A
mediados de 2019 Facebook anunció el lanzamiento de una nueva moneda virtual
–que no criptomoneda, ya veremos por qué– llamada LIBRA. Puede parecer un misterio
el porqué Facebook puso a esta moneda virtual el mismo nombre de una divisa ya
existente, pero más adelante, a la luz de lo que veremos, se entenderá que es
el mejor nombre que se le podía poner.
En
una serie de artículos que escribí y una conferencia que di en 2017 sobre
Bitcoin y otras criptomoneda afirmé que me parecen un tremendo bluf, unas
burbujas inútiles que no llevan a ninguna parte, pero que era más que posible
que surgiesen otras criptomonedas, con diseños mejorados que si pudiesen tener
utilidad. Más adelante me referiré brevemente a las razones que me llevaron a
atribuir tan poca utilidad al Bitcoin y a las demás criptomonedas y a creer que
pueda haber desarrollos futuros de gran utilidad. Otra opinión muy distinta me
merece la tecnología –llamada Blockchain– en la que se basan estas
criptomonedas. El Blockchain me parece una tecnología con un inmenso campo de
utilidad para un amplísimo abanico de posibilidades. Si alguien quiere saber el
porqué de estas opiniones, puede leerlo en los siguientes links, aunque creo
que no es necesario leer todos esos documentos para entender lo que voy a decir
en estas páginas:
Sobre
el Bitcoin y conceptos relacionados
Sobre
otras divisas virtuales distintas del Bitcoin
Sobre
el oro
Sobre
el Blockchain
El
anuncio del lanzamiento de LIBRA por parte de Facebook, a mediados de 2019, me
hizo preguntarme si esta criptomoneda –todavía la llamaba así– podría ser la
innovación útil esperada. Es anuncio vino acompañado por un “White Paper” descriptivo
de esta moneda virtual. Lo leí con detenimiento y me llamó poderosísimamente la
atención el diseño de LIBRA. En base a eso di una conferencia con el título de “LIBRA
de Facebook, ¿una revolución o una criptodivisa más?”. Vaya por delante, ya
que no se trata de crear ningún thriller que la respuesta que doy a esta
pregunta es que LIBRA me parece, si no una revolución triunfante, sí la
antesala de una revolución que puede ser muy buena para la lucha contra la
pobreza y, por lo tanto, para la humanidad. En estas páginas intentaré razonar
esta conclusión.
El
esquema de estas páginas es el siguiente:
1º
¿En qué se basa mi falta de fe en las criptomonedas existentes?
2º
¿Por qué creo en la posibilidad de que puedan surgir nuevas generaciones de
criptomonedas que sí puedan tener utilidad.
3º
¿Podría LIBRA ser una de esas criptomonedas útiles?
Pasemos
ahora a analizar estos tres puntos.
1º
¿En qué se basa mi falta de fe en las criptomonedas existentes?
Esta
falta de fe se basa en cuatro criterios.
a)
La altísima volatilidad de todas las criptomonedas existentes.
b)
El altísimo coste de funcionamiento de estas
criptomonedas.
c)
Su nula o escasa flexibilidad para regular su masa
monetaria.
d)
Su nula o escasa capacidad para ser la base de
contratos entre cualquier tipo de particulares, empresas u otras instituciones,
distintos del mero cambio de una divisa por la criptomoneda.
Pasemos
ahora a ver cada uno de estos cuatro criterios.
a)
La altísima volatilidad de todas las criptomonedas
existentes.
Desde la fundación
del Bitcoin en el año 2008, con un valor de 1 centavo de $ el Bitcoin tuvo un
crecimiento sostenido de precio que llegó, al final de 2016 a unos 970$. A
finales de Diciembre de 2017, tras un vertiginoso rally al alza alcanzó su
precio máximo, muy cercano a los 20.000$. En esa fecha empezó un declive que,
con grandes dientes de sierra, llevó el precio, en poco menos de un año, a
finales de 2018 a valer 3.100$. Entonces volvió a subir para, a finales de Junio
de 2018 alcanzar casi los 12.000$. Inmediatamente empezó una bajada, que
todavía no ha terminado, que ha situado su precio de hoy en 7.200$. Y algo muy
parecido ocurre con el resto de las criptomonedas que tienen un precio muy
correlacionado con el Bitcoin.
Estas
fluctuaciones hacen que unas monedas así no cumplan con las tres funciones
requeridas para que algo sea dinero fiable. A saber:
-
Ser
un medio de pago aceptado por todos. No por un pequeño puñado de frikis, sino
por todos. Que el carnicero acepte que yo le pague la carne con Bitcoins, que
los trabajadores de todas las empresas acepten que el pago se les haga en
Bitcoins, etc. Evidentemente nadie aceptaría una moneda con esas fluctuaciones
como medio de pago.
-
Servir
de unidad de cuenta. Si a cualquier persona que hace la compra casi a diario se
le pregunta cuánto cuesta en Euros un kilo de carne, sabe con bastante
exactitud su precio. Por tanto, si tiene, digamos, 1.000€ en cuenta corriente,
tiene una idea muy aproximada de cuantas cosas puede comprar. Pero si tuviese
una cuenta corriente en Bitcoins, no tendría ni idea de cuántas cosas podría
comprar.
-
Servir
como depósito de valor o de inversión. Si a alguien le toca la lotería y lo deja
en cuenta corriente o lo invierte en letras del tesoro o en bonos, sabe a cuánto
asciende su patrimonio. Incluso si lo invierte en acciones de una empresa
segura. Pero si lo invierte en Bitcoins tendría que mirar cada media hora el
precio del Bitcoin para saber cuan rico es.
Importa ver,
aunque no lo voy a argumentar aquí, que esta volatilidad es algo intrínseco y
consustancial con las criptomonedas existentes, por su propio diseño. Por
tanto, no pueden ser dinero fiable.
b)
El altísimo coste de funcionamiento de estas criptomonedas.
Todas las
criptomonedas, y también LIBRA, se basan en la tecnología llamada Blockchain.
Esta tecnología se basa en la obtención de un consenso generalizado de todas
las personas que libremente quieran ser “consensuadores” (normalmente millones),
de que un determinado acontecimiento ha tenido lugar. En el caso de las
criptomonedas estos acontecimientos son que alguien haya dado dinero en
cualquier moneda de curso legal, digamos Yenes, a cambio de esa criptomoneda.
Pero para que ese consenso generalizado se produzca tiene que haber alguien que
dé fe, cada pocos minutos (o segundos) de todas las transacciones que se han
producido en esos pocos minutos (o segundos). En las criptomonedas existentes,
esa fe la dan unos personajes que han recibido el nombre de “mineros”. Ahora
bien, la minería abierta, aquella en la que pueden participar, y de hecho
participan, miles o decenas o cientos de miles de posibles “mineros”, es
competitiva y para ganar el premio que se obtiene por lograr ganar esa
competencia hay que usar potentes superordenadores que en su proceso de cálculo
consumen enormes cantidades de energía. Concretamente, la minería de Bitcoins
consume al año 47 Tw-h. Esta energía es igual a la que consume un país como Irak
o la que consumen al año 4,3 millones de hogares americanos. Todo eso teniendo
en cuenta que las transacciones en Bitcoins suponen menos de una millonésima
parte de las transacciones en dólares. Es evidente que el sistema es
energéticamente insostenible. Cierto que otras criptodivisas más sofisticadas
tienen un coste energético por transacción bastante menor, pero aun así, la
sostenibilidad energética es imposible.
c)
La nula o escasa flexibilidad de las criptodivisas
existentes para regular su masa monetaria.
En el caso del
Bitcoin la cantidad de Bitcoins que se crean está determinada con exactitud matemática
en sus reglas de funcionamiento. Cada cuatro años se tienen que crear exactamente
la mitad de los Bitcoins que se crearon en los cuatro años anteriores. Esto
determina con exactitud cuántos Bitcoins hay en cada momento y fija un máximo,
al que se llegará asintóticamente, de 21 millones. Aunque otras criptomonedas
no tienen tanta rigidez, en todos los casos su escasa flexibilidad impide que
sean útiles.
d)
La nula o escasa capacidad para ser la base de
contratos entre cualquier tipo de particulares, empresas u otras instituciones,
distintos del mero cambio de una divisa por la criptomoneda.
El Bitcoin carece,
por diseño, de la más mínima posibilidad de llevar a cabo contratos más allá de
los reseñados. Otras criptomonedas sí presentan esa posibilidad, aunque de
forma muy limitada. Sin una amplísima capacidad de poder hacer todo tipo de
contratos con todo tipo de particulares, empresas o instituciones, una
criptomoneda no puede aspirar a ser útil.
2º
¿Por qué creo en la posibilidad de que puedan surgir nuevas generaciones de
criptomonedas que sí puedan tener utilidad?
Este punto es
extraordinariamente breve. Es evidente que si, de la forma que sea, una
criptomoneda esquivase en su diseño los cuatro problemas anteriores, tal vez,
sólo tal vez, pudiera llegar a constituir una alternativa al Dólar, el Euro u
otras monedas fuertes que están sustentadas en una economía suficientemente
sólida y estable. Sin embargo, lograr superar esos cuatro obstáculos es
condición necesaria, pero no suficiente para ser una criptomoneda de utilidad. Por
lo tanto, podemos pasar directamente al tercer punto:
3º
¿Podría LIBRA ser una de esas criptomonedas útiles?
Para contestar a
esto, primero hay que pasar a libra por la prueba de los cuatro obstáculos anteriormente
explicados. Y, después, ver si se dan otras condiciones necesarias para que
LIBRA pueda ser una criptomoneda útil.
Pero antes de
hacerlo, creo muy conveniente ver lo que el White Paper de LIBRA dice que es la
misión de esta criptomoneda. La “mission statement” de LIBRA dice textualmente:
“La misión de
LIBRA es crear una moneda sencilla y global, y una infraestructura financiera
que empodere a miles de millones de personas”.
Detrás de estas
sencillas dos líneas hay una carga de profundidad que resume lo que podría ser
uno de los hitos más importantes en la lucha contra la pobreza en el mundo.
Miles de millones de personas en el mundo están excluidas del acceso a todo
tipo de servicios financieros. Y esto, ¿importa? ¿Es importante el acceso a los
servicios financieros para escapar de la pobreza? Es fundamental. Estamos tan
acostumbrados a estos servicios que somos incapaces de darnos cuenta de lo que
sería vivir en un mundo sin ellos. Actualmente, la banca es la institución que
crea la mayoría de esos servicios financieros. Esto podría dejar de ser así,
pero lo que no podría dejar de haber es esos servicios financieros. Si no los
diese la banca, alguien tendría que darlos. Por un momento, pensemos en un
mundo sin servicios financieros. Para hacer un pago de, digamos, 100 Coronas
Noruegas a alguien que viviese en ese país, en primer lugar tendríamos que
encontrar a alguien que le sobrase esa divisa y que quisiera cambiarnos
nuestros Euros por ella a un pecio razonable –habría que empezar por
preguntarse que sería eso de un precio razonable–. Luego deberíamos coger el
avión, pagando en cash a la línea aérea, ya que no existirían cuentas
corrientes ni transferencias, y viajar a Noruega, hasta el domicilio de la
persona a quien tuviésemos que hacer el pago, darle sus 100 Coronas y volvernos
por el mismo camino. Ni que decir tiene que el coste de la transacción sería
enormemente mayor de las dichosas 100 Coronas. ¡Qué horror! Además, al no haber
cuentas corrientes, todos nuestros ahorros deberían estar físicamente
depositados en alguna caja fuerte, bien en nuestra casa o bien en algún lugar
seguro. Por supuesto, si quisiéramos comprarnos una casa, deberíamos empezar a
ahorrar veinte o treinta años antes para pagarla cuando hubiésemos reunido el
dinero. O si un pequeño (o gran) negocio tuviese una idea innovadora, tendría
también que esperar años para hacerla realidad. Esto que acabo de describir
parece chusco. Pero es exactamente lo que les pasa a casi dos mil millones de personas
en el mundo. Según el White Paper de LIBRA, hay 1.700 millones de personas
adultas excluidas del sistema financiero, de las que 1.000 millones tienen un
smartphone, aunque no sea un iPhone, y 500 millones tienen acceso a internet.
Y, evidentemente, así, ni la producción de ningún bien o servicio, ni su venta,
ni su cobro, ni nada de nada sería posible más allá de lo que podamos caminar
en unas horas. Vivir en un mundo así es vivir atrapado en la trampa de la
pobreza sin la menor esperanza de salir de ella. Sería como si mañana el aire
adquiriese la densidad de la miel y tuviésemos que movernos en ese medio. Lo
que se propone Facebook con LIBRA es que mandar dinero de un extremo del mundo
al otro sea tan fácil y barato como mandar un Whatsapp. Eso quiere decir una
moneda sencilla y global. Si esa red es la base a la que se pueda enganchar
cualquier empresa, banco, persona o institución, eso sería una infraestructura
financiera. Y si una cosa así existiese para los 1.700 millones de personas que
no tienen esas posibilidades, eso sería empoderar a esas personas que tendrían
acceso inmediato a los servicios financieros y a una enorme infinidad de otros
servicios que hoy les están vedados. Si eso no es una revolución en la lucha
contra la pobreza, ¿qué otra cosa puede serlo?
¿Es todo esto un
sueño? Sí, un sueño, pero un sueño posible. Que miles de millones de personas puedan
mandar dinero gratis de un extremo del mundo a otro, que puedan guardar su
dinero con seguridad, que puedan acceder con facilidad a crédito relativamente
barato. Ese es el sueño. Y si eso es así, la pobreza retrocederá como baja la
espuma de la Coca Cola. Porque los pobres son pobres, pero no tontos. Si mañana
encuentran un mundo con estas oportunidades, empezarán a crear riqueza. Porque
la naturaleza humana está hecha de tal manera que si se la deja, crea riqueza
como las abejas hacen miel o como los gusanos de seda hacen seda. Sólo la falta
de oportunidades y la inseguridad jurídica lo impiden. Y LIBRA puede ser la
base de esa igualdad de oportunidades. Sólo quedaría el obstáculo de la
seguridad jurídica. Pero esto es algo que, si existe lo primero, hace que el
abuso jurídico caiga como cae una fruta que madura bajo el efecto del sol. Y el
fin de la pobreza supondría un boom de desarrollo para toda la humanidad. Ahora
puedo vislumbrar la razón de que se haya puesto a esta criptomoneda el nombre
de LIBRA. Libra significa en latín balanza y la balanza es el signo de la
justicia y la equidad. Ningún otro nombre hubiese respondido mejor a su misión.
