15 de octubre de 2019

Sobre la sentencia del Procés por el 1-O


Hoy no puedo por menos que hacer un post con mis impresiones sobre la sentencia del Proceso del 1-O. Como ya han corrido ríos de tinta al respecto, me temo que no voy a decir nada nuevo pero, aún así me atrevo a hacer mis comentarios.

En primer lugar, me parecería una osadía inadmisible por mi parte pretender emitir un juicio sobre la bondad de esa sentencia. Son muchas horas de declaraciones de las que yo sólo he oído unos pocos minutos en la televisión mientras hablaba de otra cosa con mi familia, miles de páginas del sumario y de la vista de las que no he leído ni una. La sentencia ha sido emitida por siete jueces con una experiencia enorme que sí lo han oído analizado todo, de los que su presidente, el juez Marchena, me ha asombrado durante el juicio por su firmeza y templanza, en directo ante el mundo entero, sorteando todo tipo de trampas y añagazas torticeras. Han deliberado sobre ella durante meses desde que la vista quedó lista para sentencia. ¿Qué puedo decir yo al respecto? No tengo  la mínima formación jurídica y no le habré dedicado, poniendo todo el tiempo junto, ni una hora a pensar sobre ello. Lo único que puedo hacer es sentirme orgulloso de un sistema judicial de cuya independencia no puedo dudar, honesto y capaz. He oído a quien dice que le parece sospechoso que el fallo haya sido por unanimidad, que si la sentencia ha supuesto un pasteleo entre los jueces para llegar a un consenso, que el mero hecho de que haya habido un tira y afloja en el que algún juez haya podido cambiar su postura para llegar a ese consenso supone prevaricación, ya que si ha cambiado de parecer por llegar a un acuerdo ha dictado a sabiendas una sentencia que él considera injusta. Podría, tal vez, estar de acuerdo con esto si hubiese habido algún juez, que tuviese meridianamente claro que el delito era de rebelión y que por lograr el consenso, hubiese cambiado su punto de vista de rebelión a sedición en vez de emitir un voto particular con su visión del delito de rebelión. Pero en un terreno tan sutil como la separación entre rebelión y sedición, hay zonas grises y no tengo ningún motivo para pensar que un juez haya cambiado de negro a blanco por el consenso. Tal vez  –o casi seguro– haya habido alguno que haya accedido a pasar de un gris tirando a oscuro al blanco. De ser así, ¿qué? Esa aceptación de matices no es prevaricación y, en cambio, da a la sentencia una fuerza y una solidez extraordinaria tanto ante el independentismo como ante las instancias jurídicas internacionales. Por todo ello, mi más caluroso aplauso a la sentencia.

Me preocupa, y mucho, que la sentencia se haya filtrado y que el viernes ya estuviese en la prensa. Estoy convencido de que las filtraciones no vienen de los jueces. Seguro que hay unas cuantas personas, aunque tampoco muchas, que lo sabían el viernes. Si no estoy equivocado, estas filtraciones son en sí mismas un delito. Debería, por tanto, investigarse la procedencia de las filtraciones y castigarse. Seguro que no es tan difícil. ¿Por qué pasa una y otra vez, siempre, y nadie hace nada?

También he oído protestas porque la fiscalía pedía al tribunal que se explicitase en la sentencia que no se pudieran dar el tercer grado penitenciario hasta cumplida la mitad de la misma. El Supremo no ha concedido esto porque el proceso del tercer grado, aunque en primera instancia pueda ser concedido por órganos penitenciarios dependientes del gobierno autonómico de Cataluña, esta decisión puede ser recurrida por la fiscalía y, en última instancia, tendría que ser el Supremo el que decidiese. Y, en todo este proceso, el tercer grado concedido por la administración penitenciaria, quedaría en suspenso (Sólo en el caso de que el recurso lo hiciese la acusación particular, y no la fiscalía, el recurso no interrumpiría la concesión del tercer grado penitenciario). Es decir, hay medidas judiciales, que pasan por el Supremo, para evitar ese tercer grado. No me parece, por tanto, razonable  que se diga en la sentencia algo que no se sabe si se va a dar pero que, si se da, la fiscalía que lo pide y el mismo tribunal pueden paralizar. Me parece muy razonable, en cambio, el proceder de la sentencia.

Por supuesto, el Gobierno tiene la potestad de conceder el indulto, sin que el Tribunal Supremo pueda hacer nada. No me fio ni un pelo del un posible gobierno de Sánchez según lo que salga de las elecciones, pero lo que sí creo es que el gobierno que diese un indulto a estos delitos, habría cavado su propia tumba. Y, aunque sea por esa razón, no por rectitud, creo que, aún si ganase las elecciones, Sánchez no lo haría. No obstante, me quedaría mucho más tranquilo si, como piden PP y C’s, se hiciese una ley que impidiese el indulto a este tipo de delitos y, de paso, a otros.

Lo que me parece lamentable son las declaraciones de Santiago Abascal de que va a recurrir la sentencia. Y esto lo ha dicho con la sentencia recién dictada, sin haber tenido oportunidad de leer una sola línea de la misma. Pero, la pregunta es: ¿Ante qué instancia va a recurrir la sentencia? Incluso alguien sin formación jurídica como yo puede pensar que sólo le quedan dos instancias: a) El Tribunal Constitucional y b) El Tribunal de Justicia de la Unión Europea. ¿De verdad que se plantea recurrir la sentencia ante alguna de estas dos instancias? No creo que sea necesario argumentar el por qué de ambas posibilidades sería una irresponsabilidad mayúscula. Más bien lo hace para enardecer a una parte de sus votantes que tanto más le aplauden cuanto más barbaridades dicen. Ese es un camino que no lleva a ningún sitio al que merezca la pena ir. Es este tipo de actitudes las que me hacen imposible votar a VOX, con cuyo ideario, en líneas generales, coincido. Pero no veo en esa formación una reflexión suficiente sobre cuestiones candentes. Veo un partido que primero habla, luego piensa y, entre medias, insulta. Y eso no me genera la más mínima confianza.

Adjunto un link a un artículo que creo que es muy bueno, escrito por alguien que parece que sí se ha leído a fondo la sentencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario