17 de febrero de 2008

Respuesta a la entrada "Ideas de Polibio"

Justo después de publicar la nueva entrada sobre "El camino hacia la posmodernidad... 3", encuentro un comentario de Juan Luis a la entrada anterior "Ideas de Polibio". Me dice:

Tomás, si hace unos días nos descubrías el Principio de Machado-Alfaro (que, en su versión breve podría ser algo así como: "cuando uno abre una puerta, aunque crea que es una locura, no puede extrañarse de que otro venga y la cruce"), ahora nos descubres el Ciclo de Polibio (anarquía-monarquía-tiranía-aristocracia-oligarquía-democracia-oclocracia-anarquía)

¿habrá alguna otra salida? ¿Podremos recuperar la democracia destituyendo a los oclócratas?


Esperando que esta entrada, sólo unos minutos posterior a la nueva de "El camino..." no haga que pase desapercibida la anterior por ser la penúltima, le contesto:

Bueno, el ciclo de Polibio es de Polibio, yo no descubro nada, pero me parece muy actual. ¿Habrá salidas a ese ciclo? A diferencia de Polibio que, como griego que era creía en el "fatum" del ciclo inexorable de la historia, yo creo -y conviene resaltar que esta idea no tiene otro origen histórico más que el judeo-cristianismo- que el ser humano es libre y dueño, por lo tanto, de su propio destino. Por lo tanto creo que sí nos es posible dar marcha atrás en el ciclo y recuperar la democracia desde la oclocracia sin tener que recorrer la órbita completa. Pero el hecho de que sea posible, no descarta la posibilidad del desastre. Sólo con el ejercico responsable de la libertad, guiada por la ley natural, con una firme voluntad y con la ayuda de Dios, Señor de la historia, puede ser posible. Pero la historia demuestra que a veces la humanidad ha tenido que empezar el ciclo desde el principio. La caída del Imperio Romano fue una muestra de ello. Y hay muchas más. Mi maestro para esto ha sido Arnold J. Toynbee con su monumental obra maestra "El estudio de la historia". Su repetida lectura y la reflexión a que me ha llevado me ha permitido hacer un resumen de unas 100 páginas de esta obra que te enviaré si me das tu mail, como a cualquiera otro que lea estas líneas.

Desde luego, es necesario destituir, democráticamente, desde luego a los oclócratas demagogos y nacionalistas. No es fácil, desde luego, pero no imposible. Ahora temenos una oportunidad y si no, dentro de cuatro años. Aunque me temo que dentro de cuatro años la oclocracia habrá avanzado tanto que las posibilidades de marcha atrás serán mucho menores. Como es mucho más difícil pactar ahora con los oclócratas nacionalistas de lo que lo fue para Aznar en su primera legislatura. Pero en fin, Dios es el Señor de la historia y como decía Tolkien en una carta a su hijo:

“Ningún hombre puede jamás saber lo que está acaeciendo 'sub specie aeternitatis' (bajo la perspectiva de la eternidad)[1]. Todo lo que sabemos, y en gran medida por experiencia directa, es que el mal se afana con amplio poder y perpetuo éxito... en vano: siempre preparando tan sólo el terreno para que el bien brote de él”[2].

Así que manos a la obra.

Muchas gracias por tus entradas.

Tomás Alfaro Drake

Tomás.
[1] La traducción es mía y más o menos aproximada. Desde luego, no aparece en el original. Tanto Tolkien como su hijo Christopher tenían la cultura clásica necesaria como para entenderlo con naturalidad, sin traducción.
[2] Carta a su hijo Christopher, movilizado en Sudáfrica, el 30 de Abril de 1944. Es una respuesta a una carta de su hijo en la que le cuenta su desánimo.

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