Ahora sí. Ahora
vamos a ver si LIBRA puede ser la criptomoneda que pueda cumplir con lo que
dice su misión. Es decir, si supera las trabas que tienen las actuales
criptomonedas y otras condiciones necesarias. Repasemos estas trabas a la luz
de LIBRA.
a)
La altísima volatilidad de todas las criptomonedas
existentes.
Esa volatilidad se
produce porque estas criptomonedas no tienen detrás nada, absolutamente nada, que
las soporte. El Dólar, el Euro, o la misma Libra Esternlina tienen el soporte
de la economía a la que representan, es decir, el conjunto de bienes y
servicios producidos por los EEUU, por Europa o por el Reino Unido. Y el no
tener ningún soporte hace que estén a los avatares de una oferta y demanda de
la moneda que no tiene ningún rationale más que sus propios movimientos
aleatorios para que esta oferta y demanda se cree. Si la economía americana, es
decir, el conjunto de su creación de bienes y servicios va bien, el Dólar
subirá a largo plazo. Y lo mismo pasará con el Euro o la Libra Esterlina. Uno
puede desarrollar un rationale que le aconseje invertir en una u otra divisa. ¿Pero
el Bitcoin? Su único rationale es su histeria de volatilidad. ¿Y LIBRA? LIBRA
estará respaldada por la llamada RESERVA LIBRA. Cada vez que alguien de, por
ejemplo 100$ para cambiarlos por LIBRAS, esos dólares quedarán invertidos en
una cesta muy diversificada de bonos, letras o depósitos bancarios, de la
máxima calidad, denominados en un conjunto de las monedas más fuertes del mundo.
Así, por cada LIBRA que se compre, su contravalor en la divisa con la que se
compre, se invertirá en esa cesta. El conjunto de esa cesta es lo que se llama
la RESERVA LIBRA. Si por esos 100$ se le dan, digamos 50LB, esas 50LB estarán
soportadas por la parte alícuota de esa RESERVA LIBRA. A sensu contrario,
cuando alguien que tenga LIBRAS quiera obtener Dólares la RESERVA LIBRA venderá
la parte alícuota de la misma que supongan los Dólares que se quieran obtener y
ese será el valor exacto que reciba el que quiera esos dólares. Esto,
evidentemente, elimina de raíz la volatilidad de LIBRA. Libra será tan estable
como sean las divisas, los depósitos, los bonos o las letras que formen la
RESERVA LIBRA. Y cómo éstos serán de la máxima calidad y estarán ampliamente
diversificados, LIBRA será más estable de lo que pueda ser cada uno de sus
componentes. Por eso, en el white paper se dice que LIBRA es una “stablecoin”. Así
pues, la primera barrera, superada. Veamos la segunda.
b)
El altísimo coste de funcionamiento de las
criptomonedas existentes.
Como hemos visto anteriormente, ese alto
coste procede de la minería competitiva. Pero LIBRA ha sabido esquivar esa
barrera, aunque eso le acarree otro tipo de problemas. Y lo ha logrado haciendo
que la minería no sea competitiva. Para ello ha credo la ASOCIACIÓN LIBRA. Esta
ASOCIACIÓN es una entidad sin ánimo de lucro de la que participan, de momento, 23
empresas de distintos sectores u otras instituciones. Inicialmente este número era de 28,
pero en el segundo semestre de 2019 se “cayeron” VISA, Master Card, PayPal,
UPago y ebay. La idea de Facebook es que el número de miembros de la ASOCIACIÓN
LIBRA llegue a 100. Actualmente, esta ASOCIACIÓN está formada por:
· Medios de pago:
Pay U (el brazo de Fintech de Naspers) y Stripe.
·
Tecnología y
Mercados: Booking Holdings, Calibra*, Farfetch, Lyft, Spoty AB y Uber
Tecnologies.
· Telecomunicaciones:
Illiad, y Vodafone.
·
Blockchain:
Anchorage, Bison Trails, Coinbase y Xapo Holdings Limited.
·
Capital riesgo:
Andreessen Horowith, Breakthrough Initiatives, Ribbit Capital, Thrive Capital y
Union Square Ventures.
