Ludovico ben Cidehamete ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Respuesta a un comentario a la entrada ¿Creacionis...":
Hola amigos:El lector a quien se responde, dice:
hay algunas evidencias incuestionables que apuntan a la veracidad de la Teoria de la Evolución como, por ejemplo, el que todas las diversas especies existentes utilicen un único lenguaje molecular, un mismo lenguaje. La información genética está siempre cifrada en el ADN, el cual, en todos los seres vivos, está compuesto por secuencias variables de los mismos 4 nucleótidos; la clave que regula la traducción de la información cifrada en el ADN para la fabricación de proteinas es siempre la misma, etc, etc. No hay otra manera racional de explicar esta uniformidad molecular que la existencia de ancestros comunes, procedentes, todos ellos de una sóla forma de vida, en el origen. ...Los católicos sabemos de la necesidad de la hermeneútica, de la Tradición de la Iglesia, para comprender las Escrituras. No las interpretamos literalmente, como los protestantes.
Me permito decir al interrogador que aquí y allí se despeñan algunos errores de lógica y de doctrina. Veamos:
1) Que toda la creación, o al menos los llamados seres vivos (todos los seres son vivos, en realidad) tengan un "mismo patrón molecular", de ninguna forma autoriza a pensar que "existan ancestros comunes"; la premisa mayor no autoriza el juicio, la conclusión. Si autoriza a afirmar, únicamente, que existe una "regla común" a toda la creación, es decir, que su existencia está sujeta a un patrón semejante en el orden de la materia. ¿Supone esto alguna forma de evolución? Al revés, la niega con bastante elocuencia.
Darwin habla de la "evolución" específica (de las especies) en un sentido que sugiere (solo sugiere: no conocía nada de biología molecular) mutación de lo viviente hacia formas más perfectas, sólo hacia formas más perfectas. Las Sagradas Escrituras, en realidad, nos dicen lo contrario: el pecado original "involucionó" al hombre (no a sus moléculas) y de consiguiente a toda la creación, hacia formas menos perfectas, haciendo necesaria la Salvación por Jesucristo. ¿cómo se concilia esto y aquello?
Lo de Darwin era chapucería, por que si recién ahora el conocimiento molecular y genético ha avanzado lo suficiente como para tantear una explicación (aún insatisfactoria por otra parte) como la evolución, en sus días (y era contemporáneo de Juan Manuel de Rosas) no era posible hacer estas afirmaciones sin un cachito de maldad. O caradurismo, que es lo mesmo en el caso.En cuanto a nuestro amigo Pedro MR, me parece que debe revisar la lógica formal de su conclusión: la existencia de una ley universal, lo único que predica es la existencia de una inteligencia universal, por que la ley es orden, y el orden, únicamente un producto del intelecto. "Es propio del intelecto el regir las cosas" dice Aristóteles. Por lo tanto, la conclusión suya, donde Ud. pone "ancestro" común, debería poner "legislador común". Y por consiguiente, en nada prueba esto la evolución. Como ve, el silogismo debe hacerse correctamente para llegar a una conclusión razonable.
2) El catolicismo es la única religión que, como veradera que es, afirma categóricamente que las Sagradas Escrituras deben interpretarse en sentido literal, siempre que sea posible. Pero esta posibilidad no se refiere al orden físico (por ejemplo, creer en la Resurrección de N. Señor, que por ahora nos parece físicamente imposible) sino al orden lógico. Por ejemplo, cuando es evidente que se está utilizando un lenguaje metafórico (frases que comienzan "es como aquel que ..."). Lea la encíclina "Divino Afflante Spiritu" de Pio XII y lo comprenderá mejor que todas las tontudeces que dice este humilde servidor.
Por otra parte, como deben creerse con Fe católica (Dz 2113/2114) las decisiones de la Comisión Bíblica (hasta 1925 más o menos, en que se modificó su estructura y funciones), y la comisión estableció que: a) El Génesis debe interpretarse en sentido estricto literal, Dz 2121; b) No se pude poner en duda su carácter "literal histórico", en particular, en lo que atañe a la Creación del mundo, las cosas y la "peculiar creación del hombre; la formación de la primera mujer del primer hombre; la unidad del linaje humano; la felicidad original de los primeros padres en estado de justicia, integridad e inmortalidad; etc" (Dz 2123). c) Por eso: "presupuesto el sentido literal e histórico, puede sabia y útilmente emplearse la interpretación alegórica y profética de algunos pasajes de los mismos capítulos, siguiendo el brillante ejemplo de los Santos Padres y de la misma Iglesia.", Dz 2126.
