Recibo de una buena amiga este testimonio luminoso sobre los mártires españoles beatificados. No puedo por menos que traelo aquí.
Querido Tomás:
Quería agradecerte especialmente el blog que dedicaste a los Mártires que fueron beatificados el pasado 28 de octubre. De paso y muy de acuerdo contigo a lo que implícitamente referías que por intereses políticos, demagogia o simplemente por ignorancia de los que son fruto de ese cruce de noticias, queriendo desvirtuar las condiciones y los fines que persigue una beatificación. ¿A que quiero llegar con ésto?, simplemente comentarte que este proceso concreto de beatificación lo he vivido en primera persona y con una emoción que no sabría describir con palabras en la figura de mi tío Julio Melgar Salgado (tío carnal de mi madre y hermano de mi abuelo).
Fue, como te digo, beatificado el pasado día 28 de octubre y el Sábado día 3 de noviembre tuve la inmensa fortuna de poder asistir invitada a la Catedral de Ciudad Real en una misa de Acción de Gracias y que se aprovechó también para exhumar sus restos y trasladarlos y ser enterrados definitivamente debajo de su Altar Mayor , junto con los del Obispo Don Narciso de Estenaga y Echevarría. Mi tío fue su fiel secretario durante muchos años y cobraron la muerte juntos el día 22 de agosto de 1936. La Iglesia tiene como secreto muchos hechos relevantes en torno a la figura de D. Julio Melgar para su proceso de Beatificación, proceso que como bien decías es largo y fruto de muchos estudios detallados y que empezó hace mas de 60 años promovido por otro tío mío y sacerdote hermano de Julio.
Simplemente comentártelo en primera persona y compartir contigo la reflexión que hacías en tu blog y lo que ha representado para mi como cristiana y como familiar de una persona que a mi juicio murió y vivió por Cristo y para Cristo. Pudo salvarse de la muerte dolorosa, trágica y sañuda que tuvo y no lo hizo. Y hoy aún muy emocionada sobre todo por lo que me tocó vivir el pasado sábado día 3 me gustaría que muchos de los que no tienen la suerte de vivirlo desde la fe hubieran estado y hubieran tendido la fortuna de vivirlo y sentirlo como yo comprenderían que desde la fe y no la racionalidad y el enfrentamiento dialéctico les llevaría a comprender muchas cosas y sobre todo lo que allí se dijo “Imitemos la figura de muchos mártires para alcanzar a través de ellos y de su ejemplo una vida de santidad”
Muchas gracias por tu tiempo,
Un abrazo muy cariñoso
Covadonga Alonso Melgar
Gracias a ti, Covadonga por este testimonio luminoso.
Tomás.
5 de noviembre de 2007
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