Hoy quiero comentar tres noticias con las que me acabo de desayunar esta misma mañana.
La primera es que la Generalidad de Cataluña pretende crear un banco público. ¡Dios nos pille confesados! ¡Qué horror! Lo usará para financiar sus orgías independentistas, lo quebrará, habrá que rescatarlo, nos costará dinero a TODOS los españoles y, al final, la culpa la tendrá “la banca”, como cuando los políticos quebraron las Cajas de Ahorros. Espero que el Banco de España frene este disparate. Pero, no sé… no sé…
La segunda es que en 2050, cuando lleguemos a ese futuro idílico que pretende presentarnos nuestro falso presidente del gobierno, habrá dos jubilados por cada tres activos. Es decir, se duplicará la tasa de jubilados sobre activos que ahora está en uno de cada tres. Puede que 2050 sea idílico, pero, desde luego, no para los jubilados que no verán más que una mísera pensión, si es que ven alguna. Por eso no me canso de decir a mis alumnos que, desde el primer día de trabajo, ganen lo que ganen, empiecen a hacerse un plan de pensiones. Claro, el problema que tienen es que no saben si encontrarán trabajo y que les pagarán poco. Pero para emitir un juicio sobre esto hay que considerar que de cada 100€ que cobra un trabajador, a la empresa que le paga el sueldo le viene a costar 135€. ¿Cómo se van a crear puestos de trabajo suficientemente remunerados en estas condiciones? Claro, lo que se recauda así es para pagar el subsisio de desempleo creado por ese drenaje de dinero y un sistema de pensiones que va a quebrar y que debería haber sido susrituido hace decenios por un sistema de autoahorro, con las aydas sensatas para los que ganen poco, en vez de este dislate que tenemos.
La tercera, a diferencia de las dos primeras, me produce satisfacción. El Consejo de Administración de INDRA le ha dado un buen corte de mangas a la SEPI e, indirectamente, al Gobierno. Y todo gracias al mercado. Porque cuando, hace una semana, destituyeron a Abril Mrtorell –que no sé si era buen o mal presidente– para nombrar a dedo a su sucesor como Presidente Ejecutivo –un tal Marc Murtra, ex asesor del ministerio de industria en la era Zapatero– la cotización de INDRA bajó un 12%. Y eso ha dado fuerza al Consejo para ese corte de mangas, haciendo que no sea Presidente Ejecutivo y poniéndole a dos Consejeros Delegados ejecutivos para tenerlo bajo control. ¡Viva el libre mercado! Sin embargo, no parece que este corte de mangas sea suficiente porque la reacción del mercado ha sido de sólo una modesta subida. O sea, que la movida de la SEPI les ha sacado del bolsillo a los accionistas de INDRA una buena cantidad de dinero. Así, la pregunta es, ¿por qué demonios el estado tiene que tener una participación significativa en INDRA que le permita intentar (aunque no conseguir más que a medias) estas cacicadas que perjudican a los accionistas? Sería mucho mejor que la SEPI vendiese todas sus participaciones y, después, el estado disolviese la SEPI y con eso pagase un poco de la terrorífica deuda que ha acumulado. Pero no, no caerá esa breva.
No es poca cosa como desayuno.
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