izuierda+Indep**
198
185
-13
** Incluye a Compromís

Aunque el CD tendría más escaños que la izquierda, VOX perdería 2 escaños y el CD quedaría lejos de la mayoría absoluta, que sería para la izquierda con los independentistas.

e)      PP y C’s juntos (pero no revueltos) y la izquierda también junta.

ESCAÑOS
ESCAÑOS
Variación
PSOE
123
PSOE+Podemos
170
PSOE+Podemos
5
PP*
68

PP*+C's
131

PP*+C's
6
* Incluye
C's
57





Navarra+
VOX
24

VOX
18

VOX
-6
Podemos
42


Independentismo
32

Independentismo
28
Independentismo
-4
Compromís
1

Compromís
1
Compromís
0
PRC
1

PRC
1
PRC
0
CC
2

CC
1
CC
-1
TOTAL
350
350
0
Centro Derecha
149
149
0
Izquierda
165
170
5
Izuierda+Indep**
198
199
1
** Incluye a Compromís

A pesar de ir unidos PP y C’s, el CD no mejora y está tan lejos como ahora de la mayoría absoluta. VOX pierde 6 escaños. La izquierda no tiene tampoco la mayoría absoluta, pero sí la tiene con los independentistas.
f)       PP, VOX y C’s juntos (pero no revueltos) y la izquierda separada.

ESCAÑOS
ESCAÑOS
Variación
PSOE
123
PSOE
108
PSOE
-15
PP*
68

PP*+VOX+C's
176

PP*+VOX+C's
27
* Incluye
C's
57





Navarra+
VOX
24





Podemos
42

Podemos
33
Podemos
-9
Independentismo
32

Independentismo
30
Independentismo
-2
Compromís
1

Compromís
1
Compromís
0
PRC
1

PRC
1
PRC
0
CC
2

CC
1
CC
-1
TOTAL
350
350
0
Centro Derecha
149
176
27
Izquierda
165
141
-24
Izquierda+Indep
198
172
-26

El CD obtiene mayoría absoluta y TODOS los partidos de CD ganan. 27 escaños en total.

g)      PP, VOX y C’s juntos (pero no revueltos) y la izquierda también junta:

ESCAÑOS
ESCAÑOS
Variación
PSOE
123
PSOE+Podemos
156
PSOE+Podemos
-9
PP*
68

PP*+VOX+C's
164

PP*+VOX+C's
15
* Incluye
C's
57





Navarra+
VOX
24





Podemos
42



Independentismo
32

Independentismo
28
Independentismo
-4
Compromís
1

Compromís
1
Compromís
0
PRC
1

PRC
0
PRC
-1
CC
2

CC
1
CC
-1
TOTAL
350
350
0
Centro Derecha
149
164
15
Izquierda
165
156
-9
Izuierda+Indep**
198
185
-13
** Incluye a Compromís

La izquierda tiene menos escaños que el CD pero tiene mayoría junto con los independentistas. Pero TODOS los partidos de CD ganan. 15 escaños en total.

Conviene resaltar que, además de las ventajas matemáticas que puedan derivarse de presentarse en “coalición” hay otro aspecto importante que debe tenerse en cuenta. Si las campañas electorales sirven para algo, el hecho de que los partidos de CD se echen mierda encima unos a otros en la campaña, repercute, a buen seguro, en la pérdida de votos de los tres. Una “coalición” como la que se verá más adelante, evitaría esto, por lo que, a buen seguro, mejoraría también el número de votos totales, además de su rédito.

A la vista de estos cuadros, y sobre la base (hipotética) de que los resultados en votos fuesen los mismos que en las pasadas elecciones, podríamos concluir.

1.       Sólo si los tres partidos de CD van juntos (pero no revueltos) pueden llegar a formar gobierno.
2.      Si sólo van juntos (pero no revueltos) dos partidos de CD, el CD no consigue mayoría absoluta y el partido que no se une, pierde escaños.
3.      Ir juntos (pero no revueltos) es un juego ganar-ganar para los tres partidos.

2º Paso ahora al segundo tema que señalé al principio: Ver qué significa eso de poner entre comillas la palabra “coalición” o lo que pongo entre paréntesis cuando analizo que dos o tres partidos del CD vayan juntos (pero no revueltos).