· Organizaciones sin
ánimo de lucro, organismos multilaterales e instituciones académicas: Creative
Destruction Lab, Kiva, Mercy Corps y Women’s Word Banking.
* Calibra es una subsidiaria regulada de
Facebook y separada jurídicamente de ésta que llevará el liderazgo durante 2019
y principios de 2010, hasta el lanzamiento de LIBRA. Luego será un miembro más
de la asociación. Con esto, Facebook pretende garantizar la separación de datos
financieros y sociales. Por otro lado, Facebook, además de participar en la ASOCIACIÓN
LIBRA a través de Calibra, asegura en su White Paper que dará todas las
facilidades posibles para que LIBRA esté regulada, aunque no sea una divisa
dependiente de los estados que pueda ser creada o destruida por los Bancos Centrales.
Esto quiere decir que su secreto será el mismo que puedan tener los bancos. Los
datos de los propietarios de la moneda no serán públicos, pero estarán
disponibles en casos de investigaciones judiciales. Esto significa que no es
una criptomoneda y que, por lo tanto, no será refugio para actividades
delictivas como podrían serlo, al menos en parte, las criptomonedas existentes.
Es decir, no es, propiamente hablando, una criptomoneda[1]. Podemos hablar de una
moneda virtual y así la denominaré a partir de ahora. Pero es importante dejar
claro que no está en el propósito de LIBRA ni en su espíritu el que sirva para
encubrir actividades delictivas.
Facebook ha creado una red privada de
blockchain del tipo denominado “permissioned” que le permita que la minería no
sea competitiva sino de consenso ente los miembros de la ASOCIACIÓN LIBRA. Es
decir, para poder ser minero, hay que formar parte de la ASOCIACIÓN LIBRA. Este
tipo de redes de Blockchain, conocidas como “permissioned”, tienen la ventaja
sobre las “unpermissioned” de que pueden tener una minería colaborativa, no
competitiva, y por lo tanto sin ningún coste ni económico ni energético. Pero
tienen la desventaja de que, cuanto más pequeña sea la red, más posibilidades
hay de que los acuerdos alcanzados colaborativamente sean manipulados con
sistemas que han dado en llamarse “trampas bizantinas”. Lo que es imposible
hacer con una red de millones de nodos, es factible con una red más pequeña.
Esto es un peligro de muerte para la tecnología blockchain “permissioned”, por
lo que se han desarrollado protocolos llamados “tolerantes a fallos bizantinos[2]” que hacen que esos
acuerdos fraudulentos requieran que dos tercios de los nodos estén compinchados
para que el fraude sea posible. Por supuesto, LIBRA tiene uno de esos
protocolos. Pero la intención de Facebook es que LIBRA acabe funcionando sobre
una red de blockchain “unpermissioned” con millones de nodos que no tengan por
qué ser miembros de la ASOCIACIÓN LIBRA. Sin embargo, no está claro, y así lo
reconoce el White Paper, cómo se va a producir esta transición sin incurrir en
costes de minería. Sin embargo, esto no es óbice para echar a andar con un
sistema “permissioned” dotado de un eficiente protocolo “tolerante a fallos
bizantinos”.
La ASOCIACIÓN LIBRA financiará sus
actividades, sin ánimo de lucro, con los rendimientos que produzcan los activos
financieros en que esté invertida la RESERVA LIBRA, ya que la mera posesión de
unidades de LIBRA no otorga ningún derecho a ninguna rentabilidad, como no lo
hace la mera posesión de Dólares o Euros. Así pues, parece que LIBRA también
supera este segundo escollo.
Facebook esboza en su White Paper un
sistema de gobernanza de la ASOCIACIÓN LIBRA que, a primera vista, parece que
tiene mucho sentido y busca un notable fair play para todos sus componentes.
c)
La nula o escasa flexibilidad de las criptodivisas
existentes para regular su masa monetaria.
Lo cierto es que
LIBRA es sumamente flexible, pero no tiene ninguna posibilidad de regular su
masa monetaria. Esto es así porque la cantidad de unidades de LIBRA que haya
será exactamente la que quieran aquellas personas que libremente quieran
comprar o vender LIBRA. Esto, aunque no impide a los Bancos Centrales el
control de la masa monetaria de la economía que regulan, sí la hace muchísimo
más compleja. Como veremos más adelante, esto, aunque no la excluye a LIBRA como
divisa virtual viable, puede ser un grave problema para su éxito.
d)
La nula o escasa capacidad para ser la base de
contratos entre cualquier tipo de particulares, empresas u otras instituciones,
distintos del mero cambio de una divisa por la criptomoneda.
