Lo
que voy a decir no es ninguna novedad. Todos los periódicos han sacado ya estos
datos, más o menos negativos según las fuentes que usen. Pero lo que, a mi modo
de ver, han hecho mal, es la interpretación de esos datos. Y lo han hecho mal
porque la prensa no es capaz de zafarse del sensacionalismo. Yo me voy a
centrar en el estudio llevado a cabo el 29 de Abril por el servicio de Estudios
del BBVA. Uso estos datos porque mi experiencia y conocimiento de sus
metodologías y de las personas que las aplican, me produce una inmensa
confianza. A continuación daré sólo unos tips de interpretación de esos datos.
El que quiera puede ver la presentación completa del mismo en el otro documento
que adjunto.
¿Qué
vemos en este gráfico?
Lo
primero, que el segundo trimestre va a ser tremendo. El PIB caerá hasta más o
menos el 83% del de que teníamos en el prier trimestre de 2019, teniendo en
cuenta que a finales de 2019 estábamos en 101 (Base 100 1er trimestre 2019,
escala de la izquierda) ¡Agarrémonos el sombrero! Aquí se suele quedar el
análisis sensacionalista de la prensa.
Lo
segundo, que la recuperación va a ser, en V. Una V incompleta con una subida
rápida el 3er y 4º trimestre de este año que se va a ralentizar en el
año 2021.
Lo
tercero que al final de 2021, no habremos alcanzado el nivel de PIB de 101 que
teníamos al final de 2019 estaremos más o menos en 99. Seguramente lo
alcancemos en el primer trimestre de 2022.
Lo
cuarto, que el PIB va a mantenerse en una línea casi paralela, y por debajo, de
la senda que habríamos tenido si no hubiese habido esta pandemia. ¿Se alcanzará
algún día esa senda? Esa pregunta no tiene siquiera sentido, porque a finales
de 2019 las previsiones de PIB se hacían para 2020 y 2021, pero no más allá.
Por tanto, nadie conoce cuál sería esa senda.
Y,
¿qué pasa con el paro? Cómo puede verse en el cuadro siguiente, se espera que
el paro alcance un 20,5% en 2020 y disminuya a un 17,3% en 2021.
Los
datos de paro de este cuadro son promedios anuales. Salen de calcular la media
de los datos de paro de cada mes del cuadro siguiente, sacado de:
Por
lo tanto, debemos deducir que si la tasa de paro promedio en 2020 fuese de 20,5%
y la del 2021 del 17,3%, tras un paro terrible en el segundo trimestre de 2020,
llegaríamos a finales del 2020 con un paro comprendido entre 20,5% y del 17,3%
a finales del 2021 tendríamos un paro claramente inferior al 17,3%, quizá no
muy superior al 13,6% que teníamos en Febrero de 2020, justo antes de que
empezase la pandemia. Pero, desde luego, muy inferiores al 26% que tuvimos en
2012 y que no bajo del 20% hasta junio de 2016. (Fuente, link anterior).
A
la vista de lo anterior podemos decir que va a ser una crisis muy profunda,
probablemente la más profunda que yo pueda recordar desde la primera que viví
conscientemente de 1973, pero también la más corta. Notablemente más corta.
Conviene recordar que hasta 2017 no se recuperó el PIB que tenía España en 2008.
Es decir, tardamos 9 años en llegar al mismo nivel absoluto, mientras que
ahora, según lo que se ha visto más arriba, probablemente lo hagamos a principios
de 2022, es decir, sólo 2 años más tarde. No estaría mal, para refrescar la
memoria, ver el gráfico siguiente, sacado del mismo link anterior.
Gráfico
que, por otro lado, muestra cómo dos veces el PSOE nos ha metido en dos crisis
y cómo, las dos veces, el PP nos ha sacado de ellas. Convendría no echar este
dato en saco roto. ¿Nos sacará el PP por tercera vez? Ojalá, porque como nos
dice el estudio del BBVA, el déficit y la Deuda Pública van a llegar a niveles
altísimos.
