2 de julio de 2021

La reforma de las pensiones, la política monetaria y la inflación. ¡Vamos a toda vela hacia los arrecifes!

Hoy quiero comentar algunas noticias relacionadas con los disparates económicos que están llevando a cabo casi todos los países con una fiscalidad disparatada y una política monetaria al servicio de ese disparate. Este miércoles 30 de Junio leo en Expansión tres noticias que tienen entre sí una estrecha relación.

La primera es que la inflación interanual a Junio de 2021 es del 2,6%. Llevamos años de política monetaria expansiva mientras vivíamos en la ciudad alegre y confiada: “Creamos dinero a espuertas, bajamos los tipos de interés artificialmente y la inflación sigue bajísima. ¡Más madera!”. Bueno, pues la inflación embalsada durante esos años empieza a enseñar la patita por debajo de la puerta y es más que posible que eche la puerta abajo.

La segunda es que se ha llegado a un consenso sobre el problemón de las pensiones. Pero, claro, hay consensos que matan porque son un mal consenso. Y en este se sigue haciendo que las pensiones suban de acuerdo con el IPC, es decir, la inflación. Y, claro, con esta inflación eso supondría un gasto de 1.700 millones más. Lo que significa de que, en fraterna y santa unión, vamos a toda vela hacia los arrecifes. Y el sistema de pensiones es cada vez menos sostenible. A mí, que tengo 70 años, me parece muy bien que suban las pensiones según el IPC. Y, si pudiera ser, el IPC más 3% o, ya puestos, más 5%. Total, con un poco de mala suerte, cuando el sistema quiebre, yo ya estaré criando malvas. Pero, claro, los que ahora tienen entre cuarenta y cincuenta años, si tienen dos dedos de frente, deberían estar temblando, porque es más que probable que no puedan ver un euro cuando se jubilen y ya no les da tiempo a hacerse un buen plan de pensiones personal, cosa que se debería estar recomendando con altavoces a los más jóvenes y enseñándoselo desde el colegio. Pero, nada de eso, ¡silencio! Eso sí, como si me hubiese oído (no necesita oírme porque lo sabe perfectamentr) José Luis Escrivá, ministro de pensiones, avisó ayer de que los que nacieron en el baby boom tendrán que elegir “entre el ajuste moderado de sus pensiones o podrían tener que trabajar un poco más”.  El que tenga oídos para oír que oiga y a buen entendedor… Pero sigamos ciegos nuestro camino.

La tercera noticia es de los EEUU. Micael J. Boskin, Profesor de Economía en la Universidad de Stanford y asesor del Presidente George H. W. Bush entre 1989 y 1993, nos avisa en titulares: "¡Atención con la creciente deuda pública de EEUU!" Y, en un entresacado dice, de forma timorata: “Si los pronósticos de crecimiento mediocre a largo plazo aciertan, todos podríamos llegar a lamentarlo”. Digo que es timorato, porque me parece que sobra el condicional.

Pero, bueno, hagamos como los tres monitos. Ni ver, ni oír, ni hablar.

2 comentarios:

  1. Parece que EE UU ha decidido dejar de luchar contra la inflación para bajar el peso de su endeudamiento exterior. Empiezan tiempos nuevos que tendrán consecuencias ¿No?

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  2. Hola Atticus:
    ¡Toma! y Europa.
    Hay que joderse con el BCE. Años diciendo que mientras la inflación estiviese por debajo del 2% no le preocupaba crear dinero a lo bestia. (El día que explicaron por qué tolerar un 2% de inflación era razonable. Yo debí faltar a clase. Porque un 2% de pérdida de poder adquisitivo al año, supone para un ahorrador como quitarle un 20% de sus ahorros en 10 años. Máxime si los tipos de interés están por los suelos por darle vueltas a la maquinita de hacer dinero. ¿En nombre de qué santo es lícito hacer eso?). Pero es que ahora, la Sra. Lagarde acaba de decir que aunque la inflación suba del 2% (en España parece que va a sobrepasar el 3% en 2021), le importa una mierda y va a seguir creando dinero como loca. Una de las cosas que me daba tranquilidad de estar en la UE era que no podía ocurrir que un iluminado se dedicase a crear dinero para financiar sus planes de gasto. Bueno, pues resulta que los iluminati están en la propia UE, en el BCE. ¡Hay que se joderse!
    Sí, empiezan nuevos tiempos que tendrán consecuencias... malas. Pero, sigamos ciegos nuestro camino.

    Abrazo

    Tomás

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