Este es, sin duda,
el aspecto más innovador y fuerte de LIBRA. Bitcoin no tiene la más mínima
capacidad para que se puedan conectar a su cadena de Blockchain partes que
quieran llevar a cabo contratos de ningún tipo en esa moneda. Por supuesto,
alguien que tenga Bitcoins puede transferir en Bitcoins, a alguien que le haya
vendido su coche de segunda mano, la cantidad de Bitcoins que hayan acordado.
Y, claro está, el comprador y el vendedor pueden firmar un contrato, por
fuera del sistema Blockchain, especificando el bien que se transmite y la
forma de pago. En el caso de la criptomoneda Ether, el asunto es distinto, ya
que está asociada a una plataforma llamada Ethereum, externa a Ether, que sí
permite la formalización de ciertos contratos denominados en esa criptomoneda.
Pero esta capacidad es relativamente pequeña. El caso de LIBRA es distinto. Facebook
ha desarrollado un nuevo lenguaje, específico para este fin, llamado MOVE, y ha
puesto el código de ese lenguaje a disposición de todo el que quiera, para
sugerir mejoras para que sirva para ese fin. Esto permitirá que a sistema de LIBRA
se pueda enganchar directamente y a través de API’s[3] cualquier tipo de empresa
o institución para llevar a cabo cualquier tipo de contratos. Por ejemplo, se
podrían abrir cuentas corrientes, tener acceso a préstamos, colgar las
licitaciones de las empresas y organismos públicos, y un larguísimo etcétera de
posibilidades. Esto sería una auténtica revolución. Sería como una inmensa red de
transporte de dinero tan fácil como mandar un Whatsapp y a coste 0, que
cubriese todo el globo y a la que pudieran engancharse por autopistas
especialmente diseñadas para esos fines todos los particulares, empresas,
gobiernos, etc., del mundo. Es decir, LIBRA sería el soporte de un ecosistema
financiero de cobertura mundial.
Todo esto puede
parecer ciencia ficción, pero no tiene por qué serlo. Acabamos de ver que LIBRA
cumple con las cuatro condiciones establecidas para la verdadera utilidad de
una moneda virtual global. Pero también había dicho que era necesario que LIBRA
debería superar, para tener éxito, otros obstáculos de facto, externos su
diseño. Estos obstáculos son básicamente de dos tipos:
1º Los que
provienen de los reguladores
2º Los que
provienen del mercado
1º Los que
provienen de los reguladores
Los reguladores tienen ante LIBRA
prevenciones que pueden considerarse razonales y otras menos justificables.
a)
Prevenciones razonables:
-
Que
LIBRA no sea usada para ocultar actividades delictivas. Facebook asegura en su
White Paper que, además de su filial, Calibra, la propia LIBRA está abierta a
ser una entidad regulada. Por tanto, deberá ser sometida a los mismos controles
antilavado de dinero a que están sometidas todas las instituciones,
especialmente los bancos. Si Facebook rechazase esta supervisión, sería natural
que los reguladores no permitiesen su actividad. Pero no parece que su
intención sea evitarla o soslayarla.
-
Que
LIBRA garantice la seguridad de los datos. Facebook ha separado, a través de la
sociedad independiente Calibra, el uso de los datos de la red social del de los
datos financieros que puedan ser usados por la divisa virtual y el ecosistema que
se desarrolle alrededor de ella. Es una buena declaración de intenciones, pero,
la verdad, hasta el momento, Facebook ha tenido muy graves problemas con la privacidad
y salvaguarda de los datos de la red social. ¿Por qué debería pensarse a priori
que no iba a ocurrir lo mismo con los datos de Calibra? Parece que Facebook
tiene mucho que madurar en esto.
-
Que
LIBRA garantice, al menos al nivel que lo hacen los bancos, la ciberseguridad
financiera contra todo tipo fraudes o randomware que pongan en peligro el
patrimonio de los que participan en el ecosistema. En esto Facebook es un
recién llegado, con poca o nula experiencia. Tendría mucho que aprender.
b)
Prevenciones menos justificables.
Como se ha comentado más arriba, LIBRA
puede hacer enormemente más complejo para los Bancos Centrales el control de la
masa monetaria de las economías que regulan. Los mecanismos que crean esta
complejidad son, también ellos, complejos y no los voy a tratar ahora.
Próximamente escribiré algo específicamente dedicado a este asunto, pero
hacerlo ahora complicaría y alargaría demasiado la lectura de estas páginas, ya
demasiado largas y densas.
Como resultado de estas prevenciones, los
Bancos Centrales miran con enormes recelos a LIBRA y, de hecho, están, de
alguna manera, poniéndole serias dificultades. Más arriba se ha dicho que VISA,
Master Card, PayPal, UPago y ebay, abandonaron la ASOCIACIÓN LIBRA en el
segundo semestre del año 2019. No parece que sea casualidad que todas ellas
sean empresas que son medios de pago bajo el control de los reguladores
bancarios. Tampoco es casualidad que no haya ningún banco comercial (a
excepción del Women’s Word Banking, de carácter muy especial y, curiosamente,
ligado al desarrollo económico de los países pobres o en vías de desarrollo)
entre los miembros de la ASOCIACIÓN. Uno tiende a ver cierta presión de los
Bancos Centrales en estas ausencias y abandonos. Y sin el apoyo o, al menos, la
tolerancia activa de los Bancos Centrales, es muy difícil, si no imposible, que
LIBRA tenga éxito.
