Ya sabéis por el nombre de mi
blog que soy como una urraca que recoge todo lo que brilla para llevarlo a su
nido. Desde hace años, tal vez desde más o menos 1998, he ido recopilando toda
idea que me parecía brillante, viniese de donde viniese. Lo he hecho con el
espíritu con que Odiseo lo hacía para no olvidarse de Ítaca y Penélope, o de
Penélope tejiendo y destejiendo su manto para no olvidar a Odiseo. Cuando las
brumas de la flor del loto de lo cotidiano enturbian mi recuerdo de lo que
merece la pena en la vida, de cuál es la forma adecuada de vivirla, doy un
paseo aleatorio por estas ideas, me rescato del olvido y recupero la
consciencia. Son para mí como un elixir contra la anestesia paralizante del
olvido y evitan que Circe me convierta en cerdo. Espero que también tengan este
efecto benéfico para vosotros. Por eso empiezo a publicar una a la semana a
partir del 13 de Enero del 2010.
El hombre no puede vivir en la desesperación, aunque como
tesis y programa la afirme. La vivencia de la desesperación puede ser muy honda
y verdadera, mas nunca hasta el extremos de ser desesperación la
existencia... la realidad humana no puede estar constituida en la
desesperación. [...] Un hombre sin esperanza sería un absurdo metafísico... la
necesidad de creer, esperar y amar pertenece constitutiva e ineludiblemente a
nuestro ser. Somos nuestras creencias, nuestras esperanzas y nuestras
dilecciones, y con ellas contamos, sabiéndolo o no, en la ejecución de
cualquiera de los actos de nuestro vivir personal. (Las cursivas son de Laín
Entralgo)
Pedo Laín Entralgo, La espera y la esperanza.
Magnífico Laín, es de agradecer que lo traigas al blog. El otro dia volví a releer gran parte de su libro "Cuerpo y Alma", buscando una referencia suya. En sus escritos siempre están presentes la maestria y la humildad, cualidades del sabio, como él.
ResponderEliminarSaludos
Juan
Cierto, gran ser humano Don Pedro Laín.
ResponderEliminarGracias Juan y un abrazo.
Tomás