7 de marzo de 2012

Frases 7-II-2012

Tomás Alfaro Drake

Ya sabéis por el nombre de mi blog que soy como una urraca que recoge todo lo que brilla para llevarlo a su nido. Desde hace años, tal vez desde más o menos 1998, he ido recopilando toda idea que me parecía brillante, viniese de donde viniese. Lo he hecho con el espíritu con que Odiseo lo hacía para no olvidarse de Ítaca y Penélope, o de Penélope tejiendo y destejiendo su manto para no olvidar a Odiseo. Cuando las brumas de la flor del loto de lo cotidiano enturbian mi recuerdo de lo que merece la pena en la vida, de cuál es la forma adecuada de vivirla, doy un paseo aleatorio por estas ideas, me rescato del olvido y recupero la consciencia. Son para mí como un elixir contra la anestesia paralizante del olvido y evitan que Circe me convierta en cerdo. Espero que también tengan este efecto benéfico para vosotros. Por eso empiezo a publicar una a la semana a partir del 13 de Enero del 2010.

Es necesario que se restablezca la armonía entre los modernos sin fe y los creyentes sin modernidad. Hace falta que los primeros se reencuentren con Dios. Pero hace también falta que los segundos caminen hacia delante sobre la tierra.

Frase citada por Jean Guitton en su libro “Un siglo, una vida” como anotada en el cuaderno malva de su madre y atribuida a Mme. Swetchine, de la que no dá ninguna referencia.

4 comentarios:

  1. Sí que lo son.

    Un abrazo Pedro.

    Tomás

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  2. ¿Y quién dice lo que es moderno? ¿El PSOE? ¿Es que Jesús fue moderno? ¿Y la Virgen? No sé, no sé... si no da más datos...

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  3. Hola Otro Víctor:

    ¿Fue Jesús moderno? Como Dios no es ni antigüo ni moderno. Como hombre vivió en la época en que decidió encarnarse. Por su mensaje, de todos los tiempos. Pero, lo que esta frase quiere decir es que muchas personas de fe se aferran a un pasado como una utopía, pensando que cualquiera tiempo pasado fue mejor. Y no es así. Cada momento histórico tiene sus luces y sus sombras y los hombres de fe tenemos que ser, creo yo hombres de nuestro tiempo. Y por lo tanto, modernos. Modernos no tiene por qué querer decir ni ser políticamente correctos ni relativistas ni partidarios del pensamiento débil, pero tampoco soñar con el medioevo como con el paraíso y despreciar la tecnología o la ciencia o el progreso, por decir algo. Sólo siendo modernos de esta manera podremos evangelizar a los modernos de la otra. Como dijo Pío XII cuando era Mons. Pacelli: "Doy gracias a Dios cada día por haberme hecho vivir en las circunstancias presentes. Esta crisis, tan profunda y universal, es única en la historia de la humanidad. El bien y el mal se han enfrentado en un duelo gigantesco. Nadie tiene, pues, derecho a ser mediocre". Creo que la frase da en el clavo. Para ser partícipe de la nueva evangelización hay que ser moderno en el primer sentido, no en el del PSOE. Y para ser moderno de la primera forma sin caer en la segunda no se puede ser mediocre.

    Tomás

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