2º Obstáculos para
LIBRA que provienen del mercado
-
Para
que LIBRA tenga éxito es necesario que se adhieran a ella, a través de API’s la
mayor cantidad posible de medios de pago, bancos y todo tipo de empresas e
instituciones. Pero, ¿como verán los bancos comerciales a LIBRA, dejando aparte
las presiones de los reguladores? ¿Cómo una amenaza contra la que luchar o como
una oportunidad a la que unirse? Depende. Para los bancos que estén muy
avanzados en el proceso de digitalización y hagan de él la punta de lanza de su
estrategia, LIBRA, si tiene éxito, es una inmensa oportunidad para intentar
entrar en mercados de enorme potencial a los que es imposible entrar con una
infraestructura física. Sin embargo, los bancos que vean la digitalización como
un peligro o que vayan rezagados en este proceso, verán LIBRA como una amenaza.
Normalmente, los bancos más grandes son los más avanzados en el proceso de
digitalización, por lo que creo que, si no fuese por la presión negativa de los
Bancos Centrales, serían más bien aliados que enemigos de LIBRA.
-
Pero
los bancos y medios de pago no son más que algo que podría considerarse como el
canal de distribución de LIBRA. Y los canales de distribución apoyan algo si el
usuario final lo demanda. Por tanto, la clave está en que haya miles de
millones de personas que entren en LIBRA. ¿Cómo se llega a miles de millones de
personas para convencerles de que utilicen un producto o servicio, en este caso
LIBRA? Para cualquier empresa esto sería una proeza prácticamente imposible.
Pero si hay una empresa que puede lograrlo, esa empresa es Facebook. Y, en
principio, no veo ninguna traba para que muchísima gente entre en LIBRA. Si me
tomo como muestra a mí mismo –lo que seguramente sea un error–, yo jamás
entraría en Bitcoin salvo como un jueguecito, con unos pocos Euros para divertirme.
Jamás metería una parte apreciable de mi patrimonio en una montaña rusa como
Bitcoin. Como dice el refrán: “Con las cosas de comer no se juega” o,
“experimentos, con gaseosa”. Sin embargo, si libra existiese, no vería ningún
inconveniente en entrar en LIBRA. Por supuesto, no le veo mucha utilidad si no
puedo invertir las LIBRA’s que tenga en algo que me de una cierta rentabilidad.
Pero, para que esto sea posible, es necesario que entren en LIBRA los medios de
pago y los bancos, es decir, lo que hace unas líneas he llamado canal de
distribución. Esto suena a pescadilla que se muerde la cola. Pero cualquier
persona que sepa un poco de marketing sabe que eso es así para cualquier
producto dirigido al gran público que quiera entrar en cualquier mercado. Es
necesario encontrar la fórmula para cortar circulo vicioso: No tendrás distribución
hasta que no tengas éxito y no tendrás éxito hasta que no tengas distribución. Una
vez más, Facebook está en mejores condiciones que cualquier otra empresa o
producto para lograr cortar este nudo gordiano.
-
La
idea de que la ASOCIACIÓN LIBRA se autofinancie con el rendimiento de los
activos en que están invertidos los fondos de la RESERVA LIBRA es, hoy día
insostenible. Lo es, porque en el escenario de tipos negativos en el que nos
encontramos, es muy difícil obtener rentabilidad para esos fondos en activos y
depósitos de alta seguridad, donde se especifica en el White Paper que deben
invertirse los fondos de la RESERVA LIBRA.
-
Pero
si, además, o sobre todo, Facebook quiere que LIBRA sea efectivamente un medio
de empoderamiento para miles de millones de personas, como dice su “mission
statement”, deberá superar varios retos adicionales. Se ha visto anteriormente
que, según dice el White Paper de LIBRA, hay 1.700 millones de personas adultas
excluidas del sistema financiero, de las que 1.000 millones tienen un
smartphone, aunque no sea un iPhone, y 500 millones tienen acceso a internet.