En la convicción que estos argumentos le serán de grande utilidad, los saluda, en el dia de San Marcos Evangelista.L. b.C
Leo atentamente lo que Ludovico ben Cidehamete envía a Pedro MR y a mí.
Contesto:
a) aspectos científicos.
Lo primero, como dije en la entrada correspondiente, la teoría de la evolución no es una teoría científicamente probada ni, probablemente, lo sea nunca. Pero que una teoría no esté científicamente probada, no quiere decir que no pueda ser cierta y, la de la evolución tiene todos los visos de serlo. Lo que voy a decir a continuación no pretende, por tanto demostrar nada sino presentar criterios de plausibilidad.
Tiene razón Ludovico que de la unidad de lenguaje de la traducción de ADN a proteinas no demuestra por un silogismo irrefutable que haya un ancestro común, pero tampoco que no lo haya. Es una posibilidad altamente plausible, como lo es la del legislador único. Sin embargo hay otras cosas a considerar que comento en esa entrada. Con el registro fósil que se ha descubierto hasta ahora, (seguramente una ínfima parte del existente) debidamente datados (sé que hay algunas críticas al sistema estratigráfico de datación de fósiles, pero creo que no se tienen de pie), se trazan EN EL TIEMPO caminos que indican casi sin lugar a dudas (casi) que hubo especies morfológicamente emparentadas con otras posteriores, que se ramificaron en otras nuevas y que se extinguieron y que el conjunto forma un arbusto que, con lagunas, llega hasta nosotros. Cierto que eso no prueba la evolución, pero si el legislador único se dedicó a hacer eso, todo parece indicar que quería dejar pistas falsas para confundir nuestra inteligencia, la misma que Él nos dio para buscarle en la naturaleza. No me gustaría un legislador así. Pero no es sólo el registro fósil. De la misma manera que con los fósiles se pueden seguir las ramas por las mutaciones genéticas acumuladas. Y curiosamente, los dos dibujos del arbusto, el trazado por el registro fósil y el trazado por las mutaciones en el ADN, coinciden con mucha exactitud (aunque no perfectamente) Lo que nos lleva otra vez a las intenciones del legislador hacia nuestra inteligencia si nos quiso engañar con su diseño.
Respecto a Darwin. Nunca dijo que la evolución iba de lo menos perfecto a lo más. Es cierto que el sistema de evolución engendra complejidad, pero no perfección. En su momento hablaré de la “perfección” del cuerpo humano, en estos momentos creo que es prematuro. En cualquier caso, mezclar esto con la imperfección que introdujo el pecado original no me parece razonable. Es mezclar aspectos puramente morfológicos y materiales con otros espirituales. También me gustaría defender a Darwin en cuanto a lo de chapucerismo, maldad y caradurismo. Me parece que no era ninguna de las tres cosas. Buscaba la verdad con las herramientas que tenía. Uno puede estar o no de acuerdo con sus conclusiones, pero yo creo que era un hombre de buena voluntad. Claro que no se había descubierto todavía la genética, pero con el estado de conocimientos de que disponía llegó a unas conclusiones muy plausibles, tan plausibles que me parece que son ciertas. Si posteriormente nuevos conocimientos han apoyado sus conclusiones, eso no le hace ni chapucero ni cara dura. Y en cuanto a la maldad, creo que demostró bastante paciencia respondiendo a críticas bastante poco documentadas de un obispo anglicano del que no recuerdo el nombre. Cierto que perdió la fe, pero a lo mejor, con un poco más de comprensión hacia sus puntos de vista, se estuviera o no de acuerdo con ellos, no la hubiera perdido.
b) Aspectos doctrinales:
En una entrada de este blog, creo que la primera, pegué un escrito demasiado largo llamado carta a un católico antievolucionista (creo que se llamaba así) en el que decía al respecto algunas cosas que extracto ahora.