Efectivamente, no se trata de que todos los candidatos vayan como formando parte de un mismo partido con un programa consensuado. La “coalición” o el ir juntos, significa que van en la misma lista, pero que en esa lista hay personas identificadas ante los electores como del PP o de VOX o de C’s. Los que salgan elegidos representarán en el Congreso a su partido y votarán de acuerdo con los intereses de su partido. Esto es perfectamente posible con la legislación española, ya que los diputados no están obligados por ley a la disciplina de voto, al contrario, varias sentencias del Constitucional avalan que cada diputado puede votar siguiendo su libre criterio. Si no ocurre así, no es por motivos legales, sino por motivos disciplinares que aplica cada partido a sus representantes en el Congreso o el Senado. Pero, en este caso, cada diputado electo de las listas conjuntas, al pertenecer a su respectivo partido, estaría sujeto disciplinariamente (si lo está) al mandato de su partido, no de la “coalición” que se diseñó para las listas. Esto, evidentemente, da una gran libertad a la formación de la “coalición”, porque ningún partido está obligado por la “coalición” a hacer dejación de ninguno de los aspectos de sus respectivos programas. Es simplemente una “coalición” instrumental para no perder escaños al ir por separado y obtener el mayor rédito posible para sus votos en un juego ganar-ganar. Así pues, “coalición” entre comillas y juntos (pero no revueltos)

3º El tercer tema que dije al principio. A saber: Cómo deberían actuar con responsabilidad los partidos para llegar a esta “coalición” electoral.

Por supuesto, será necesario, a pesar de lo dicho en el punto 2º una gran humildad (en el sentido de santa Teresa de que la humildad en vivir en la verdad), una enorme flexibilidad, un respeto mutuo y un sentido de grandeza para llegar al único acuerdo importante, que es decidir qué personas van a ir en qué puesto en las listas de qué circunscripciones.

Para ello, lo primero que es necesario es que los partidos lleguen a un acuerdo sobre los resultados que previsiblemente puedan llegar a obtener en las elecciones que se avecinen. Aquí hay que renunciar a los sueños, las megalomanías, los métodos anticientíficos como las predicciones de no sé qué gurú que acertó en no sé qué elecciones de no sé que países, las frecuencias de entradas en internet a las webs de cada partido, la cantidad de gente que va a los mítines y cualquier otro sistema de previsión que se parezca más a la magia y a los augures que a la ciencia estadística. Ciertamente, la ciencia estadística no es una ciencia exacta, pero es lo menos malo que tenemos. Las encuestas realizadas por los institutos demoscópicos a menudo se equivocan, pero a menudo también aciertan. Y siempre aciertan más que las vísceras de un ganso sacrificado en noche de plenilunio. Uno de los motivos de fracaso de esas encuestas es el sesgo de intereses de quien las hace y la cocina que pueda haber detrás. Hay un proverbio chino que me he inventado yo que dice: “hacer previsiones es siempre peligroso… sobre todo si son de futuro”. Pero un proverbio castellano, también inventado por mí reza: “La peor previsión es la que no se hace o la que se hace a dedo”. Y más aún si se hace cegado por los buenos deseos o los intereses partidistas.

Por eso, los tres partidos de CD deberán ponerse de acuerdo sobre:

1º qué instituto debe hacerlo, con qué metodología, qué grado de cocina aplicar o no aplicar y bajo qué criterios, etc., sin que ningún partido pretenda imponerse a los demás.
2º Una vez hecho esto, y disponiendo de las encuestas antes de la elaboración de las listas, ver, en base a los votos vaticinados por las mismas, cuántos escaños obtendría cada partido si fuesen por separado.
3º Elaborar las listas de cada circunscripción de forma tal que si se produjesen esos resultados en votos, el resultado final de presentarse en “coalición” (que, como se ha visto, será SIEMPRE superior al resultado de presentarse por separado), se parezca lo más posible, a nivel nacional, a lo que se ha previsto anteriormente en el punto 2º.
4º Un compromiso formal de actuar de mutuo acuerdo en la investidura del representante electo del partido que más escaños tenga como resultado de la “coalición”, así como a respaldarlo en cualquier cuestión de confianza o moción de censura que pueda presentarse, salvo excepciones muy extremas y previamente pactadas.

