Mi primera gran pregunta es:
¿Quién manda en España?
Desde luego, no el Presidente Sánchez que no parece ser más
que una marioneta vapuleada por ERC de un lado y Podemos, con sus socios
bolivarianos de Venezuela por otro.
Llega a España Juan Guaidó recientemente reconocido por el
propio Sánchez como Presidente Encargado de Venezuela en fecha tan reciente
como el 4 de Febrero de 2019, cuando era Presidente de verdad, no en funciones.
Cuando todavía no tenía a Podemos y a ERC marcando su agenda. Y, ¡oh, sorpresa!
Quien siendo presidente le reconoció, menos de un año más tarde, se niega a
recibirle. El único contacto oficial de alguien del ejecutivo español con el
reconocido Presidente Encargado de Venezuela es con la ministra de asuntos
exteriores que le recibe de tapadillo en la Casa de América, en vez de hacerlo
en el Palacio de Santa Cruz, como se recibe a los Jefes de Estado reconocidos.
¿Qué ha pasado en este último año? ¡Evidente! Que Podemos tiene a Sánchez
cogido por los huevos. Perdonad la expresión, pero es la más descriptiva de la
realidad. Pero, no sólo eso. La número dos de Venezuela la tal Delcy Rodríguez
(que, como dice Alfonso Ussía, tiene nombre de medicina infantil) aterriza, por
casualidad, al parecer, en el aeropuerto de Barajas, siendo una persona que
tiene prohibida la entrada en la UE. Y tras una larga cadena de mentiras, nos
vamos enterando de que el fontanero mayor de Pedro Sánchez, Jose Luis Ábalos,
flamante diplomado en pedagogía con tres meses de experiencia docente, se reúne
con ella en una sala VIP del aeropuerto de Barajas, primero porque pasaba por
allí, luego porque fue a saludarla, después para hablar un rato de la mar y de
sus peces y… Otro tirón de huevos a Sánchez por parte de Podemos.
Pero si Podemos tiene agarrado a Sánchez por el huevo
izquierdo, ERC le tiene agarrado por el derecho. Porque tras la medio sí, medio
no, convocatoria de elecciones en Cataluña, convocadas con fecha fantasma por
Torra, el no diputado ¿y sí presidente? de la generalidad, pareció, que en la
mañana de ayer jueves, Sánchez hizo, (tras haber aceptado la vergüenza de
sentarse a negociar de gobierno a gobierno, en pie de igualdad, con Torra),
algo que podía parecer un poco menos insensato: Retrasar esa reunión hasta
saber quién será el próximo presidente de la generalidad. Pero, ¡ay!, al rufián
Rufián –perdóneseme el fácil juego de palabras, pero no he podido evitarlo– le
ha faltado tiempo para ir a Moncloa y explicarle a su inquilino de quién es la
voz de su amo. Y, claro, Sánchez ha rectificado. “¡Por supuesto que me reuniré
la semana que viene con Torra, señor rufián! Para eso estoy, para obedecer lo
que usted desee mandar. ¿Ordena usted alguna cosa más? Porque aquí estoy para
servirle”. ¡Qué vergüenza! Hasta dónde se pueden llegar a desprestigiar las
instituciones. La Presidencia del Gobierno de España que, la ostente quien la
ostente, debería ser respetable y respetada, se vende por el alquiler del
Palacio de la Moncloa.
Pero, mi segunda pregunta del día ha sido:
¿Qué pasa en el cortijo de
Red Eléctrica Española?
Esta gente no respeta nada. El Presidente de esa empresa del
IBEX 35, Jordi Sevilla, socialista de pro, puesto a dedo por el mismísimo
Sánchez pocos días después de hacerse con la Presidencia de España por la
moción de censura, dimite por las injerencias la Vicepresidenta cuarta y
ministra de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. ¡Toma ya! Pues sí,
esta señora ha debido tocarle mucho el huevo izquierdo a Jordi Sevilla. Pero
mientras ella le tocaba el huevo izquierdo, el derecho se lo debía estar
tocando el marido de la susodicha, Mariano Bacigalupo, consejero de la Comisión
Nacional de los Mercados y de la Competencia que es muy posible que sea el
próximo presidente de ese organismo tras el cese de José María Marín Quemada.
Así, como suena. La mujer le toca el huevo izquierdo y el marido el derecho. Y
claro, Jordi Sevilla, socialista y todo, se ha hartado de que le toquen los dos
huevos a cuatro manos y ha dimitido. Pero, es que ocurre que REE, es una
empresa del IBEX 35 de la que, es cierto, su mayor accionista es el estado, a
través de la SEPI, con el 20%. Pero el otro 80% está en manos de inversores
privados. Sí, nada menos que el 66% en manos de inversores institucionales
extranjeros, un 4% de institucionales españoles y el 10% restante de inversores
particulares. Ojo, que nadie se llame a engaño con lo de inversores
institucionales. Eso no son grandes instituciones. Son fondos de inversión que
reúnen el ahorro de millones de pequeños inversores, extranjeros la mayoría y
algunos españoles. Dice la flamante ministra y cuarta vicepresidenta que quiere
que al frente de REE haya una persona con la que tenga “una interlocución
fluida”. Me llena de asombro la prepotencia de la cuarta vicepresidenta. ¿Es
que no sabe que al nuevo Presidente de REE le tiene que nombrar la Junta
General de Accionistas en la que el SEPI –ni siquiera su ministerio– sólo tiene
el 20% de las acciones? Sí que lo sabe. Pero ocurre que REE es una de las
empresas que mantiene, frente a las directrices de la UE, las llamadas acciones
de oro. Por muchas acciones que tengan los inversores privados, su porcentaje
de voto en las Juntas Generales de Accionistas no puede superar el 3%, frente
al 20% de las acciones de oro de la SEPI. ¿Cortijo, o no? Si esto no es un
cortijo, que alguien me diga qué lo es. De forma que la ministra y cuarta
vicepresidenta pondrá a quien le de la gana como Presidente de REE. Pasándose
también por el forro al presidente de la SEPI, que también debe ser una persona
de “interlocución fluida”. Y éste, muy fluidamente, pondrá a otra persona “con
interlocución fluida”, es decir, a una marioneta que se deje tocar los huevos
por ella y por su marido. Y lo pondrá aunque el 80% de los accionistas se
opongan con su miserable 3% de derecho a voto. Pero lo que no podrá evitar la
ministra de tan largo título y cuarta vicepresidenta es que los
inversores institucionales extranjeros y españoles, así como los individuales
bien informados, vendan sus acciones y la cotización y el valor de REE se hunda
en la miseria. Y así, si REE tiene que hacer una Ampliación de Capital para
invertir en mejorar la calidad del suministro eléctrico a los españoles, ¿quién
va a ir a esa ampliación? ¿Qué pensará de España, por ejemplo, el Fondo de
Pensiones del Estado Noruego, que es el fondo de inversión más grande del
mundo? Pues que somos un país de pandereta y que no sólo no invertirá en REE,
sino tal vez tampoco en ninguna empresa española. Yo, desde luego, tengo claro
en qué empresa jamás meteré mi dinero. Naturalmente, con tal de mantenerse en
el machito, ni a la ministra cuarta vicepresidenta ni a su presidente Sánchez,
les importa una mierda que el suministro eléctrico de los españoles se
deteriore. Así pasó en Venezuela, la admirada Venezuela para Pablo Iglesias.
Pues, ¡hala!, sigamos ciegos nuestro camino.
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