25 de enero de 2019

Cal y arena con VOX y otras cosas de la actualidad


El viernes pasado os escribí sobre el despropósito de la izquierda hacia VOX. Si aquello puede considerarse la de cal, hoy va la de arena.

1º Me parece lamentable que VOX se haya financiado con dinero del exilio iraní. Por supuesto, mejor dinero del exilio iraní que de la república islámica de Irán, con la que se ha financiado Podemos. Pero eso no es excusa. Ningún partido político español debería poder financiarse con dinero que, sea en el sentido que sea, proviene de intereses extranjeros que un día pueden volverse contra España.

2º Me parece lamentable que VOX, en la primera semana del nuevo gobierno autonómico andaluz pida la dimisión de una consejera de C’s porque hace 5 años escribió un twit en el que daba su opinión sobre las procesiones de Semana Santa. Para empezar, es una opinión que, aunque no coincido ni remotamente con ella, forma parte de la libertad de expresión de opiniones. No hay en ella ninguna blasfemia, como en otras manifestaciones, por muy desafortunadas que me puedan parecer, ni dice que crea que estas procesiones deban suprimirse, ni nada por el estilo. Para seguir, fueron escritas hace cinco años por quien no tenía ninguna responsabilidad política. ¿A dónde quiere llegar VOX? Me parecerá estupendo que se oponga a aquellas actuaciones del gobierno o de la cámara, andaluzas. Hasta es posible que en algunas de las cosas a las que se oponga esté de acuerdo con VOX. Pero esto es esperpéntico. Y ese es, a mi juicio, uno de los peligros que acechan a este partido: Convertirse en un esperpento caricaturesco de lo que defiende. Y si deriva hacia ahí, se hará un flaco favor a sí mismo y, lo peor, hará un flaco favor a España.

Tampoco puedo dejar de comentar una perla cultivada que ha dejado caer en Davos el ocupa de la Moncloa. Ha dicho que, para frenar a los populismos, lo mejor es implantar el salario universal por no hacer nada. ¡Claro!, si se hace todo lo que piden los populistas de izquierdas, puede que desaparezcan esos partidos o que retrocedan, pero a costa de hacer lo que el populismo quiere, es decir de que el PSOE sea más aun lo que ya es, un partido populista. Hasta los militantes y dirigentes históricos del PSOE lo dicen.

Por último, quiero comentaren en estas líneas de actualidad, la cara dura y el cinismo del ministro de Fomento Ávalos respecto al asunto de los taxistas. Dice, con toda la cara, que el gobierno no puede hacer nada porque la legislación vigente dice que eso lo tienen que regular las Comunidades Autónomas. Lo que no dice el muy geta es que ha sido él el que ha transferido esa responsabilidad a esas Comunidades, lavándose las manos y haciendo el problema irresoluble. Ahora los taxistas de Madrid piden que la hora de antelación para contratar un Uber que han aprobado en Cataluña, se implante también aquí. Las VTC se acabarán yendo, para triunfo de los taxistas, desgracia de los usuarios y retroceso en el avance tecnológico y del progreso económico. Pues nada.

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