Evidentemente, aunque no sea necesario para la formación de la “coalición”, si será muy conveniente para la marcha posterior de la legislatura, un acuerdo previo acerca de las políticas a seguir en determinados temas. Pero, insisto, esto no es necesario para la formación de la “coalición”.

¿Es esto una utopía? ¿El sueño de un ingenuo? Ingenuo no soy, porque no me hago muchas ilusiones de que esto se vaya a llegar hacer. Hasta ahora, los partidos no han demostrado tener ni la humildad teresiana, ni la flexibilidad, ni el respeto mutuo, ni la generosidad, necesarias para un acuerdo así. Pero, nunca se sabe… tal vez la convicción de que sin una “coalición” así podemos tener un gobierno de la izquierda durante décadas pueda ayudar a desarrollar, aunque sea por el camino incorrecto, estas virtudes. No es imposible. El hecho de que en Navarra se hayan presentado juntos el PP, UPN (algo ya tradicional) y C’s, con el resultado de cerrar el paso en Navarra a los partidos independentistas Bildu y Gbai, es una luz de esperanza. Yo me sentiría muy orgullosos de que los tres partidos de CD fuesen capaces de una cosa así.

Nada de esto es de utilidad para las elecciones Municipales, Autonómicas y europeas que se avecinan. Porque en todas estas elecciones, el número de escaños o concejales a elegir en cada circunscripción, sea ayuntamiento, Parlamentos autonómicos o europeo, es alto en cualquier caso. Incluso los ayuntamientos de pueblos medios tienen más de 15 concejales (Madrid tiene 57; Pozuelo, mi Ayuntamiento, tiene 25), las autonomías que menos escaños tienen son Castilla La Mancha y La Rioja, con 33 escaños cada una (Cataluña tiene 135) tiene y para el parlamento europeo España dispone de 59 escaños. Con estos tamaños, la proporcionalidad está casi totalmente garantizada con independencia de cuantos partidos importantes se presenten. No como en las elecciones al parlamento español en el que hay muchas circunscripciones provinciales con menos de 10 escaños, donde la proporcionalidad sólo puede ser muy deficiente y donde la ley de Hont, juega un papel relevante. Así que los partidos tienen tiempo para plantear una estrategia como la esbozada que pueda permitir que los partidos de CD puedan tener éxito sin renunciar a su identidad.

Espero que estas páginas no hayan sido demasiado pesadas y que puedan ser de alguna utilidad. Si es así, ayudadme a difundirlo. Por supuesto, enviaré las hojas Excel de las simulaciones a quien me las pida.