Pontificia Comisión Bíblica:
Efectivamente, san Pío X, a través de la Comisión Bíblica de 30 de Junio de 1909, nos enseña que todo cristiano debe respetar el sentido literal de la Escritura. Lo hace a través de la respuesta a siete dudas. Sería largo citarte aquí todas. No obstante, a la respuesta de la duda III, que habla de la interpretación literal, para poner todo en su contexto hay que añadir las respuestas a las dudas IV, V y VI que te transcribo.
“Duda IV: Si en la interpretación de aquellos lugares de estos capítulos que los Padres y Doctores entendieron de modo diverso, sin enseñar nada cierto y definido, sea lícito a cada uno seguir y defender la sentencia que prudentemente aprobare, salvo juicio de la Iglesia y guardada la analogía de la fe”.
“Resp.: Afirmativamente”.
“Duda V: Si todas y cada una de las cosas, es decir, las palabras y frases que ocurren en los capítulos predichos (se refiere a los tres primeros capítulos del Génesis) han de tomarse siempre y necesariamente en sentido propio, de suerte que no sea lícito apartarse nunca de él, aun cuando las locuciones mismas aparezcan como usadas impropiamente, o sea, metafórica o antropomórficamente, y la razón prohiba mantener o la necesidad obligue a dejar el sentido propio”.
“Resp.: Negativamente”.
“Duda VI: Si, presupuesto el sentido literal e histórico, puede sabia y útilmente emplearse la interpretación alegórica y profética de algunos pasajes de los mismos capítulos, siguiendo el brillante ejemplo de los Santos Padres y de la misma Iglesia”.
“Resp.: Afirmativamente”.
Parece claro que para la Comisión Bíblica, respetar el sentido literal de la escritura no quiere decir tomarla al pie de la letra. Esta afirmación, se apoya también en santo Tomás de Aquino cuando dice:
“El sentido que se propone el autor [de las Escrituras) es el literal. Como quiera que el autor de las Sagradas Escrituras es Dios, que tiene conocimiento de todo al mismo tiempo, no hay inconveniente en que el sentido literal de un texto de la Escritura tenga varios sentidos [...) Este último significado corresponde al sentido espiritual, que supone el literal, y en él se fundamenta”( Santo Tomás de Aquino. Suma de Teología. Cuestión 1, Artículo 10, Solución.).
“Por ejemplo, cuando la escritura habla del brazo de Dios, el sentido literal no está diciendo que Dios tenga brazo, en cuanto a elemento corporal, sino en cuanto fuerza para obrar, que es lo que el brazo significa”(Santo Tomás de Aquino. Suma de Teología. Cuestión 1, Artículo 10, Respuesta a la 3ª objeción.).
No me puede caber la más mínima duda que san Pío X tenía presente este pasaje de la Suma Teológica cuando refrendó con su autoridad la respuesta de la Comisión Bíblica. Confieso no poder decir exactamente donde está la línea divisoria entre el sentido literal y el pie de la letra. Pero me parece evidente, al leer el texto de la Comisión Bíblica alentada por san Pío X, que en el espíritu de la misma está salir al paso de los que dicen que el relato del génesis es un relato mitológico acerca de la cosmogénesis del universo. Todas las culturas tienen mitos para esa cosmogénesis y san Pío X quiere dejar claro que el texto del Génesis no es uno más. Dios realmente creó el universo, y lo creó bueno, y lo creó en el tiempo, y lo creó secuencialmente, es decir unas cosas a partir de otras, y puso al ser humano en la cúspide de su creación tras infundirle personalmente el alma, y les dio el estado de inocencia y el don de la inmortalidad, y les puso un mandamiento, y por su desobediencia, a instigaciones del diablo, perdieron la inocencia y la inmortalidad. Hasta aquí la literalidad, punto a punto expresada en la cuestión III. Pero no lo tomemos al pie de la letra. No modeló el cuerpo del hombre con sus manos, puesto que Dios no tiene manos. Lo creo del polvo de la tierra que, en definitiva, es lo que son las distintas especies de animales. Lo modeló con su Voluntad Todopoderosa, fue su Causa Primera. Pero usó, como para casi todo lo que hace, causas intermedias, que bien pueden ser las leyes de la evolución, diseñadas y supervisadas por Él. Le insufló el alma, aunque no lo hiciese soplándole en las narices. Este es el sentido literal que quiere dejar claro la Comisión Bíblica de san Pío X. Y de ninguna manera la teoría de la evolución vulnera el sentido literal así entendido. Así lo acepta hoy día desde la Congregación para la Doctrina de la Fe hasta el actual Papa, que nunca han condenado esta teoría.