LIBRA es perfectamente inútil para intentar lograr que los 700 millones de
personas que no tienen smartphone puedan acceder al sistema financiero a través
de esa divisa virtual. Y, a su vez, a los 1.200 millones de personas sin acceso
a internet, no les sirve para nada tener un smartphone. Por tanto, hay dos hitos
que Facebook debería conseguir para lograr el objetivo de permitir el acceso a
servicios financieros a miles de millones de personas que ahora no lo tienen. Uno
es conseguir que esos 1.200 millones de personas tengan acceso a internet. El otro,
lograr que los 700 millones que no tienen smartphone, lo lleguen a tener. Si
tan sólo se consiguiese eso, se habría dado un paso de gigante en la lucha
contra la pobreza, con independencia del éxito de LIBRA. Pero si, además, LIBRA
tuviese éxito, el paso sería del gigante con las botas de siete leguas. En
diversas ocasiones, Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, ha hablado de la
necesidad de conseguir desarrollar tecnologías que faciliten el acceso barato o
gratuito a internet regiones remotas. Y lo mismo han dicho los fundadores y
propietarios de otras grandes empresas tecnológicas. Así que parece que esto está
en su agenda. Veremos.
Para
terminar, cabría preguntarse: ¿Qué mueve a Zuckerberg a lanzar LIBRA con esa
misión? Yo creo que Zuckerberg y otros fundadores y propietarios de grandes
tecnológicas tienen una genuina aspiración a mejorar el mundo. El matrimonio Zuckerberg-Chan
ha declarado que, a lo largo de sus vidas, van a donar el 99% de sus acciones de
Facebook, valoradas hoy en más de 60.000 millones de $, para ese fin, a través
de la fundación Chan Zuckerberg Initiatives. Algo parecido hacen Melinda y Bill
Gates con su fortuna. Uno puede estar o no de acuerdo en la forma en la que
usan ese dinero para ese fin, pero eso es otra historia. A mí, personalmente,
lo que se use en facilitar el acceso de 1.200 MM de personas a Internet, y la
posesión de smartphones a los 700 millones que no lo tienen, me parece un medio
excelente y, además, yo creo en la sinceridad de la pretensión de Zuckerberg.
Aunque, desde luego, no prueba nada, quiero poner un link a la carta que
escribió Mark Zuckerberg a su hija Max cuando nació:
¿Qué
si LIBRA tiene éxito esto va a hacer que Facebook, indirectamente, a través de
cientos de millones de nuevos usuarios gane más? Sin la menor duda. Pero no
creo que ese sea la motivación fundamental de Zuckerberg para fundar LIBRA. Creo
que su motivación básica es la que expresa en la misión de esta moneda virtual
y en la carta a su hija. Pero, si Facebook gana honestamente más dinero, ¿qué
hay de malo en ello? No sólo no hay nada de malo, sino que hay mucho de bueno. Efectivamente,
si la pobreza retrocede, se vendrán más coches, mas zapatos, más lentejas, más libros,
más… más de todo. Y eso hará que, no sólo Facebook, sino todas las empresas
vendan más, contraten más gente y ganen más. El mundo, toda la economía
mundial, aunque de modo especial los pobres, salen ganando con el retroceso de
la pobreza. Así que, ¡viva LIBRA, viva Facebook, viva Zuckerberg y viva el
capitalismo!
Concluyo
respondiendo a la pregunta que da título a estas páginas: “LIBRA de Facebook:
¿Otra criptodivisa más o una revolución en la lucha contra la pobreza?” Creo
que LIBRA es un primer intento de una revolución similar que seguramente vendrá
pronto y dará un impresionante golpe a la pobreza en todo el mundo. Un primer
intento loable, pero que no creo que tenga éxito. El reto es demasiado grande y
tendrán que caer más gotas antes de horadar la roca. Pero el primer paso está
dado. Y al ritmo al que se suceden los avances en las tecnologías de la
información, los siguientes pasos vendrán antes de lo que podamos imaginar. Y
no habrá dique, ni de Bancos Centrales ni de ningún otro tipo, que pueda frenar
este tsunami beneficioso para la humanidad. Parafraseando a Neil Armstrong
cuando pisó la luna “éste es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso
para la humanidad”. Espero que así sea.
[1] El término criptomoneda es
equívoco. Quiere decir que los nombres de los partícipes en la moneda y las
reglas de funcionamiento de las mismas están encriptadas. Pero estos partícipes
no son anónimos, sino sinónimos. Es decir, hay una correspondencia directa y establecida
entre el nombre en clave del partícipe y su identidad real, aunque ésta esté
encriptada. Pero si la clave de encriptamiento se da en caso de investigación
judicial, la identidad real de los partícipes está inmediatamente determinada.
[2] El uso del término “tolerante” es
equívoco. Parece indicar que los tolera. Pero no es así. Lo que hace es evitar,
o dificultar enormemente que que esos acuerdos fraudulentos se produzcan.
[3] API son las siglas en inglés de
Application Programming Interface. Es decir, canales de utilización conjunta de
información, programados para que a través de ellos puedan conectarse
aplicaciones de cualquier índole de usuarios externos útiles para ambas partes.
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