APÉNDICE SOBRE LA LEY DE HONT

El problema de la proporcionalidad se plantea sólo cuando hay pocos escaños a elegir por una circunscripción. Efectivamente, supongamos una Provincia que en las elecciones generales de España tenga 4 escaños (Soria tiene sólo 2)[1], como, por ejemplo, Salamanca y que compitan en ella 5 partidos con los siguientes votos (datos reales de las últimas elecciones): PSOE 59277; PP 60293; C’s 43623; VOX 26765; Podemos 16465. Esto significaría, en porcentaje: PSOE 28,7%; PP 29,2%; C’s 21,1%; VOX 13,0%; Podemos 8,0%. Con esos porcentajes les corresponderían: PSOE 1,15 escaños; PP 1,17; C’s 0,85; VOX 0,52; Podemos 0,32. Pero claro, los escaños no son divisibles, por lo tanto hay que ver cuantos se dan a cada uno. Para ello hace falta establecer una regla. Imaginemos que hubiésemos dicho que re redondease al entero más próximo. Entonces tocarían: PSOE 1; PP 1; C’s 1; VOX 1; Podemos 0. En este caso cuadra porque salen 4 escaños, pero no tendrían por qué salir justo 4. Pero, claro, el PP tendría los mismos que VOX teniendo más del doble de votos. No parece justo. Imaginemos que dijésemos que se redondease hacia arriba. Quedaría PSOE 2; PP 2; C’s 1; VOX 1; Podemos 0. Pero sumarían 6 escaños y sólo tienen que ser 4. ¿Y si redondeásemos hacia abajo? Quedaría PSOE 1; PP 1; C’s 0; VOX 0; Podemos 0. Ahora sólo sumarían 2 escaños y, otra vez más, tienen que sumar 4. Por tanto, hace falta una regla para determinar, de una forma aritmética, sin lugar a discusión, cuántos escaños tendría cada uno. Hay muchas reglas para hacer esto, pero en España, desde el principio de la democracia, en la ley electoral se decidió usar la regla o ley de Hont. Explico brevemente su funcionamiento. Al partido que más votos tiene, el PP, se le asigna el primer escaño. Sus votos totales de dividen por 2 y se hace una nueva lista. PSOE 59277; PP 30146,5; C’s 43623; VOX 26765; Podemos 16465. Ahora, el partido que más “votos” tiene es el PSOE. Por lo tanto, se le asigna el segundo escaño y sus votos se dividen por 2. La lista quedaría: PSOE 29638,5; PP 30146,5; C’s 43623; VOX 26765; Podemos 16465. Ahora es C’s el partido que más “votos” tiene, por lo que se le asigna el tercer escaño y sus votos se dividen por 2. La lista queda: PSOE 29638,5; PP 30146,5; C’s 21811,5; VOX 26765; Podemos 16465. Ahora, el partido que más “votos” tiene vuelve a ser el PP, por lo que se le asigna su segundo escaño, que es el cuarto de Salamanca y que, por lo tanto, cierra el reparto. Por tanto, la cosa quedaría: PSOE 1 escaño; PP 2 escaños; C’s 1 escaño y… se acabó. Si hubiese más escaños, se continuaría, pero ahora, los votos reales del PP se dividirían por 3 para la nueva lista. Es decir, cada vez que un partido gana su escaño n, sus votos reales de dividen por n+1 para la nueva lista. Como se ve, la regla se aleja de la proporcionalidad, porque el PSOE se queda con 1 escaño mientras que el PP, con casi los mismos votos, consigue 2. Se podría decir que es injusto. Puede que sea injusto, pero es la regla adoptada y, con mayor o menor “fair play”, todo el mundo la acepta. Porque es aritméticamente imposible repartir los escaños, que tienen que ser un número entero, de forma exactamente proporcional al número de votos de cada partido. Así es la vida. Como veréis, un lío, pero esa es la regla elegida en España. Y no es ni mejor ni peor que otras, ya que ninguna puede resolver a satisfacción un problema aritmético insoluble. Sin embargo, si esto mismo lo hiciésemos para una circunscripción con, digamos 15 o 20 escaños, la proporcionalidad sería casi exacta, por lo que el impacto de la ley de Hont (o de cualquier otra regla usada) es bajo. Este es el caso en las elecciones autonómicas o municipales. Aunque, dada su complejidad, se pueden dar muy diversos casos, en general, la ley de Hont favorece a los partidos con más votos y perjudica a los que tienen menos. Por eso, es buena la concentración del voto. Por eso, en general, el porcentaje de escaños de los partidos o coaliciones grandes es mayor que sus porcentajes de votos. Y, viceversa, en los partidos o coaliciones pequeños, el porcentaje de escaños es menor que el de votos. Sería aplicable lo que dice el Evangelio en la parábola de los talentos: “Al que tiene se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree que tiene”. Por supuesto, la máxima evangélica se refiere a cuestiones espirituales de los que usan sus muchos talentos para el bien común frente a los que los usan exclusivamente para su bien personal, sin importarles ese bien común. Pero, para bien o para mal, la regla de Hont sigue esa filosofía y, si es la que rige, debemos utilizar la inteligencia para que nos beneficie en lugar de perjudicarnos.



[1] Esta es otra cuestión diferente de la ley de Hont y que a menudo se confunde con ella. Si se quiere que en el Congreso haya 350 diputados (la Constitución establece que el número debe estar entre 300 y 400) y se plantea que cada provincia tenga un número de escaños proporcional a su número de habitantes, resultaría que las provincias pequeñas no podrían tener ningún escaño (a salamanca le correspondería sólo 1 en vez de 4 y a Soria 0,3, en lugar de los 2 que tiene asignados. Para evitar esto, se les ha dado a las provincias pequeñas más escaños de los que les deberían corresponder aplicando la estricta proporcionalidad. Esto quiere decir que las provincias grandes tienen más habitantes por cada escaño asignado que las pequeñas, lo que quiere decir que el voto de un ciudadano de las provincias grandes vale menos que el de las provincias pequeñas. Esto, sin duda, es motivo de reflexión pero de difícil solución.

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