En el camino entre san Pío X y Benedicto XVI, nos encontramos a Pío XII.
En su alocución de inauguración del curso de la Pontificia Academia de las Ciencias en 1941, dice:
“El hombre, dotado de alma espiritual, fue colocado por Dios en la cima de la escala de los vivientes, como partícipe y soberano del mudo animal.
Las múltiples investigaciones, tanto de la paleontología como de la biología y morfología, sobre estos problemas tocantes a los orígenes del hombre, no han aportado hasta ahora nada de positivamente claro y cierto. No queda, por tanto, sino dejar al porvenir la respuesta a la pregunta de si un día la ciencia, iluminada y guiada por la revelación, podrá ofrecer resultados seguros y definitivos sobre punto tan importante”.
Por otra parte, en la encíclica “Humani generis”, se lee:
“Por eso, el magisterio de la Iglesia no prohibe que, según el estado actual de las ciencias humanas y de la sagrada teología, se trate en las investigaciones y disputas de los entendidos en uno y otro campo, de la doctrina del <
Me parece exquisito el tacto y la prudencia con las que Pío XII trata el tema. La evolución no es cosa cierta y demostrada, pero cada vez hay más argumentos que la hacen enormemente más plausible que el creacionismo. Yo desde luego, estoy dispuesto a obedecer el juicio de la Iglesia. Si un día dice que la teoría de la evolución en cuanto al origen del cuerpo del hombre, es contraria a la fe, lo aceptaré. Pero todavía no lo ha dicho y, a decir verdad, dada su prudencia y sabiduría, no creo que lo diga nunca. Por supuesto que acepto que el alma no viene por la evolución, pero nadie en su sano juicio podrá decir nunca que es científico decir que el alma viene por evolución. Así que, tranquilo.
c) Una cuestión de fondo.
¿Por qué encresparse ante la teoría de la evolución y ser más papistas que el Papa? A mí me parece, y en eso coincido plenamente con Pedro MR que la teoría de la evolución, lejos de suponer una mancha para la inteligencia de Dios es un canto a su sabiduría y a su capacidad de crear belleza. No sé si en la entrada anterior cité el final de “El origen de las especies”, pero si lo hice, lo vuelvo a hacer ahora, aunque me repita:
“De esta manera, el objeto más impresionante que somos capaces de concebir, o sea, la producción de animales superiores, es resultado directo de la guerra de la naturaleza, del hambre y de la muerte. Existe grandeza en esta concepción de que la vida, con sus distintas facultades, fue originalmente alentada por el Creador en una o varias formas, y que, mientras este planeta ha ido girando según la constante ley de la gravitación, se han desarrollado y se están desarrollando, a partir de un comienzo tan simple, infinidad de formas cada vez más hermosas e impresionantes”.
Creo que hay muchas cosas en las que los católicos debemos librar una ardua batalla en contra del ateismo y el secularismo. Le va en ello mucho a la humanidad. Por eso hay que librar las batallas necesarias y con los argumentos correctos. Y ni la lucha contra el evolucionismo es una batalla que haya que librar, ni los argumentos para librarla pueden ser los correctos, puesto que van contra la lógica y el sentido común. En el libro “Un siglo, una vida” de Jean Guitton hay una frase que Guitton leyó en el diario de su madre, que me ha llamado mucho la atención. Dice: “Es necesario que se restablezca la armonía entre los modernos sin fe y los creyentes sin modernidad. Hace falta que los primeros se reencuentren con Dios. Pero hace también falta que los segundos caminen hacia delante sobre la tierra”.
Creo que, como católicos, es nuestra obligación, para el bien de la Iglesia de Cristo y, por tanto, de la humanidad adoptar la segunda actitud descrita por la madre de Guitton. Lo cual no significa hacer ni una sola concesión en lo fundamental. Cito de memoria y seguramente mal una frase de san Agustín ¿o era de otro?:
“En lo cierto, unidad. En lo abierto, libertad y en todo, caridad”.
Si no es exactamente así o si no es de san Agustín, que me perdonen.
Un abrazo a los dos Pedro MR y Ludovico b. C. por tan estimulante discusión.
Tomás