Ahora que empieza el año y que los comunistas pueden entrar
en el gobierno de España por primera vez desde 1939, es un buen momento para
firmar este llamamiento público -promovido por el disidente soviético Vladimir
Bukovsky (fallecido en octubre) y el filósofo italiano Renato
Cristin por el reconocimiento internacional de los crímenes del comunismo:
(se puede firmar abajo, tras el texto inglés
del manifiesto; basta indicar nombre, profesión y país). Creo que hay pocas
peticiones más justas y más necesarias que esta.
AVISO
IMPORTANTE
La firma no es anónima. Si
se firma, tras unos días (máximo 3 semanas), el nombre de los firmantes
aparecerá.
Adjunto en Word la versión española del texto.
Llamamiento para un Nüremberg del comunismo
El 30 aniversario de la caída del Muro de
Berlín nos ofrece una oportunidad valiosa. No solo podemos hacer una
contribución muy necesaria a la memoria histórica, sino que también podemos
desarrollar y apoyar una cultura anti-totalitaria, omnicomprensiva y orientada
al futuro. Aprovechamos esta oportunidad para proponer unos “Juicios de
Nüremberg” del comunismo.
Los Juicios de Nüremberg, celebrados entre 1945
y 1946, juzgaron y castigaron los crímenes del nacionalsocialismo,
transmitiendo así una definitiva evaluación judicial, moral y política de esa
forma de totalitarismo. Los juicios dejaron claro ante el mundo que el nazismo
era maligno, destructivo para su propio pueblo, y que no volvería a ser
aceptado en ningún lugar. Pero el comunismo, que ha causado más muertes y
sufrimiento masivo que el nazismo, y durante mucho más tiempo, nunca fue
obligado a rendir cuentas ante un tribunal mundial como el de Nüremberg.
Desde 1917, las dictaduras comunistas o
socialistas han causado en todo el mundo más de 100 millones de muertes. No
solo son responsables de la extensa supresión de libertades individuales y de
la incitación al odio de clase, sino también de genocidios y matanzas masivas,
repetidas sistemáticamente por los sucesivos regímenes comunistas. Como sabemos,
los genocidios y masacres son reconocidos universalmente como crímenes contra
la humanidad.
Hoy, tras los resultados catastróficos del
llamado “socialismo real” y de todas las demás dictaduras basadas en la
ideología comunista (por ejemplo, las todavía existentes en lugares como
Venezuela o Cuba), tanto el pasado como el presente requieren una evaluación
histórica igual de categórica que la que mereció el nazismo; no solo un
veredicto sobre las acciones de los individuos, sino también un juicio político
y moral sobre los resultados inevitables de esa ideología. Los crímenes del
comunismo contra la humanidad deben ser conocidos y castigados.
El comunismo no cayó con el Muro de Berlín. Esa
ideología sigue viva en el mundo, en Estados y partidos que se declaran
abiertamente comunistas, y en un pensamiento político y cultural que minimiza e
intenta borrar los crímenes del comunismo, como si se tratara de una buena idea
que coincidió solo accidentalmente con un régimen brutal tras otro, a través de
las décadas y los continentes.
Para contrarrestar esas influencias apologéticas, instamos a unos
Juicios de Nüremberg del comunismo, un juicio global que someta a escrutinio
los crímenes muy reales de esa ideología, atribuya responsabilidades políticas
e institucionales sobre ellos, castigue su degeneración moral, y deje claro a
todos la intrínseca inhumanidad del comunismo y su incompatibilidad con las
sociedades libres.
Somos bien conscientes de que dicho proyecto tropezará con
dificultades prácticas y limitaciones jurídicas. Pero, aun así, creemos que
tales barreras no podrán impedir un enjuiciamiento histórico, político, ético y
cultural, una condena a la que nos sentimos obligados ante la humanidad por
nuestra conciencia histórica.
En nombre de los millones de exterminados en el pasado, y para
proteger a futuras generaciones de una recaída en lo mismo, deben celebrarse
Juicios de Nüremberg del comunismo lo antes posible.
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