Por varios conductos me ha llegado el artículo de Juan Manuel de Prada publicado no sé en qué periódico, que puede leerse más abajo:
Juan
Manuel de Prada me parece un gran escritor, pero cuando en vez de a la
literatura se dedica a otras cosas, a veces mete la pata. Ya tuve mis
diferencias con él cuando, por un buenismo muy “católico”, escribió que la
reforma laboral de Rajoy era una cosa demoníaca (sic). Pues esta es otra
ocasión en la que discrepo y no puedo sufrir el quedarme callado.
Cuando
se disolvió la Unión Soviética, Rusia reconoció a ucrania como estado Soberano
independiente, con los territorios de Crimea, el Dombás y otros territorios con
mayoría de rusos incluidos. Es cierto que en la época Soviética, no
recuerdo si fue Stalin o Kruchef,, por un capricho de dictadores, unieron
Crimea, que siempre había sido rusa, a la República Soviética de Ucrania.
Pero el hecho, firmado, es que Rusia, cuando se disolvió la URSS, lo
aceptó y, como dice el aforismo romano, “pacta sunt servanda”. Más, como una parte
sustancial del arsenal nuclear de la URSS estaba en Ucrania, Rusia exigió que
ese arsenal se le restituyera, cosa que Ucrania hizo.
Así
las cosas, en 2014, Rusia se anexionó Crimea por la fuerza y el resto del
mundo, tras tímidas protestas, aceptó el hecho consumado, sin aceptarlo en
ningún tratado. Desde entonces, Rusia, viendo la debilidad de occidente, pero
sin atreverse a invadir el Dombás y otras regiones orientales de Ucrania con
mayoría de población rusa, empezó a financiar y a armar unas milicias pro rusas
en esos territorios. Y, como debe hacer cualquier Estado Soberano, Ucrania
defendió su integridad. Ese y no otro es el origen de la guerra sucia, que
viene de 2014, de la que habla de Prada. Guerra en la que no hay que olvidar
que un misil suministrado por Rusia a las milicias pro rusas, derribó un avión
de la líneas aéreas civiles malasias que causó la muerte de las 298 personas
que iban a bordo.
Asumir que esa guerra sucia con las milicias prorusas armadas por este país da derecho a Rusia a intervenir militarmente en Ucrania, no ya en el Dombás, que tampoco, sino en todo el país, es algo que sólo puede hacerse desde la ignorancia o desde un sentimiento pro ruso que tal vez, sólo tal vez, pueda enraizarse en la denuncia que, dentro de su guerra psicológica, Putin ha hecho de la “decadencia” moral de occidente. Uno puede estar o no de acuerdo con esa decadencia, pero que Putin nos venga a dar lecciones es un poco demasiado y, desde luego, justificar por ello esta guera o, al menos, arrojar sombras sobre el derecho de Ucrania y la flagrante violación del mismo por Rusia es un partidismop o una equidistancia, a mi modo de ver, intolerable. Así que no, Juan Manuel de Preda no tiene razón. Sólo hay una guerra en ucrania: la provocada por el expansionismo nacionalista de Putin.
No podía dejar de decir esto.
Tomás
ELÁNGULO OSCURO
JUAN MANUEL
DE PRADA
La otra guerra de Ucrania
No creemos que se pueda reprochar a Rusia que decida
intervenir para atajar una masacre de compatriotas en el DONBASS propaganda
oficial pretende que la llamada 'guerra de Ucrania' ha empezado con
la intervención del ejército ruso. Pero lo cierto es que se
trata de una guerra sistemáticamente ignorada durante ocho años por LOS medios
de cretinízación d masas. Una guerra hasta ahora localizada en la región del
Donbass QUE hasta diciembre de 2021-citamos datos de la ONU- había costado
14.300 muertos y 38.000 heridos, DE los cuales 3.404 muertos y más de 8.000
HERIDOS han sido victimas civiles indefensas. Además DE esta masacre
silenciosa, cientos de miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus
hogares; y, en general, toda la población de la REGIÓN (que se reconoce como
rusa, aunque ni SIQUIERA pueda expresarse públicamente en su lengua materna) ha
sido sometida a bloqueo económico y bancario. Mientras la población civil del
DONBASS era asesinada por el Gobierno UCRANIANO con el patrocinio y la
provisión de armas estadounidense, los medios occidentales guardaban silencio;
y las colonias europeas en especial Francia y Alemania, que
se comprometieron a ello no velaban por el cumplimiento de los acuerdos de
Minsk.
Pero ha bastado que Rusia, tras ocho años de muerte y
destrucción, haya lanzado una ofensiva para que, de repente, nos enteremos de
la existencia de una guerra ante la que durante ocho años hemos cerrado los
ojos. Los medios se han apresurado a divulgar (amén de muchas fotos y videos
trucados) imágenes de civiles durmiendo en estaciones de metro; pero antes han
ocultado durante ocho años las imágenes de civiles del Donbass en sớtanos en
ruinas, porque sus casas habían sido bombardeadas.
Desde luego, a Rusia se le pueden lanzar muchos reproches.
Se le puede reprochar, por ejemplo, haber pretendido resolver una amputación de
su territorio, perpetrada al socaire del colapso de la Unión Soviética,
mediante unos frágiles acuerdos de pazque mantenían a millones de rusos (toda
la población del este de Ucrania) bajo la férula de unas
autoridades rusófobas. También se le puede reprochar que utilice ahora una
retórica antifascista (o 'desnazificadora) cuando antes reconoció tanto a
Poroshenko como a Zelenski, quienes han sufragado y militarizado a muchos
grupos de extrema derecha. Y, desde luego, se le puede reprochar también a
Rusia que su respuesta militar no se haya circunscrito al Donbass y regiones
limítrofes (aunque, desde luego, si hubiese dejado operativos los centros
militares ucranianos, tal vez se habría desatado una guerra más cruenta).
Se le puede reprochar, en fin que acabe en fracaso (o en
guerra enquistada) lo que fue concebido como una "blitzkrieg': pues
entonces todos los pases fronterizos se incorporarán a la OTAN, que así
estrechará más el cerco sobre Rusia, hasta asfixiarla.
En cambio, no creemos que se pueda reprochar a Rusia que
decida intervenir para atajar una masacre de compatriotas en el Donbass que
dura ocho años. Cuántos muertos más eran precisos para que la intervención rusa
estuviese justificada?
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