Aunque
también conviene recordar que el inefable Zapatero llevó el déficit en 2009 a
tasas superiores al 11%. Sin embargo, el nivel de deuda pública sí que va a
alcanzar récords nunca vistos en España, ya que su máximo está en el 100,7% de
2014. ¿Qué recortes habrá que hacer para disminuir este déficit y esta deuda?
¿Quién los hará? ¿Un gobierno de izquierdas? Ni de coña. Y, ¿si no se hacen…?
¿Y si los hace un gobierno de derechas? ¡Madre mía, la que van a montar los
populistas-comunistas! Ojalá nos rescate Europa y nos mande unos hombres muy de
negro para vigilar que no se hagan gilipolleces. Evidentemente, en esta
coyuntura, el rescate no tiene nada que ver –de momento– con el que hubo que
hacer con Gracia, Portugal o Irlanda en la pasada crisis. Pero, no obstante,
para disponer de fondos del MEDE o, si se llega a articular, del Fondo de
Recuperación Europeo, ahora en discusión, que es la nueva forma de “rescate”,
habrá que firmar un MOU (Memorandun of Understandig) que permita a Europa
vigilarnos e imponernos las condiciones de lo que nosotros tendríamos que hacer
solitos si fuésemos razonables. Pero las palabras izquierda y razonable son una
contradicción in terminis.
No
obstante, si tal vez la solución sea que nos rescate Europa, debemos
preguntarnos cómo le irá Europa. Pues según el estudio del BBVA le irá sólo un
poco mejor que a nosotros.
Comparativamente
con el cuadro equivalente visto más arriba para España, se aprecia que:
1º
Que el PIB de Europa bajará a poco menos del 90, frente al 83 al que caerá
España.
2º
Que, al igual que España, a finales de 2021 el PIB estará en 99.
3ª
Que, también de forma similar a España, el PIB va a mantenerse en una línea
casi paralela, y por debajo, de la senda que habría tenido si no hubiese habido
pandemia.
O
sea, que salvo que la caída del PIB va a ser menor en Europa que en España en
el 2º trimestre de 2020, en el resto, no parece que a Europa le vaya a ir mucho
mejor. Y en cuanto a deuda pública, de los países que podríamos llamar
“tradicionales” de la UE, sólo Alemania (59,8%), Austria (70,4%), Irlanda (58,8%)
y Holanda (48,6%) tenían al final de 2019 un nivel de deuda sobre PIB que con
los errados estándares a los que nos hemos acostumbrado, podríamos llamar
“razonables”. Países con peso en la UE como España (95,5%), Francia (98,5%) o
Italia (134,8%), presentaban ya en 2019 niveles alarmantes de deuda sobre PIB.
Así que tal vez se pueda aplicar lo de que “cuando un ciego guía a otro
ciego…”. A menos que Alemania vuelva a ser las anchas espaldas de Europa. Pero,
¿querrán los alemanes? Pedimos solidaridad a los países prudentes de Europa,
pero, ¿tenemos derecho a pedirla? ¿Hemos hecho bien nuestros deberes como para
pedirle a los países prudentes que nos apoyen? No me lo parece.
Me
parece que me he enrollado un poco más de la cuenta. Si se me permite, acabaré
con una brevísima conclusión.
a) Estamos
ante la crisis más profunda que se haya producido desde la Segunda Guerra
Mundial.
b)
Pero probablemente sea una crisis corta.
Recuperaremos en 2 años el nivel del PIB precrisis, pero probablemente nunca
recuperaremos la senda que hubiésemos seguido de no haber existido la pandemia.
c)
Europa no va a salir mucho mejor que
nosotros.
d)
Toda Europa, salvo Alemania y Holanda,
saldrá en una situación de déficit y deuda verdaderamente alarmante. Lo que
dará lugar a un caldo de cultivo excelente para los populismos de izquierdas.
e) La
única gran esperanza de salir sin demasiados problemas de esa situación está en
Alemania y Holanda, a los que se pide sacrificios que no creo que estén
dispuestos a hacer por países que no han hecho sus deberes y que reclamarán a
su soberanía nacional para seguir sin hacerlos, nos ayuden a pesar de todo. Yo
no creo que lo hiciese.
En
fin, veremos.
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